La auxiliar de maestra jardinera Miriam Carolina Chavarría lleva más de dos años desaparecida de la Capital salteña. El Ministerio Público Fiscal de Salta difundió de nuevo la búsqueda de la mujer solicitando colaboración para encontrarla.

Chavarría desapareció el 26 de agosto de 2019, vivía en el barrio Martín Miguel de Güemes, en la zona norte, junto a sus hijxs y su esposo. Desde entonces solo sus compañeras de trabajo del Centro de Primera Infancia (CPI) Armada Argentina de la ciudad de Salta, que depende del Ministerio de Desarrollo Social, se han preocupado por reclamar su aparición con vida y de demandar respuestas a las autoridades. 

La denuncia de la desaparición de Chavarría fue hecha por su esposo, quien dijo que habían mantenido una discusión por motivos económicos y cuando regresó por la noche, supo por uno de sus hijos que la mujer se había retirado sin llevar efectos personales y sin decir a dónde iba. Sin embargo, las excompañeras y vecinas manifestaron que este hombre llegó a molestarse porque pegaron carteles en el barrio pidiendo ayuda para dar con su paradero.

La presidenta de la Fundación Volviendo a Casa, Isabel Soria, dijo que nunca obtuvo por parte de la familia la autorización para registrar la búsqueda a nivel nacional, que llamó en reiteradas oportunidades al marido de Carolina y no le aportó lo que le solicitaba, como la denuncia y fotos. También había señalado que “aparentemente, ella (Carolina) era víctima de violencia de género”. "Siempre me llamó la atención que nunca lo hayan detenido, es el primer sospechoso. Se sabía por vecinas que ella había sufrido violencia la noche anterior", sostuvo Soria. 

El Ministerio Público Fiscal informó esta semana que la Unidad de Femicidios, a cargo de la fiscala Mónica Poma, continúa las diligencias en procura de dar con su paradero y solicitó la colaboración de la comunidad.

Según lo informado, Poma dispuso numerosas diligencias en instituciones públicas y privadas provinciales y nacionales sin obtener datos ciertos sobre su paradero. La Unidad de Femicidios solicitó que quien pueda aportar datos ciertos sobre la mujer, se comunique con el Sistema de Emergencias 911, con la dependencia policial más próxima o a través del correo electrónico [email protected]. Sin embargo, Carolina Chavarría sigue sin figurar en el Registro Provincial de Personas Extraviadas de Salta. Además, Soria señaló que tampoco figura en el Sistema Federal de Búsqueda de Personas, que permite que la busquen en distintas comisarías del país. 

Inicialmente, las tareas investigativas estuvieron a cargo de la fiscala penal 1, Gabriela Buabse, y ante lo prolongado de la ausencia de Chavarría se dio intervención al fiscal 3 de la Unidad de Graves Atentados Contra las Personas, Gustavo Torres Rubelt. Luego pasó a intervenir Poma. El Ministerio Público Fiscal había informado el 3 de octubre de 2019 que Chavarría fue vista luego de su desaparición en Chicoana y en Rosario de Lerma. Sin embargo, no hubo precisiones sobre las circunstancias en que fue vista y las personas que afirman haberla visto, tampoco se constató que se tratara de ella.

 La hipótesis policial apuntaba en principio a que la mujer “ya tenía previsto retirarse del domicilio. Como así también se puede presumir como hipótesis que la toma de decisión de la señora Chavarría estaría relacionada a la situación económica”, según sostuvo en su momento un informe brindado por el exjefe de Policía Ángel Mauricio Silvestre.

En mayo de este año una vecina relató a Salta/12 que sabe que Chavarria era víctima de violencia de género, manifestó haber escuchado golpes y ruidos, incluso la noche anterior a su desaparición. "Siempre hubo violencia familiar. Siempre se escuchaba", expresó.  

Aunque se haya dado lugar a la hipótesis de que Chavarría se fue por voluntad y por las deudas que tenía, sus conocidas no creen en ello. Una de las vecinas consideró que los préstamos que solicitaba Chavarría eran para la construcción de la casa familiar. "Ella estaba recontenta con su trabajo, emocionada porque el hijo iba a terminar el secundario (…). Ella no iba a abandonar a sus hijos (tres varones y una niña)", afirmó. "Ojalá se haya ido y esté bien porque sufría mucho (con el marido)", añadió.

La última vez que vieron a Chavarría vestía una calza negra, campera negra tipo chorizo y zapatillas. Cuando desapareció tenía 41 años; mide alrededor de 1,50, tiene cabello ondulado, castaño y es de tez morocha.