Durante la novena jornada del juicio que se sigue en su contra, Lautaro Teruel declaró ante el Tribunal y admitió los abusos cometidos contra una niña que se tramitan en una primera causa, y por el contrario, negó haber abusado de la joven que lo denunció en la segunda causa. De esta manera concluyó la etapa de testimonios, ya que las audiencias se reiniciarán el martes de la semana próxima y los alegatos serán el jueves 14.
Teruel, de 30 años, está siendo juzgado por dos causas acumuladas por delitos de abuso sexual. En la segunda se encuentran coimputados otros dos amigos suyos, Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán.
"Era una necesidad mía, interna de pedir las disculpas que tenga que pedir", sostuvo Teruel ante el Tribunal de Juicio presidido por la jueza Carolina Sanguedolce e integrado también por Gabriela González y Pablo Farah. Asistido por el abogado Juan Casabella Dávalos, Teruel solicitó declarar este jueves, pero rechazó responder preguntas.
“Reconocí los hechos desde el primer instante ante la fiscalía. Es lo que sale en los audios y lo que le reconocí a mis viejos y a la psicóloga, con todo el dolor del mundo”, manifestó respecto a la primera denuncia en su contra y por la que el fiscal Sergio Federico Obeid lo acusó de los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado, agravado por el daño en la salud de la víctima, en concurso ideal con corrupción de menores doblemente agravada por tratarse de menor de 13 años y por mediar engaño.
“Estoy arrepentido por lo que fui en ese momento. Sé quién soy ahora y quién no quiero ser el día de mañana. Mi intención siempre fue remediar algo que hice y estuvo mal”, expresó Teruel. Resaltó que desde hace dos años y medio se viene “haciendo cargo” porque es algo que le “pesa en la conciencia”.
En lo que respecta a la segunda denuncia realizada por una joven que lo acusa de haberla violado junto a sus dos amigos imputados, en enero o febrero de 2014, cuando ella tenía 19 años, Teruel dijo que “los hechos sucedieron como los relató Silvio Rodríguez”, que el viernes pasado negó que se haya cometido un abuso sexual contra esta denunciante. “Nunca fue mi intención abusarme ni de ella, ni abusarme de su estado. Nunca la juzgué por lo que hicimos, nunca la vi mal. Nunca tuve una percepción mala de lo que sucedió (...). Quiero aclarar que con (la denunciante) jamás tuvimos nada, fue solamente ese hecho (…), ni antes ni después de ese hecho nunca tuvimos onda, más que lo que sucedió, que fue casual, que fue en consentimiento”, sostuvo el principal acusado.
Teruel relató como asumió que la joven consistió el acto sexual, aunque ella asegura que no fue así. "Asumo que me tiré un lance para entrar a la pieza pero yo toqué la puerta, y pedí permiso para entrar, y ellos, los dos aceptaron", sostuvo el acusado.
"Tanto yo como Silvio hubiésemos sido incapaces de hacer algo así y me pareció muy extraño, me sorprendió que ella haya hecho ese descargo", expresó. Dijo que se asombraba sobre todo porque "el hecho sucedió en la madrugada", y luego "ese mismo día" en la tarde la joven estuvo en la pileta de su casa compartiendo con amistades en común. "Pasaron unos meses, ella me pidió el número de Silvio y yo se lo di", aseguró.
Además, Teruel refirió que tiempo después estuvo en el cumpleaños de la joven, "ella me agradeció, me abrazó y me dijo que disfrute de la fiesta. Entonces después cuando hace el descargo (en facebook) me sentí muy sorprendido, nunca me imaginé que ella había tomado las cosas de esa manera. Intentamos hablar entre todos, porque creo que la intención de ella fue hablar con nosotros y la intención nuestra fue hablar con ella, no se dio esa charla y se terminó armando todo esto", declaró.
"No fumó marihuana"
En un momento de su declaración Teruel dijo que le gustaría “aclarar el tema de la marihuana”, porque "se discute un montón en este juicio". "La marihuana es una cosa muy privada y muy íntima de mi familia, que incluso hace ya 7 años me parece, no es para nada íntima, mi papá lo hizo público", sostuvo.
En los audios grabados por la víctima de la primera causa, Teruel le recomendaba fumar flores y no el "porro paraguayo". Por ello, expresó en su declaración que "quiso darle un consejo" a la entonces adolescente, y afirmó que él conoce del tema. "Una o dos secas causa el mismo efecto que si fumás un porro completo de paraguayo, con la única diferencia de que las flores no te dejan resaca, no te hacen doler la cabeza y no te destrozan la cabeza como hace el paraguayo", afirmó.
