Estamos aquí para poner el dedo (o todos ellos) en el porno, vaya tema elegimos tocar. Desde el formato de la compilación, abrimos el debate acerca de la pornografía, poniendo especial atención a sus roces con la teoría y los feminismos; para ello se reúnen diferentes voces provenientes de la academia, los activismos, el arte, la educación y la industria pornográfica dispuestas a pensar este tema desde sus potencias y complejidades. Pasamos los dedos por la superficie del porno para advertir sus matices, tensiones, rugosidades y – por qué no- también percibir su tersura.
De forma colectiva, nos aventuramos a escribir un libro que pueda recuperar los goces que la pornografía habilita tanto en su producción, su consumo y su reflexión, desde una perspectiva transfeminista. Nos vinculamos con la pornografía de forma placentera y alegre, al tiempo que expresamos nuestra crítica respecto a sus formas más violentas y machistas. Nos sumergimos en las delicias de crear otras imágenes del sexo fuera de la cis-heteronorma, transformar las formas de trabajo, consumir materiales que nos exciten, enseñar y discutir porno en una clase, etc. El goce está en el centro de las experiencias, análisis y relatos compartidos a lo largo del libro, como expresión de que el vínculo que tejemos con la pornografía tiene la potencialidad de ser vivido de forma positiva.
Debates viejos y derrames nuevos
El debate en torno al porno data de algunas décadas dentro del movimiento feminista. Mientras algunas posturas apuestan por resaltar su aspectos emancipatorios, políticos y gozosos; otras sostienen que el porno retrata la violencia extrema contra las mujeres y que esconde un sistema de explotación sexual. A favor o en contra, esta cuestión sigue despertando acaloradas opiniones y tomas de posición dentro de los feminismos, y siendo encarnado de formas particulares según los diferentes contextos y actores sociales allí involucrados.
En paralelo, el desarrollo de la pornografía producida por mujeres, lesbianas, trans y personas no binarias no para de crecer poniendo en jaque una industria que tradicionalmente fue machista y patriarcal, y ampliando cada vez más los imaginarios y la llegada a otros públicos más allá del consumidor masculino arquetípico. Los proyectos pornográficos de esta índole también promueven una revisión de las condiciones laborales dentro de la industria: cómo se toman las decisiones respecto a lo se muestra en una escena de sexo, cómo se hace la retribución monetaria por el trabajo realizado, qué lugar tiene el consentimiento en relación a lo que se hace frente a cámara, cuáles serán los canales de distribución, entre otras cuestiones.
Por otro lado, hace un buen rato que la pornografía ya no es un artefacto solo para varones cis heterosexuales, ni que tampoco es –únicamente- un género cinematográfico. El porno está en todas partes: en las redes sociales, en los smartphones, en los videojuegos online, en los fandoms relativos a la cultura popular japonesa, en los eventos culturales transfeministas, en las performances realizadas en el espacio público, en el cine narrativo de ficción, en las jornadas o congresos académicos, etc. Parece haberse derramado hacia otros productos culturales populares, como también haber entrado en los claustros universitarios o los museos de arte y los festivales de cine. Encontramos en las imágenes explícitas de la sexualidad un lugar para expresar deseos, disidencia y afectos pero aún no sabemos cómo abordarla desde la educación sexual. ¿Cómo interrogar un fenómeno tan diverso y complejo?
El mundo XXX, desde la mirada situada
El dedo en el porno quiere mostrar las experiencias en carne propia y las reflexiones de quienes hacen y/o analizan el fenómeno desde una perspectiva transfeminista y sexo-positiva, ubicada en el contexto argentino y sudamericano. En esta compilación se reúnen investigadorxs, activistas, pornógrafxs y educadorxs de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. Todxs ellxs contribuyeron muchísimo a la divulgación de estos temas tocando el porno desde los activismos, la producción audiovisual, el trabajo sexual, la investigación académica, la educación sexual y la gestión cultural en nuestros territorios sudamericanos, tan poco amigables en lo que hace a la expresión de los deseos disidentes y la autonomía de nuestros cuerpos.
