En la sexta jornada del juicio que se sigue por dos causas a Lautaro Teruel, el eje de los testimonios estuvo en lo que marcaron los psicólogos del Cuerpo de Investigadores Fiscales, quienes calificaron al acusado de tener un pensamiento inmaduro, infantil y omnipotente, con indiferenciación sexual.
Teruel está siendo juzgado por una primera causa de abuso sexual con acceso carnal agravado por el grave daño en la salud de la víctima en concurso ideal con exhibiciones obscenas agravadas continuadas en concurso ideal con corrupción doblemente agravada por tratarse de una menor de 13 años y por mediar engaño.
En la segunda, Teruel fue imputado por abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas en coautoría con Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán.
Ayer declararon dos psicólogos del CIF y otro de parte, responsables de evaluar a los imputados Marco Lautaro Teruel y Gonzalo Isaac Farfán, como así también, a la víctima de la primera causa.
En relación al principal acusado, a quien entrevistaron en tres oportunidades, afirmaron que éste asumió la culpa y se mostró preocupado por el bienestar de las víctimas, al tiempo que advirtieron un pensamiento inmaduro, infantil y omnipotente, con indiferenciación sexual. Precisaron que el acusado tiene comprensión de sus actos y que presenta un perfil neurótico obsesivo.
Sostuvieron que la culpa generó en el acusado la necesidad de castigo y perdón, y puntualizaron en que la indiscriminación sexual viene acompañada de la fantasía infantil.
En este sentido, explicaron que el acusado no logró aún diferenciar lo masculino de lo femenino en el desarrollo psicosexual, por lo que desde su mente infantil, es capaz de ver a un menor de edad como un par sexual.
En relación al coimputado Gonzalo Isaac Farfán, una de las psicólogas del CIF, quien lo entrevistó en dos oportunidades, también advirtió un comportamiento inmaduro e infantil, con dificultades en la formación de su personalidad e incapaz de controlar sus emociones. Sostuvo que presenta agresividad y sufre estados de angustia, temor y ansiedad.
También hizo hincapié en que el coimputado presenta fabulación y tiene un pensamiento que lo aleja de la realidad, o bien, necesita transformarla para aceptarla.
En relación a la víctima de la primera causa, menor de edad al momento que sucedieron los hechos, los psicólogos indicaron que presenta indicadores compatibles con un avasallamiento sexual y destacaron que existió una asimetría de poder y de conocimiento sexual, lo que llevó a la perplejidad a la menor al momento de los hechos denunciados.
Los peritos además indicaron que puede haber existido un evento novedoso en su historia vital que provocó efectos en su conducta. Ella ya se encontraba en un estado de vulnerabilidad. Su madre habló de un cambio abrupto en la forma de ser de I. J.A. Por ejemplo, en su forma de vestir, que pasó a una oscuridad total, propia de la cultura Emo.
Señalaron que al momento de la evaluación, la niña presentaba buen grado de concentración y memoria conservada, pero se observaron cuestiones conflictivas asociadas a un desorden emocional, lo que afectaba su desempeño académico.
Por otra parte, hicieron hincapié en que no presentó indicadores de mendacidad, fabulación o confabulación.
También declaró un perito de parte que realizó un informe pericial acústico sobre los audios telefónicos ofrecidos como prueba en los que Teruel admitía los hechos y que se viralizaron apenas se conoció el caso. El técnico concluyó que técnicamente no se puede confirmar ni descartar la autenticidad de los audios y reconoció que las herramientas de edición necesarias no son de acceso al ciudadano común y que la confirmación de la autenticidad le compete a la autoridad judicial.
La séptima jornada de la audiencia de debate a cargo de la Sala III del Tribunal de Juicio, presidido por la jueza Carolina Sanguedolce y con la vocalía de los jueces María Gabriela González y Pablo Farah, se desarrollará este martes 5 de octubre, desde las 8.30, en el Salón de Grandes Juicios del Poder Judicial.
Durante la primera semana, las declaraciones estuvieron centradas en la primera acusación, en tanto desde el viernes comenzaron a recibir testimonios de la segunda de las causas. Ambas víctimas ya dieron su testimonio, y en ambos casos debieron interrumpir el relato por indisposiciones de salud o por la dificultad emocional para revivir lo sucedido.
El juicio despertó interés en la sociedad no solo por las acusaciones en sí, sino también porque Teruel es hijo, hermano y sobrino de tres de los integrantes del conjunto folclórico “Los Nocheros”.