Son casi 60 dibujos de humoradas gauchas, donde el genio de Roberto Fontanarrosa brilla, como siempre. La muestra se llama Patria Gaucha, inaugura hoy a las 20 en el Galpón 15 (Estévez Boero 700) (con aforo limitado a los invitados, a partir de mañana se podrá visitar de manera libre) y contará con la presencia musical de La Mujer Barbuda, el grupo que integran Franco Fontanarrosa, Nicolás Sánchez, Martín Pantyrer y Nicolás Méndez.
Patria Gaucha tendrá dos copias, una dedicada a recorrer el territorio de la provincia de Santa Fe y otra destinada al Consejo Federal de Cultura, a partir del programa Cultura Circular concebido por el ministro de Cultura Jorge Llonch, con la idea de “generar la circulación de la producción, bienes y géneros culturales de Santa Fe por toda la provincia y extenderla al país”. La curaduría estuvo a cargo de Héctor Pichi De Benedictis, coordinador del programa Cultura Circular: “Entre tanta vasta obra del Negro, fui dándome cuenta que lo gauchesco tenía una fuerza especial, al punto de que su personaje iconográfico es Inodoro Pereyra y de que él dibujara también el Martín Fierro. Pero no nos centramos en Inodoro, sino en los chistes. Para mí, Fontanarrosa elegía lo gauchesco para hacer referencias a una ética lamentablemente en desuso. Así como el Martín Fierro siempre ha sido sinónimo de sabiduría, creo que él aprovechaba eso para connotar cuestiones que veía en la sociedad, donde esa ética estaba trastocada. Y eso nos pareció interesante. Los chistes todavía impactan, y desde una lupa sarcástica que hace que uno se ría y al mismo tiempo se dé cuenta de qué se habla. Habría que ver qué piensan los pibes de 20 o 30 años”, explica De Benedictis a Rosario/12.
“Hasta te diría que podríamos pensar, no sé si en una dialéctica, pero sí en una confrontación de lo urbano y lo rural. Porque ese trastoque se dá más en lo urbano, que de alguna manera fue carcomiendo esa ética de valores. Quizás sea así, es algo que me pregunto. En el caso de Inodoro, ¿no es el propio Mendieta el que funciona como un alter ego ético? Es el perro el que lo bajaba a tierra”, continúa.
-¿Cómo te resultó el trabajo de selección?
-Me senté frente a toda su obra, pensando en una muestra que se iba a llamar “El ser nacional”, a partir de esta confrontación ética que yo buscaba, pero la obra es tan vasta que había que remitirse a un tema o no iba a poder curarla nunca. Fue así hasta la tercer carpeta que revisé, que era de gauchos, y resumía lo que estaba buscando. Fue un trabajo de muchas horas pero riéndome todo el tiempo. Es decir, el humor suyo está vigente, es un material contundente. Y hay que destacar que la realización fue posible gracias a la autorización y el trabajo de Franco Fontanarrosa y Gabriela Mahy.
En diálogo con Rosario/12, Franco Fontanarrosa, que estará presente hoy con La Mujer Barbuda, señala estar “muy contento con la organización de esta muestra, y en lo personal por poder participar de esta manera, con mi música. De alguna manera, así estoy compartiendo la enseñanza más profunda de mi viejo, que es la pasión por lo que uno hace. Eso es algo que siento compartí de primera mano con él. Por otro lado, La Mujer Barbuda es un grupo que está constituido por amigos: Nicolás (Sánchez), el ‘Mu’, es amigo mío desde los 4 años, y para él mi viejo era una especie de tío. Ahí se filtra también una influencia muy fuerte de mi viejo, que es la amistad. Si bien la música es una disciplina colectiva a diferencia del trabajo suyo, el culto a la amistad por parte de mi viejo siempre estuvo presente. A mí me gusta tener un vínculo afectivo con la gente que toco. Y ahora estoy yendo a tocar con un grupo de amigos con quienes me gusta ir después a morfar y reírnos. Por eso, ir a tocar es una manera más profunda de contribuir a la causa”.
Un repaso por lo más inmediato de Franco Fontanarrosa lo vincula a presentaciones recientes con La Mujer Barbuda y Paraíso a la Miseria, “la semana próxima toco con (el grupo) Panza, y el 9 de octubre me presento en el CCK convocado por Nicolás Sorín por la conmemoración de los 100 años de Piazzolla. Vamos a hacer un disco con él. Ése es un poco el horizonte más próximo. A fines de octubre se va a lanzar un video de Paraíso a la Miseria, una especie de live session. Y estoy viendo, con los músicos de Suiza con los que toco, de retomar las giras por Europa”.
-Es mucho, y me parece una característica tuya: proyectos coincidentes pero distintos.
-Sí, en menos de 10 días estoy con cuatro repertorios complejos y distintos, teniendo que tener en la cabeza toda esta música. Siempre me manejo por un cierto perfil musical, pero hago cosas muy distintas.
-¿Es el jazz el lugar que te permite esa variedad?
-No sé, es curioso, por alguna razón siempre se me vinculó con el jazz, pero no me siento músico de jazz, me siento más músico de rock. Tal vez porque estudié música. Si bien conservo esa cosa más sanguínea e intuitiva que tiene el rock, estudié mucho jazz, algo que quizás me permite flexibilidad para tocar muchos estilos de música. Pero no sé si es necesariamente el jazz o si es la curiosidad, la inquietud y hambre musical. Me gusta mucha música, muy diversa, me interesó siempre estudiar cosas muy distintas.