En vísperas del mediodía, en plena primavera tardía, el sol se siente en las entrañas del Club Harrod's Gath y Chaves, en Belgrano. El paisaje asoma ideal para un día que no será uno más: en pocos minutos Guillermo Coria será oficializado como el nuevo capitán de la Copa Davis. "¿Me pongo la campera?", pregunta instantes antes del inicio del acto oficial de la Asociación Argentina de Tenis que lo confirmará como el sucesor de Gastón Gaudio, quien finalizó, tras la última victoria ante Belarús, un controvertido ciclo que desprestigió el cargo.
Ya calzado con la indumentaria del equipo argentino, en cuya manga izquierda reza el número 31, en relación al lugar que ocupa en la historia de los capitanes, el Mago se emocionó ante el nuevo viaje que acaba de emprender. Finalista de Roland Garros 2004 y ex número tres del mundo, esperó tres años por este momento. En septiembre de 2018, en una serie ante Colombia en San Juan, ya había tenido su primera experiencia como capitán: compartió con el propio Gaudio y con Guillermo Cañas el "triunvirato de urgencia" que asumió tras el despido de Daniel Orsanic. En aquel momento quedó sellado el pacto: el Gato asumiría luego como único conductor y, dos años después, le tocaría a él.
“Esto estaba hablado desde San Juan: yo iba a continuar después de los dos años de Gastón, que después fueron tres por la pandemia. Estaba preparado, claro que lo veía, pero una vez que se oficializa es muy fuerte. Cuando venía en el viaje me decía 'no te vas a emocionar', y cuando hablé me emocioné. Es un volver a vivir. Me siento como cuando jugaba", expresó Coria, en diálogo con Página/12.
El Mago hará su debut en marzo de 2022, en los Qualifiers, la instancia previa a la clasificación para las Finales, el certamen que suplantó al viejo formato de la Davis y que reúne a los mejores equipos del mundo para la disputa por la ensaladera. La serie será mano a mano, con cinco puntos al mejor de tres sets, ante un rival ubicado entre el 5° puesto y el 18° en las Finales de este año o frente a uno de los que jugaron la misma reclasificación del Grupo Mundial I en la que la Argentina derrotó a Belarús.
En esta nueva etapa Coria mantendrá la base del cuerpo técnico que acompañó a Gaudio y sumará como subcapitán a Martín García, un doblista cuyo mejor puesto en el ranking ATP fue el 21° en mayo de 2001, quien sustituirá a Gustavo Marcaccio -seguiría ligado al proyecto de selecciones de la AAT-. También podría incorporar a alguien más a corto plazo. La intención primordial será recuperar la comunicación periódica con los jugadores, un aspecto que Gaudio no pudo desplegar en los últimos tiempos, que lo tuvieron abocado a actividades ajenas al tenis, aunque también surge una meta más: recuperar a Juan Martín Del Potro.
-¿Cuál es la planificación inmediata?
-Hablo bastante con Marcaccio; tenemos reunión la semana que viene o en diez días, cuando Gastón vuelva de viaje, para terminar de concretar la primera charla de varias que vamos a tener. Ellos ya me mandaron un mail con todo el resumen de lo que hicieron. Hay detalle de las cosas buenas, de las que ellos creen que hay que mejorar y de las que quedaron a medio hacer. La pandemia hizo más difícil todo, incluso el seguimiento de los chicos. Creo que Gastón se quedó con un sabor amargo por eso. Es raro encontrarte con los jugadores pocos días antes de una serie. Le tocó así, pobre. Yo tengo esa ventaja para fortalecer el diálogo y la comunicación. Ahora mi relación será desde otro rol; habrá un ida y vuelta con otro respeto pero hablamos el mismo idioma.
-Vas a ser un capitán más presente.
