Emanuel Ginóbili disputará una vez más una final de Conferencia Oeste de la NBA. San Antonio Spurs alcanzó esa instancia tras derrotar anoche en semifinales de Houston Rockets. El equipo del bahiense se impuso como visitante por 114 a 75 y así cerró la serie 4-2, el mismo marcador con el que definió también los cuartos de final antes Memphis Grizzlies. Ahora se las verá con el poderoso Golden State Warriors.

El escolta argentino permaneció 16 minutos en cancha, lapso en el que anotó 2 puntos, bajó 3 rebotes y entregó 4 asistencias. Ginóbili  jugó la mitad del tiempo que lo había hecho en el quinto cotejo, en el que fue clave para la victoria de los Spurs al taparle un tiro de tres al final del partido a James Harden, la figura estelar de los Rockets.

En este sexto partido y ante la ausencia de su jugador estrella Kawhi Leonard, que fue preservado ya que tenía levemente afectado el tobillo izquierdo como producto de una acción que lo dejó fuera de competencia en el tiempo suplementario del encuentro anterior,  el entrenador Gregg Popovich por darle la titular al impetuoso Patty Mills en la base para suplir con su dinámica la falta del goleador del equipo. El entrenador dejó en el banco al joven veinteañero Dejounte Murray, más cerebral y menos vertical en su juego.

Con esas características, Popovich optó por 'Manu' para que tomara circunstancialmente la base. Pero los Spurs tenían guardada otra carta en la manga, que no había aparecido en plenitud en esta serie: LaMarcus Aldridge. El ala pivote que en julio cumplirá 32 años se vistió de Leonard no solamente en ataque y fue en un pilar fundamental de la defensa. Anotó  y consiguió 12 rebotes, uno más que el español Pau Gasol, que bajó 11 y anotó 10 tantos.

Pero un factor importante para justificar esta caída de Houston Rockets, por el que solamente sacó la cara con algo de elegancia su goleador Trevor Ariza con 20 puntos, acompañado en algunos pasajes por Clint Capela (15 tantos y 12 rebotes) fue la sequía de su Harden. La figura de los Rockets estuvo demasiado errática y esto fue mellando el ánimo de sus compañeros.

Por otro lado, los de San Antonio exhibieron esa mística de las instancias decisivas que los llevó a otra final de Conferencia. La parada ahora no es fácil: además de no contar con ventaja de localía se enfrentarán con el campeón de la temporada 2014-2015 y subcampeón de la 2015-2016, el potente Golden State Warriors de Stephen Curry y Kevin Durant.