Por lo menos en 282 mil hectáreas deforestadas del Chaco salteño existen al día de hoy conflictos con poblaciones indígenas y criollas. La superficie representa un poco más del 7 por ciento de las 4 millones de hectáreas que ocupan las poblaciones campesinas en el Chaco salteño, lo que representa un 66 por ciento de la región.
“Se estima que la mayoría de ellas están sin regularizar”, dijo Cristian Venencia a Salta/12, becario doctoral del Programa Land Matrix en su primer informe técnico de 2021 titulado: «Deforestación, tenencia de la tierra e inversiones en tierras».
La falta de regularización dominial aún atraviesa a las comunidades criollas e indígenas del Chaco salteño pese a existir la Ley 26.160 de Emergencia Territorial Indígena, y la provincial N° 7658, que crea el programa de Regularización Dominial y asistencia para pequeños productores agropecuarios y familias rurales.
Los relevamientos se demoran y en algunos casos, como el que se conoció por el desalojo contra la familia Segovia a instancias de un juicio iniciado por Gianfranco Macri en Pluma de Pato (Rivadavia), el proceso judicial no tomó en cuenta la situación de la población rural, en muchos casos, pasando por alto las leyes que la amparan.
La investigación detalla que la superficie total de las GTT (transacciones realizadas entre el 2000 y 2017), abarcan más de 1.6 millones de ha, equivalente al 22 por ciento de la región. Mientras que la superficie en producción (es decir, el área que está deforestada por quienes compraron las tierras en ese lapso), abarca más de 600 mil hectáreas dedicadas principalmente a la ganadería, soja, maíz y poroto.
El “boom” global de los comodities
El recorte del tiempo de las GTT tiene que ver con “un nuevo fenómeno a nivel global caracterizado por inversores que compraron tierras por la crisis económica global y el aumento de comoditties de soja y maíz en la región sudamericana (Argentina y Brasil especialmente), y la palma para aceite en Africa”, explicó el investigador.
La ecorregión salteña involucra un total de 7.2 millones de hectáreas con 1.9 millón de hectáreas deforestadas hasta el presente. Frente a esta realidad, es que Venencia sostuvo que a partir de las conclusiones del trabajo presentado a mediados de septiembre, se empezará a hacer un análisis catastral para determinar en cuáles tierras se deforestó y cuales fueron a instancias de grandes inversores que llegaron a instalarse en el Chaco Salteño antes del 2000.
Entre los ejemplos que lo llevaron a hacer un análisis más profundo, manifestó ejemplos como los de Cresud, que compró tierras en la década del 90 en Los Pozos y lo acontecido en La Moraleja, comprada por el grupo Sanchís. Ambas extensiones, compradas antes del 2000, se encuentran en el departamento de Anta. Otro de los ejemplos es la adquisición de tierras por la empresa DesdelSur en San Martín.
El fenómeno de las lluvias
Hay estudios que proyectaban un período húmedo en el Chaco Salteño desde la década de 1990 ante el aumento de las precipitaciones. Esta podría ser una de las razones que favorecieron a la apropiación de tierras por parte de titulares registrales, y el avance de la frontera agropecuaria. Se sumó a ello que “la región del Chaco argentino significó para estos inversores un territorio con menor regulación para acceder a la tierra a través de la deforestación indiscriminada y las crecientes presiones sobre los titulares de derechos de posesión”.
Los impactos ambientales y sociales resultantes afectaron “predominantemente a los pequeños agricultores y pueblos indígenas que dependen de los productos y servicios proporcionados por los bosques”, indica la investigación de Venencia al citar a otros autores que abordaron el tema. Ante ello, “los usos tradicionales de los bosques, como la caza y la recolección, la ganadería de subsistencia, la cosecha de madera y la producción de carbón a pequeña escala, entre otros, se encuentran en peligro”.
En detalle, Venencia afirmó que “la deforestación en el Chaco de la provincia de Salta fue hasta el año 2020 más de 1.9 millones de hectáreas, lo que representa un 27 por ciento del área total de la región. Si bien la deforestación en la provincia, como en toda la región del Chaco, tiene sus primeros registros durante los años 70, con la llegada de la soja transgénica para el año 2000 este proceso avanzó (…), para el período 2006-2016 se registra la mayor superficie desmontada, más de 600 mil hectáreas equivalente al 32 por ciento de la superficie total deforestada”.
Los datos obtenidos por el investigador muestran que el área de ocupación de las comunidades es de más 3.2 millones de hectáreas “lo que representa el 45 por ciento de la superficie de la región del Chaco salteño”, mientras que “se identificaron 9 mil puestos que pertenecen a las familias criollas de la región”. Se estima que la superficie total ocupada por criollos es de más de 3 millones de hectáreas, lo que equivale al 42 por ciento de la superficie total del área de estudio.
“El área de ocupación de las comunidades indígenas y familias criollas puede superponerse ente sí”, advirtió el investigador al indicar que el “área de ocupación superpuesta es de más de 1.4 millones de hectáreas, y a su vez el área total de ocupación en conjunto de ambos actores es de más de 4.7 millones de hectáreas, lo que es igual al 66 por ciento de la superficie total del Chaco salteño”.