“Mi hija Laura a los 19 años me dijo ‘mamá nadie quiere morir pero miles vamos a morir y no será en vano’, y ese es el compromiso que nos alienta y nos anima, junto con la paz de hacer las cosas bien porque hace 40 años que caminamos y buscamos sin violencia”. Con visible cansancio pero sin perder su lucidez y serenidad, así definió Estela Carlotto la jornada histórica del miércoles cuando cientos de miles de personas se pronunciaron en Plaza de Mayo contra el fallo de la Corte Suprema que beneficia a genocidas.
“Es el amor que tenemos, que trasciende otro sentimiento que piensan que tendríamos que tener, nos lo transmitieron nuestros hijos entregar la vida para un país mejor”, agregó.
En tanto, Nora Cortiñas pidió que renuncien Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco, los jueces del máximo tribunal que se pronunciaron a favor de aplicar el 2x1 en la reducción de la condena a un represor, y dijo que lo mismo tendría que hacer el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, quien fue uno de los primeros en apoyar la medida repudiada el jueves en forma multitudinaria en las plazas de todo el país.
“Yo les diría a los jueces de la Corte que renuncien, no pueden seguir representando a la justicia, lo que hicieron es lo contrario de lo que esperamos de la justicia, sería ético que lo hagan”, dijo Cortiñas. Para la dirigente, los jueces Rosatti y Rosenkrantz, nombrados por el gobierno de Macri en la Corte Suprema, “fueron puestos para esto”. Cortiñas expresó: “Yo creo que el Presidente fue provocando esa indignación y avanzando en una situación ofensiva para el pueblo. Lo que hicieron fue un agravio al pueblo, la sociedad ya no tiene paciencia porque tiene más conciencia política y tolera menos estas cosas”. Para ella, el repudio social “fue una advertencia para el Gobierno”.
En declaraciones luego del acto, Carlotto dijo que se sienten “huérfanas ahora del que tiene que ayudarnos, que es el que tiene el poder, pero no de la sociedad, estamos muy acompañadas y protegidas por todos los sectores” y destacó que la movilización del miércoles “fue algo excepcional”.
Por su parte, Taty Almeida afirmó que “este gobierno sigue violando los derechos humanos, hay presos políticos como Milagro Sala y sus compañeros de la Tupac”, y confesó que “el acto fue un alimento, maravilloso, una respuesta y un alerta a la justicia y al Gobierno, hay todo un pueblo que sale, protesta y exige”. Almeida recordó que Néstor Kirchner “fue el primer presidente que tomó los derechos humanos como política de Estado no de un gobierno, un Estado presente, que continuó Cristina Kirchner, por eso es una diferencia abismal con este Presidente; a este gobierno no le importa el genocidio ni los 30 mil desaparecidos”.
Sentadas en un sillón rojo en el programa El Destape que conduce Roberto Navarro, Carlotto, Almeida y Cortiñas compartieron su satisfacción por la respuesta masiva que tuvo el repudio al que habían convocado. El periodista elogió la vitalidad de Cortiñas, y ella riendo le respondió “parece que tuviera 85 en lugar de 87”. Para esta Madre de Plaza de Mayo, de la línea Fundadora al igual que Almeida, “fue una marcha de la resistencia, dijimos no avancen porque el pueblo va a salir a la calle, y va a estar presente para defender la democracia con justicia, memoria y verdad”. Y agregó: “Argentina tiene que seguir siendo un país que lucha contra la impunidad, todo lo que hicimos los organismos es demostrar que queremos ese camino sin venganza. La noche que se llevaron a las monjas, madres y familiares de la iglesia de la Santa Cruz un grupo de jóvenes estaban creando ATE, por eso nunca nos sentimos solas.”