La Justicia de Tucumán le dictó prisión preventiva a la novia de Roberto Rejas, el exguardiacárcel condenado por doble femicidio y prófugo la semana pasada del cuartel de Bomberos de la capital provincial. La mujer está acusada de favorecer la huida de su pareja, condenado por el femicidio de su ex y de su hijo.
La decisión fue adoptada por la jueza Fanny Siriani tras un pedido formulado por el fiscal subrogante de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas (GAP), Pedro Gallo, quien solicitó que Patricia Gómez permanezca con prisión preventiva por el plazo de 84 días en el Instituto de Rehabilitación Femenino Santa Esther, acusada del delito de "favorecimiento doloso de evasión".
Según las fuentes, el fiscal Gallo había pedido que la prisión preventiva de la acusada tenga una duración de 6 meses, ya que consideró que existe peligro de fuga, a raíz de que su hermana vive en una ciudad fronteriza, pero la jueza no hizo lugar al recurso planteado. Gómez es integrante del personal docente de la Escuela Julio Argentino Roca, institución lindera a la División de Bomberos, donde permanecía alojado Rejas.
"La pena no va a ser de cumplimiento condicional. Es una investigación compleja y ha sido una evasión organizada y planificada a favor de un doble homicida, quien además es un ex agente policial", señaló el fiscal, quien acusó a Gómez de ayudar a Rejas con información, recursos económicos y movilidad para que cometiera el escape. Para realizar tales acusaciones, el investigador se basó en el testimonio de un testigo y el registro de las cámaras de seguridad cercanas al domicilio de la imputada, en donde se ubicó al prófugo y a Gómez dentro de un automóvil Volkswagen negro.
La evasión de Rejas se produjo cerca de las 21.30 del pasado 27 de septiembre cuando le solicitó a un guardia permiso para ir al baño ubicado en el primer piso de ese cuartel. Sin embargo, al advertir que se demoraba más de lo permitido, un custodio ingresó para ver qué sucedía y se dio cuenta de que el condenado había escapado por una ventana. Los investigadores sostienen la hipótesis de que Rejas había planeado la fuga con anticipación, ya que la noche que escapó un auto lo esperó estacionado sobre calle hacia la cual da la ventana por la que saltó.
El 22 de septiembre pasado, a cinco años del doble crimen de Milagros Avellaneda y su hijo Benicio, Rejas fue condenado a prisión perpetua por los delitos de "homicidio agravado por violencia de género y alevosía", y quedó con prisión preventiva por seis meses hasta que la sentencia quede firme.
El fallo de primera instancia aclaró que si el condenado decidiera aportar datos acerca de dónde se encuentran los cuerpos de la mujer y el niño, se reconsiderará la pena impuesta. De acuerdo con la investigación del caso, Milagros y Benicio fueron vistos por última vez el 28 de octubre de 2016 cuando salieron de su casa, ubicada en el Barrio Lola Mora, de la capital tucumana, donde ambos vivían junto a otro hijo de la mujer y a Ojeda, abuela de los niños.
Según se determinó en la causa, madre e hijo estuvieron en la zona del Parque 9 de Julio a bordo del auto de Rejas, a quien la mujer le reclamaba que reconociera al niño como propio. En ese momento, Milagros le envió mensajes a una amiga, en los que le manifestaba que Rejas la estaba golpeando.
Esa fue la última actividad que se registró en el celular de la joven, quien al igual que el niño perdió desde ese día contacto con todos sus allegados. Para los investigadores fue en ese momento en el que el ahora condenado los asesinó e hizo desaparecer los cuerpos.