En la sección Ensayando una porno-crítica presentamos ensayos críticos sobre la pornografía, sus límites (sugestivamente porosos), cómo invade otros productos culturales contemporáneos y cuáles son las discusiones que aún siguen pendientes. Allí asoman las reflexiones acerca de las arquitecturas pornográficas y la espacialización del placer en las viejas salas de cine para adultxs; los tensos límites entre el cine narrativo de ficción y la pornografía, en especial en los films argentinos; las posibilidades de hacer visible los deseos lésbicos en las nuevas narrativas del porno queer. Los ensayos aquí reunidos, además, nos invitan a indagar en las apropiaciones porno producidas por comunidades de fans dentro del yaoi japonés, como también en las performances producidas por artistas dentro de plataformas de sexo online donde se ofrecen servicios sexuales. Por último, el debate acerca de los vínculos entre pornografía y educación sexual nos invita a seguir pensando en cómo trabajar estos temas con lxs más pibxs (y otrxs no que no son tanto).
En la sección Imágenes del r/goce, compartimos pensamientos y anécdotas desde las voces de aquellxs que le ponen el cuerpo al porno desde el arte, el activismo o el cine para adultxs independiente. ¿Cómo es crear una web de contenidos sexuales explícitos y hacerlo desde una perspectiva queer/disidente? ¿Qué implica hacer performances posporno y mostrarlas en la calle? ¿Por qué hacer una proyección de videos y un taller posporno en un museo público? ¿Cómo es trabajar de actriz porno? ¿Por qué intervenir la agenda cultural con pornografía feminista? ¿De qué modo enfrentarse a la violencia machista y patriarcal desde la producción de imágenes XXX? ¿Para qué hacer todo esto? Los textos reunidos en esta sección intentan dar respuesta a estas preguntas y acercarnos un poquito a sus experiencias.
Por último, la sección El porno en diálogo presenta entrevistas a distintxs referentes del campo de la academia, el activismo y el cine que dedicaron parte de su obra a problematizar el porno. La profesora Linda Williams, la directora de cine para adultxs Erika Lust, el grupo posporno Post Op y parte del equipo de la película Las Hijas del Fuego (Carri, 2018) conversan acerca de las potencialidades de la pornografía como producto cultural, cuál es la agencia feminista en los modos de producir, cómo enseñarla en la universidad, etc.
Escribir un libro colectivo, desde el confinamiento
Esta compilación fue producida en 2020 durante la pandemia por el COVID-19. Aisladxs en el confinamiento, atravesadxs por la incertidumbre y el pánico, dolidxs por cómo se gestionó una pandemia tan grave en los países de América del Sur que habitamos, dispersxs ante tanta sobre-información y perplejxs ante la ausencia de los cuerpos en las calles, nos juntamos a escribir un libro sobre porno. Parece un capricho, pero con certeza no lo es. A raíz de la pandemia y el aislamiento, parece que el debate sobre estos temas – sus potencialidades, límites, peligros, abordajes- está en un momento de revisión, crítica y actualización. Poner el dedo en el porno, tocarlo más de cerca se presenta, entonces, como una apuesta más que desafiante para los feminismos contemporáneos en pos de abonar a una política del goce.
Autorxs y colaboradorxs: Romina Smiraglia (Argentina), Érica Sarmet (Brasil), Fermín Eloy Acosta (Argentina), aliwen (Chile), Jéssica Sessarego (Argentina), María Riot (Argentina/España), Asentamiento Fernseh (Argentina), OGT_SEXINDICATO (Uruguay), Ornella Bodratto (Argentina/España), EDIY Porn (Brasil), Manifiesta (Argentina), Sasa Testa (Argentina), Erótica Mutante (Argentina).
Próxima presentación presencial: Jueves 28 de octubre a las 18 hs en la Biblioteca del Parque de la Estación. Juan Domingo Perón 3326, CABA.