-La clave es el diálogo. Es fundamental con los jugadores. Gaudio no pudo tenerlo por la pandemia. Marcaccio lo mantuvo un poco por estar en el circuito (NdR: es el coach del español Jaume Munar) y por eso tomó ese rol. Gastón le dedicaba mucho tiempo pero tenía otras cosas y yo, a diferencia suya, estoy cien por cien para esto. Puedo viajar más al interior, estar en los torneos, compartir más presencia con Totó (NdR: Franco Squillari, director de Desarrollo de la AAT). Es un gran mensaje para los chicos que vean al capitán de Copa Davis con el director de Desarrollo; por más que me hayan visto muchas veces ahora es diferente como capitán. Hay que transmitirles esa energía a los chicos, aprovechar a charlar con los padres, ver la posibilidad de encontrarse con las Federaciones del interior, hablar con los medios locales de cada rincón del país. Es clave para el motor del tenis.
-Siempre te quedó la espina de no haber jugado más la Davis, ¿esto es una revancha?
-Siempre lo digo: jugué sólo una serie de local y me genera mucha bronca (NdR: 5-0 ante República Checa en 2005). Siempre tuve resultados acá: gané el Challenger y después el ATP con toda la cancha llena, son sensaciones que a mí siempre me gustaron y me hacían sentir cómodo. Es una deuda: muchas series no me tocaron en mi mejor momento. Ojalá ahora pueda tener muchas series como capitán y sentir el público porque yo no me pude despedir de la gente adentro de una cancha. Mi sueño es que, el día que me toque retirarme, me despidan con un aplauso y todos los jugadores agradezcan por lo que les haya dado durante estos dos años.
-¿Qué esperás desde la parte emocional?
-Uf, va a ser muy fuerte lo que se va a vivir. Yo soy muy inquieto y lo vivo con mucha intensidad. Pero la idea es transmitirles confianza a los chicos y será fundamental el roce con los entrenadores para saber cómo les gusta a ellos el día a día. En la Copa Davis se viven momento especiales y muy diferentes en relación con el circuito. Ya lo viví en San Juan y tengo esa experiencia previa que fue como un primer paso.
-Pero ahora te vas a sentar en la silla…
-No estuve en la silla en San Juan pero participamos los tres, cada uno desde una punta. Estuvimos todos activos. Pero ahora es más responsabilidad porque voy a estar yo ahí en los puntos, en los cambios de lado, donde aparecen los nervios y donde muchas veces los chicos están calientes. La clave es transmitir la tranquilidad con lo que uno puede ver de afuera.
-Antes de San Juan dijiste que Argentina volvería a ganar la Davis.
-Para mí es poco que Argentina tenga sólo una Copa Davis por todo lo que significa. Somos un país que está lejos de todo, que siempre sufre la situación económica y que siempre corre de atrás. Tenemos material, no paramos de sacar jugadores. Se viene una camada espectacular que me hace acordar a la nuestra, con rebeldía, frescura y buena mentalidad.
-¿A quiénes ves con potencial?
-No, no, a todos. No quiero mencionar a ninguno porque va a pasar como nos pasó a nosotros: se van a ir contagiando entre ellos. Van a funcionar como espejo y se van a adaptar a las velocidades, aunque ahora es más tarde. Una vez que esta camada de chicos se adapte a la velocidad, al ritmo de hoy, a ganar, ganar y ganar, va a dar muchísimo que hablar. Ojalá estos chicos nos superen a nosotros.
-¿Vas a hablar con Del Potro?
“No hablé nada todavía porque primero quería esta presentación y no anticiparme a nada. Ya es oficial, ya soy capitán, y ahora quiero hablar con Gastón y con Marcaccio para ordenar un poco la estructura con todo el cuerpo técnico. Tenemos tiempo, quedan muchos torneos. No va a faltar la oportunidad de juntarnos con Juan Martín para hablar y que me cuente cómo está, qué piensa él.
-Tenés la intención de juntarte. Si es en Miami te vas hasta Miami…
-Sí, claro. Con Juan Martín y con cualquier otro jugador. Pero hablamos de Juan Martín porque es nuestro referente y es la persona que necesitamos que vuelva a jugar por su bien personal y por el bien del tenis. Como capitán quién no quiere tener a un referente como él. Juegue o no juegue, tenerlo en el equipo es muy importante por la inyección que te da por el público y por todo lo que genera su figura, como generaba en su momento nuestra camada. Es nuestro referente, se merece estar en una cancha y estoy convencido de que va a estar en una cancha.