El gobierno porteño debía resolver un intríngulis dado que si quería unificar las elecciones legislativas porteñas con las nacionales tenía que decidir cómo sería la mecánica del comicio. Finalmente, el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta decidió presentar un proyecto a la Legislatura para que se suspenda la instrumentación de la Boleta Única Electrónica en la Ciudad tanto para las primarias abiertas (PASO) convocadas para el 13 de agosto como las elecciones generales del 22 de octubre. El proyecto de ley no tendría problemas para ser aprobado por los legisladores.
Si bien todos los partidos vienen desde hace tiempo discutiendo internamente quiénes serán los posibles candidatos a diputados nacionales y a legisladores de la Ciudad, todavía no estaba determinado el mecanismo de los comicios. En territorio porteño se estableció obligatoriamente el sistema de Boleta Única Electrónica (BUE), el voto en pantalla que se utilizó con éxito en 2015 para la elección a jefe de gobierno en la que resultó electo Rodríguez Larreta. Con la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, quiso extender el sistema a todo el país pero se chocó con la oposición del Congreso. La Ciudad quedó entonces en el dilema de que si hacía las elecciones a diputados y legisladores el mismo día, debían elegirse unos en boleta de papel y otros en pantalla. Probablemente en distintos cuartos oscuros y con diferentes urnas.
Para salvar el entuerto, el jefe de gobierno remitió el miércoles el proyecto de suspensión de la Boleta Electrónica. En ese deseo hay motivos políticos. Luego de que se asegurara a Lilita Carrió como primera candidata a diputada de Cambiemos, Rodríguez Larreta sabe que eso le asegurará por efecto “arrastre” una buena cantidad de legisladores porteños para mantener la mayoría. Hasta que no se aseguró a Carrió, entre los asesores del jefe de gobierno circulaba la idea de desdoblar los comicios, temerosos de que Martín Lousteau les robara bancas.
Ayer, desde la bancada del PJ adelantaban que estaban de acuerdo con la unificación. “Coincidimos en que la elección debe ser separada cuando se elige jefe de gobierno”, respondían. A los partidos también le sirve la unificación para resolver las negociaciones internas de manera global. Como una estrategia que apunta a la unidad del peronismo y de las fuerzas de centroizquierda en un gran frente opositor, el PJ-FpV aspira a conseguir tres diputados y entre seis y ocho legisladores.