Desde hace ya quince años, cada 8 de octubre, el Día del Estudiante Solidario se celebra de un modo único que cruza el arte, la solidaridad, la concientización, y el recuerdo de los nueve estudiantes y la profesora que murieron en la ruta cuando regresaban de un viaje solidario a Chaco. Fue una tragedia y fue evitable: el micro en el que viajaban fue embestido de lleno por el conductor de un camión que manejaba alcoholizado, y que también murió. De un modo también único, las familias de los chicos junto a una cantidad de artistas con quienes dicen haber formado a esta altura "una familia", "una cofradía", crearon la asociación Conduciendo a Conciencia, que continúa las acciones solidarias de estos chicos y chicas, y trabaja por una nueva cultura vial en la Argentina. Y cada 8 de octubre realiza un gran recital especialmente poducido para esta fecha, con el que se recaudan fondos para ayudar a las escuelas del norte argentino que la asociación apadrina. Este año, armaron una producción especial por streaming para la 15° edición.
León Gieco, Gustavo Santaolalla, Ricardo Mollo, David Lebón, Litto Nebbia, Los Tipitos, la colombiana Andrea Echeverri (de Aterciopelados) y la mexicana Julieta Venegas serán algunas de las figuras que se cruzarán para esta fecha, en duetos, tercetos, cuartetos, en producciones especiales. También Lito Vitale, Hilda Lizarazu, Sandra Mihanovich, Patricia Sosa, Juan Carlos Baglietto, Luis Gurevich, Eruca Sativa, Lula Bertoldi, Marcela Morelo, Mavi Díaz, Leo García, Ligia Piro, Raly Barrionuevo, la uruguaya Ana Prada, Bruja Salguero, Javier Malosetti, Franco Luciani, Nahuel Pennisi, Pedro Rossi, Yacaré Manso, Arbolito, Joana Gieco, Rosario Ortega, Las Sachaguitarras Atamisqueñas, e integrantes de Los Auténticos Decadentes, entre muchas y muchos otros.
Al igual que el año pasado, semejante juntada fue posible de manera virtual, a la espera del regreso del ansiado abrazo presencial. Podrá verse por la plataforma de Tickethoy, con entradas a un valor de 600, 800 y 1.200 pesos para que el público decida el importe de su colaboración. El recital con producciones especialmente concebidas se estrena el viernes 8 a las 22, y permanecerá disponible hasta el domingo 10, inclusive.
El recuerdo de León Gieco
Los Auténticos Decadentes fueron los que "se cargaron al hombro" la producción de los primeros conciertos presenciales. Luis Alberto Spinetta fue otro gran motor de Conduciendo a Conciencia. "Mi canción hoy no tiene música. Pero mi corazón va a seguir haciendo música, porque siente la luz de esos pibes que perdieron su vida para ayudar. Nosotros vamos a tomar ese ejemplo y vamos a seguir ayudando", dijo el Flaco en una de las primeras presentaciones.
En 2019 "tomó la posta" Gieco -junto a los productores Virginia y Gustavo Taranto- porque el grupo estaba viajando por su gira 30 aniversario. Junto a integrantes de Los Tipitos y a Lito Vitale, el año pasado y este hicieron el armado de los "cruces" musicales del concierto (cada tema, una producción especial), la edición, el sonido, el trabajo técnico. De una u otras forma, lo que sigue inalterable es el "himno" de cada concierto como un momento central y colectivo. Se llama "8 de octubre" y fue compuesto por Spinetta y Gieco.
"A las injusticias que pasan delante mío, generalmente no las miro al costado del camino. A las que puedo, las enfrento, y trato de armar grupo con otros que piensan parecido, y así hacerlas aunque sea tropezar. Y si entre muchos logramos algo de eso, a veces, sin saberlo ni constatarlo, hasta se logra salvar una vida. Entonces, vale la pena el trabajo, el movimiento, las esperanzas y el popio vivir", cuenta León Gieco el modo en que concibe este trabajo.
