El proyecto de presupuesto 2022 le asigna a las políticas con perspectiva de género 2.058.923 millones de pesos, equivalente al 3,4 por ciento del PBI estimado para 2022. En comparación con 2021 registra una suba real del 19,3 por ciento anual, según detalla un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda.
Anses tiene a su cargo la ejecución del 77 por ciento del presupuesto con políticas públicas con perspectiva de género. Su asignación presupuestaria marca un incremento de 7,9 por ciento en términos reales en comparación con 2021, explica un informe de Undav. La recuperación del presupuesto de las políticas públicas con perspectiva de género del Ministerio de Trabajo se explica por el fortalecimiento de la moratoria previsional, único reconocimiento monetario al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, que registra una suba del 6,2 por ciento en comparación al año anterior. Esta partida incluye a las 185.000 mujeres que alcanzaron la cobertura previsional con la implementación del "Programa Integral de Reconocimiento por Tareas de Cuidado". Le sigue en importancia la AUH y AUE, con un incremento de 13,6 por ciento comparado con 2021.
Cecilia Gonzalez Bonorino, integrante del Observatorio de Políticas Públicas de la Undav, explicó a este medio que “cuando el macrismo extendió la moratoria previsional no modificó la fecha de corte para comprar años de aporte (la dejó fijada en 2003). Esto hizo que durante el 2016 hasta el día de hoy las mujeres tengan menos posibilidad de comprar aportes y muchas quedaron excluidas de poder jubilarse. De ahí la importancia de la implementación del programa integral de reconocimiento de aportes por tareas de cuidado que permitió que entre este año y el año que viene 185.000 mujeres puedan jubilarse. Es así que el presupuesto de la moratoria empieza a crecer después de cuatro años de retroceso”.
El total de mujeres jubiladas de entre 60 y 64 años en marzo del 2016 eran 654.006, en marzo de 2120 tan solo 410.297. Esas son las 300.000 mujeres de entre 59 y 64 años que mencionaba Fernanda Raverta, directora de Anses, a la hora de presentar el programa. Aquellas que están en edad de jubilarse pero que no podían hacerlo porque no cumplan con los 30 años de servicios requeridos. "La moratoria es la política más importante en el reconocimiento monetario del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado y la más importante en términos presupuestarios al hablar de políticas públicas con perspectiva de género", expresó Bonorino.
El Ministerio de Desarrollo Social registra una suba de 94 por ciento en comparación con 2021. La Tarjeta Alimentar alcanzaría a 2.603.779 de mujeres y el programa Potenciar Trabajo con 733.868 mujeres titulares activas incrementará el total de titulares de derecho en un 10 por ciento respecto a 2021. Casi que duplica el presupuesto dirigido a mejorar el acceso a los alimentos y la autonomía económica de las mujeres.
El primer presupuesto con perspectiva de género fue en 2019 y hasta el día de hoy se integraron más conceptos y se amplió la definición propia de equidad de género. Una de las pautas centrales que tiene este presupuesto es entender al sistema de cuidados como un sector estratégico para el desarrollo inclusivo.
El presupuesto del Ministerio de Educación estaría más que duplicando los valores reales de 2021 (+129,1 por ciento interanual), explica el informe. Este significativo incremento se debe al mayor presupuesto dirigido al fortalecimiento edilicio de jardines de infantes, entendiendo a la infraestructura de cuidados como un sector estratégico para el desarrollo inclusivo.
“Esta medida es fundamental porque lo que hace es generar empleo. No solo por la misma construcción genera empleo sino porque si las mujeres pueden dejar a sus hijos en el colegio también pueden insertarse en el mercado laboral. Este es un pilar central dentro de presupuesto me parece destacable”, mencionó la integrante de Undav.
El presupuesto del Ministerio de las Mujeres marca un incremento de 13,4 por ciento. El Ministerio de Justicia registra una suba de 38,2 por ciento. Se destaca la partida “Protección de Víctimas de Violencias” y el programa de “Rescate y Acompañamiento a víctimas de Trata” con subas reales de 42, y 12,9 por ciento, respectivamente.
“En la situación de urgencia que estamos viviendo, nada es suficiente. Hay que tener en cuenta que el presupuesto 2022 se construyó con el supuesto de que acordamos con el FMI, porque de otra manera deberíamos destinar el 4 por ciento del PBI a pagar esta deuda. Este porcentaje, supera el presupuesto destinado al conjunto de políticas con perspectiva de género. Dicho de otra forma, si la gestión estuviera a cargo de un gobierno neoliberal, como Cambiemos, probablemente gran parte de este presupuesto se destinaría a la especulación o pagar deuda y no a contener la difícil situación que hoy atraviesan millones de mujeres”, concluyó Bonorino.