Vecinos de Misión La Paz advirtieron a Salta/12 sobre la llegada de camiones de gran porte para dejar bolsas con granos de maíz que luego son pasadas en bote por el río Pilcomayo hasta la costa paraguaya.
Comprendida en jurisdición del municipio de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia, Misión La Paz es la última población argentina antes del puente internacional que une al país con Paraguay, a través de la pequeña localidad de Pozo Hondo.
La denuncia fue corroborada por Alejo Gallardo, vecino de la zona y referente de la comunidad Chulupí de Misión La Paz. Gallardo afirmó que por una cuestión de seguridad el paso de las bolsas que contienen maíz procesado “se hace a la luz del día y está a la vista de la Gendarmería”.
Gallardo alquiló una pieza en el terreno de su vivienda, “con papeles y todo”, al dueño de una finca de Aguaray (en el departamento San Martín), para acopiar maíz molido.
El referente corroboró las denuncias públicas sobre el transporte de maíz en bolsas de 50 kilogramos desde la orilla argentina del Pilcomayo en Misión La Paz hasta la ribera en Pozo Hondo, ya en Paraguay.
Contó que las bolsas son cargadas por personas que tienen de 16 años “para arriba”, miembros de las comunidades de Misión La Paz. De este lado se cargan 12 bolsas en un bote y otras 8 en uno de porte menor. Luego dos personas van empujando los botes hasta la otra orilla, ya en el vecino país, donde otros habitantes ribereños descargan las bolsas.
“Hay veces que pasan entre 200 y 700 bolsas”, dijo el referente indígena al entender que existiría un convenio entre el dueño de la finca de Aguaray y los compradores paraguayos que serían sus socios.
Mientras, las personas que ofician de porteadores “cobran entre 120 y 130 pesos” por cada bolsa que cargan. Gallardo, calculó que por mes llegan entre 5 y 10 camiones y llevan entre 350 y 700 bolsas por cargamento.
En el traslado por el río trabajan entre 35 y 40 personas desde los 16 años de edad, “y dependiendo de la cantidad que son pueden ganar entre 3 mil y 4 mil pesos por día, o por una carga de tres horas. Cuando son más, ganan entre 2.500 y 3 mil pesos por día”, sostuvo el referente. No obstante, afirmó que él solamente tiene el contrato de alquiler con el finquero que envía los camiones. Al comparar el pago por esta tarea con el salario que se abona por otros trabajos que dan “los criollos” de la zona, señaló que en estos casos una persona puede ganar entre 800 y mil pesos por día.
Por primera vez
El 13 de septiembre pasado Gallardo firmó un contrato de alquiler de 8 mil pesos por mes, aunque aclaró que se irá ajustando según las particularidades de la economía.
Y si bien entendió que este transporte de mercadería sin pasar por un control de Aduana sería cuanto menos irregular, relató que en la zona “no hay ninguna otra salida laboral para la gente”, por lo que este tipo de trabajos implican una oportunidad para quienes no tienen otras alternativas de subsistencia. “Consideramos que no es robo ni nada de eso”, dijo.
El referente contó que miembros de la Gendarmería (en Misión La Paz hay un puesto de la fuerza) fueron a hablar con él sobre esta situación, pero que les explicó los pormenores del contrato con el finquero. “Además, se sabe que a dos kilómetros (de Misión La Paz), aguas abajo, también pasan distinta clase de mercadería”.
Ante la posibilidad de que se reabran los pasos fronterizos, Gallardo afirmó que habló con la persona que le alquiló la pieza para acordar que el trabajo se siga realizando en la zona “y que el camión no pase de largo nomás” por el puente que une a Argentina y Paraguay en Misión La Paz. En principio, según se entendió, habría un acuerdo de palabra para que el trabajo de frontera se desarrolle de esa manera.
No se obtuvieron respuestas desde la Gendarmería Nacional y desde el Ministerio Público Fiscal Federal (que sería el que tiene competencia en este tipo de causas) se indicó que se desconoce que haya denuncia formal alguna por el paso de mercadería en la zona, que, según se explicó, “no es legal de ninguna manera”.