"Cuando Tomy, hijo de Oski Amante, que era el técnico de mi estudio, me dijo llorando: 'Benjamín, el guitarrista de mi grupo Vento, tuvo un accidente fatal', lo abracé y le pregunté: '¿y qué podemos hacer?' Me contó lo que había ocurrido, lo del camionero alcoholizado que chocó al micro, que murieron muchos, que regresaban de Chaco después de una semana de compartir con chicos de El Paraisal, un lugar chiquito cerca de Quitilipi, Sáenz Peña y Mahcagai. Que fue un desastre y que los padres iban a levantar una especie de escenario en la calle para pedir justicia, para encontrarse para no sentirse solos, para saber qué pasó y para decirse: '¿y ahora, qué hacemos?'", recuerda.
"Ante tanta incomprensión, tanta incertidumbre, ante tanta soledad, iban surgiendo ideas, y alguien gritó por el micrófono: '¡no hacer nada, o callar, o quedarse con tanto dolor, es lo peor que podemos hacer!' Cuando llegué con mi guitarra, porque dije, lo único que puedo hacer yo, es cantar para ellos, y decirles 'tantas veces me mataron, tantas veces me morí'. Me comprometí para siempre con este dolor ajeno pero que me caló profundo en el alma".
Gieco recuerda de aquellos primeros encuentros junto a los padres las presencias de Spinetta, Malosetti, Mollo, Oscar Giunta, Fena Della Maggiora y otros músicos. "Y a pesar de lo negro y lo inentendible, volaba incipente y suave la idea de resiliencia por sobre nuestras cabezas. Y de a poco, un grupo de padres, lo más afectados, los que daban manotazos de ahogado en un mar inmenso de preguntas y dolor, dijeron: 'y quizás alguna vida salvaremos si trabajamos en seguridad vial y exigimos aunque sea el control de alcoholemia. Quizás alguna vida salvaremos si llevamos nosotros, personalmente, ropas, comidas y útiles escolares a las zonas más carenciadas. Alguna vida salvaremos si continuamos la tarea que comenzaron nuestros hijos'. Y así fueron abriendo las puertas y las ventanas para que se vaya la desesperación y la realidad cruda llena de muerte", sigue contando.
"Los músicos hicimos un llamado a la gente: la entrada era un alimento no perecedero, ropa limpia y arreglada, agua, leche, elementos para puestos sanitarios, hospitales, escuelas, a cambio de canción. Los padres hicieron otro llamado: los que quieren pueden venir a colaborar, recibiendo las cosas, ordenándo, separando, poniendo en cajas, cargando en camiones, mandando y repartiendo", recuerda Gieco.
"Toda esa logística era muy dificultosa, así que desde 2019 se nos ocurrió cobrar una entrada. Hoy, cada peso que ingresa con este streaming es para un plato de comida o cubrir una necesidad básica. A veces, cosas simples, pero que cambian realidades. El año pasado, por ejemplo, una obra para que una escuela tuviera agua costó 14 mil pesos. No era una obra imposible, pero ello no la tenían", agrega Diego Molina, que era pareja de Mariana, la profesora fallecida, y es presidente de la ONG Conduciendo a Conciencia.
Todos somos
"Hoy llevamos adelante por streaming, por el momento en que estamos transitando, el concierto número quince. Y los artistas que participan son más de cincuenta. Los hay de Colombia, de México, de Chile, de Uruguay y nosotros de Argentina. Y además hoy todos somos 8 de octubre, todos somos el Día del Estudiante Solidario, todos somos Conduciendo a Conciencia. Todos somos Benjamín, Daniela, Julieta, Delfina, Federico, Justine, Nicolás, Julieta, Lucas, Mariana. Hoy todos te necesitamos para que seas un miembro más de esta familia llena de vida y esperanza, que lucha como puede para salvar una vida. Si agrandamos este mapa para poder entrar todos, haremos la revolución del amor, de la paz y de la dignidad", invita Gieco.
Junto a él, los padres y madres que sostienen todo el año el trabajo de Conduciendo a Conciencia -Molina, Alba Saenz, mamá de Federico y directora ejecutiva, Sergio Kohen y Alejandra Cucien, papás de Nicolás, entre muchos y muchas- relatan el recorrido de estos años, el trabajo que realizan para cambiar la cultura vial en la Argentina, el "aprendizaje" que significa el vínculo con las 14 escuelas, 3 hospitales, varias salas de primeros auxilios, dos talleres de costura y 3 Escuelas Familiares Agrarias secundarias, de 5 provincias del norte argentino que visitan todo el año. A todos estos lugares estará destinado el total de lo recaudado. "Si todo esto salva una sola vida en las rutas, si mejora la vida de una sola persona que hoy la está pasando mal, tiene sentido", sintetizan su búsqueda.
