La monumental Barby es una de las pioneras que se animaron a montarse en unos tacos para romper las estructuras patriarcales. Maestra de maestras, compañera generosa, reina del lipsync dramático... ¡Ahora es la primera Drag Queen conductora de su propio programa radial!

Hace 13 años te hice la primera entrevista en SOY, Barby querida, ¡estás en un momento espectacular! Contame cómo te preparaste para tu debut del sábado pasado...

-Empecé en el cumpleaños de Vernaci, donde me encontré con Teté Coustarot y en cinco minutos me coucheó para que no me quede con la mente en blanco en pleno aire (risas). Te juro es una mujer tan amorosa. Además de leer todos los días un diario en voz alta, me recomendó que siempre tuviera una notita, alguna cosita para leer y compartir en momentos en los que se haga el temible “silencio de radio”. Parece que me vio cara de aterrada por el debut. Estoy feliz.

Qué camino recorriste en la radio de la mano de La Negra Vernaci, con Humberto Tortonese...

-A mí me bancaron mucho. Yo era un hueco, una imagen, una imagen de un gordo montado de mujer y de adorno de un boliche. Si te fijás en mi historia no tengo mucha experiencia de show. Gracias a todos los consejos, a que La Negra me ayudó durante todo este tiempo a explotar una faceta mía que tenía a flor de piel... Hace un año se gestó la idea de que tuviera un espacio propio y aquí estamos.

Hace 13 años te pregunté sobre el matrimonio... me dijiste que no te importaban los papeles en ese momento... ¿cambiaste de idea?

-¡No sólo cambié de idea sino que me casé! Soy variable de opinión. Me reformé (risas).

¿Cómo te llevás con el tiempo pasado?

-Yo creo que la gente resentida es la que reniega de su pasado, de sus orígenes. Sin exagerar tampoco, como alguna gente que dice “dormí en la calle”, “mamá se sacaba la comida de la boca”, etc... ¡no hace falta tanto! ¡No me banco los discursos border, una nota los hilos! Esa búsqueda de empatía.

¿Cuál fue tu búsqueda?

-Mis ganas iban para el lado actoral, nunca pensé hacerlo bajo un disfraz. Te hablo de los principios de los 90's... cuando las drag queen no existíamos casi: las únicas que estaban eran La James, Topacio, Isis... Fueron la escuelita... Mis referencias eran Ru Paul con Supermodel y Lady Bunny. Había que ser muy investigadora para llegar a Divine de John Waters, todas referentas. Siempre admiré los pelucones rubios y el mensaje ácido y contestatario de Lady Bunny, por ejemplo... A mí me gustaba ser vista, que me vean, que me acepten.

La primera vez que vi a Ru Paul's Race fue en el video Good Stuff de los B-52s en 1992 y quedé flasheadx...

-Yo me acuerdo que cazaba solamente la peluca, unas pestañas y una muñeca barbie de una sobrina y me iba a Búnker. ¡Y ahora hay miles! ¡Lo que evolucionó el maquillaje! Y ahora todas tienen una luz legranezca en sus casas y salen divinas en las redes. A mí me hubiera encantado tener un John Waters en mi vida. Me hubiera encantado hacer cine.

Si algunx cineastx nos está leyendo, ya sabe...

-Tienen mucho prejuicio sobre mi (risas). Yo veo escenas de Divine y hubiera comido mierda, yo también me hubiera tirado a nadar con un pescado, que me tiren ácido en la cara y salir con la cara deforme... con un Almodóvar me encantaría trabajar.

Bueno, sos joven, podés empezar una carrera de cine todavía.

-Es que ya estoy grande (risas) ya soy una persona adulta. La cosa va por dentro... la marcha... ya tengo marchas abuelísticas de quedarme dormida mirando la tele. Hace 23 años estoy junto a mi pareja y fue él quien me dijo que yo debía hablar con Vernaci, y así empezó todo.

¡Contame un poco más sobre el programa!

-El programa se llama “Soy tan biutiful” y salimos al aire por POP Radio. Le pusimos así por una canción que grabé y me parecía que iba bien con el programa. La idea es acompañar en la previa con buena música, historias sexuales bien jugosas los sábados a la noche, no va a faltar la sección Very Important Puto ni los famosxs invitadxs.