"Si esto genera que otros pibes tengan estas movidas solidarias en la cabeza, y si aparte de la solidaridad entienden que cuidar la propia vida y la del otro es no tomar alcohol antes de conducir, ponerse un casco, dejar de mirar el celular al cruzar la calle; si todo eso o al menos algo de eso pasa, el trabajo de Conduciendo a Conciencia está cumplido", profundiza Diego.
Dicen que van a extrañar "los abrazos, el encuentro" en este 8 de octubre. Pero destacan el "profesionalismo" con el que ahora la música puede llegar a todos los rincones, vía streaming. "El compomiso y el amor que le ponen los músicos es un aliento enorme. Hasta cuando por ahí una se siente ya cansada o agobiada, la energía de ellos nos contagia y nos impulsa, cada vez", agradece Alba.
"Esta es una manera de mantener la memoria de todos nuestros hijos y de la profesora, que perdieron la vida. Pero no solo la de ellos, sino la de todas las víctimas de tránsito. El valor de la solidaridad es ponerse en el lugar del otro. Y eso es lo que seguimos defendiendo", concluye Alejandra.
Acompañar un trabajo ejemplar
"Esta tragedia me tocó de cerca por proximidad con mi vecina, que vino a pedir ayuda. A partir de ese momento, lo que hacemos todos los años es acompañar, como podemos, con nuestra música", repasa Ricardo Mollo. "Ahora será de esta manera, virtual. Lo bueno es que seguimos estando juntos, a pesar de todo. Una cantidad de gente se solidariza y converge, ahora será por una pantalla. Virtual, presencial, como sea, seguimos juntos", se alegra.
"Acompañar a las familias, ayudar a que no se olvide la tragedia de la escuela Ecos, es lo principal", define Luis Gurevich. Me tocó participar en varias ocasiones, cuando tocábamos con la banda de León y también con la banda de Luis Alberto, vi el nacimiento de la canción '8 de octubre' desde los demos. Y este año veníamos trabajando en el nuevo disco de León (se editará en unos meses) y León me invitó: '¿Te gustaría sumarte al streaming?' ¡¡Pero por supuesto!!".
"Esta es mi segunda participación en Conduciendo a Conciencia. Yo pedí participar en el setreaming anterior, en plena pandemia, porque creo que es una causa social de las más importantes que tenemos en nuestro país. La tragedia de Ecos nos llama a despertar conciencia al volante, por nosotros y por los otros", marca Ligia Piro. "Son cada vez más los artistas que se suman y se comprometen, ya se cumplen quince años y esta unión musical, así planteada, es vital".
"Uno es sensible a estos hechos que desgraciadamente ocurren en este loco mundo que vivimos. Desde la música se puede acompañar afectivamente. Me invitaron a unirme con la canción emblemática de la causa y también a registrar una participación , que hicimos a dúo con Gustavo Santaolalla. Ojalá que sirva para la reflexión. Todo lo que se hace al menos sirve para no olvidar", reflexiona Litto Nebbia.
"Mi papá me invitó a interpretar una canción suya, 'Canción de amor para Francisca', hicimos una versión con Alejo León. Con mi papá solemos tocar juntos y me puse muy feliz cuando me invitó para Conduciendo", cuenta Joana Gieco. "Me siento honrado por que me hayan tenido en cuenta, lo tomo como un gran regalo que me ha dado la música", agrega León, y manifiesta su admiración por el trabajo que vienen haciendo las familias y los músicos. "La música alienta, une, la música salva", evalúa.
"Esta es una causa muy noble, es un ejemplo de lucha, de vida, de resiliencia", define Joana. "Espero que esta edición sirva para seguir sumando. En el recital del año pasado se llegaron a juntar 9 toneladas de alimentos para 13 establecimientos que albergan a 1.821 alumnos, se abrió un nuevo taller de costura, se generó trabajo en la comunidad de Las Hacheras, del Impenetrable, en Chaco. Y la concientización vial que se ha logrado, también es muy importante. Es un trabajo ejemplar".