Teruel también quiso "aclarar" que la segunda denunciante durante la noche en la que sucedió el hecho que se debate en el juicio "no fumó marihuana", y lo juró por su "libertad". “Desde que empecé a fumar a los 19 años, siempre supe que el alcohol y la marihuana no van de la mano. Entonces si yo la veo en el estado en que la vi alcoholizada jamás en la vida se me hubiera ocurrido darle marihuana”, manifestó. Indicó que el efecto de la marihuana es "relajarse".
"En mi casa la gente que viene sabe que fumamos marihuana. En mi caso jamás le ofrecí a alguien, en mi caso la pregunta siempre fue '¿te molesta que fume?' (...). Si fuma, le convido porque es una planta que en mi casa se la cuida, se la siembra con cariño, únicamente para que dé un fruto que nos haga bien", afirmó. Además cuestionó al fiscal Obeid y le dijo que sus indicaciones son "prejuiciosas". Teruel sostuvo que sería "incapaz" de inducir a las víctimas a consumir para aprovecharse de esa situación.
Respecto a la acusación que le hace la segunda denunciante, Teruel insistió en que hubo consentimiento. "Son experiencias que se le pueden dar a muchos jóvenes, en este caso se nos dio a nosotros (...). Jamás la forcé a nada. Jamás fue mi intención abusarme de ella. En el momento en que ella me dijo 'basta' le dije 'está bien'", sostuvo. Indicó que la joven le pidió que se detuviera cuando vio que ingresaba Farfán. Agregó que este joven "no tiene nada que ver con esto". Dijo que le preguntó a la joven si estaba bien y ella le dijo que sí pero que no quería más. Luego habló con Farfán, quien estaba fuera de la habitación y le dijo que le llamara un taxi, para él porque se quería ir y vería si la denunciante quería ir con él porque vivían cerca.
Por último, Teruel se refirió a personas que consideró, habían hecho "tanto daño", y se refirió a la mamá de la primera víctima, quien lo denunció por los abusos sexuales cometidos contra la niña; también mencionó al abogado Santiago Pedroza; al fiscal Obeid, que lo imputó en las dos causas, y a la auxiliar fiscal Roxana Durand.
Pericias psicológicas
Por otra parte, ayer declararon la psicóloga Virginia Allende y el psicólogo Nicolás Arias Gómez, quienes realizaron una pericia conjunta a Farfán. Manifestaron que el joven estaba pasando por una situación de tensión porque a raíz de la acusación fue expulsado de una banda de música. Señalaron que él tenía una relación conflictiva con su padre, quien había ejercido violencia intrafamiliar y de quien luego su madre se separó.
Al respecto, indicaron que el joven desarrolla un repliegue a su mundo interno como mecanismo defensivo. También indicaron que concibe la figura masculina con los rasgos de autoridad y de virilidad, y por temor a identificarse con éstos, se inclina a funciones reactivas. Y pusieron énfasis en que el joven intenta posicionarse como lo opuesto a la figura de su padre.
Lxs peritxs indicaron que Farfán ve a la figura femenina como frágil y vulnerable pero a la vez, con mayor protagonismo y actividad. Dijeron que la identifica con su madre, y que siente angustia por no haberla podido defender antes. También sostuvieron que si bien los mecanismos de funciones reactivas parecen funcionar en él, no descartan que puedan fracasar ante algunas situaciones, los rasgos de autoridad y virilidad, "de lo que intenta alejarse". Señalaron que tiene indicadores de una personalidad neurótica y no encontraron en él rasgos de mendacidad.
Además, declararon una psicóloga y una pedagoga del programa de apoyo escolar del Ministerio de Educación, quienes intervinieron ante un pedido de la preceptora del colegio al que acudía la víctima menor de edad de la primera causa.
La psicóloga Natalia del Olmo Sansone dijo que realizó algunas entrevistas con la adolescente porque se había realizado cortes y de esa situación se percató la preceptora del colegio por lo que pasaron a intervenir desde el programa para el cual trabaja. La profesional aclaró es psicóloga educacional y no clínica. Dijo que la joven se encontraba en riesgo, con ideaciones suicidas y que además tenía baja autoestima y se percibía desvalorizada. Por ello citó a la madre y pudo entrevistarla también. Si bien la psicóloga sostuvo que la niña presentaba problemas relacionados con el vínculo materno.
El fiscal y la querella ejercida por la defensora de género, Liza Medrano, indagaron respecto a si los indicadores que mencionó la profesional podrían ser los de una víctima de abuso, la psicóloga dijo que "sí podrían". También aclaró que la estudiante no le hizo mención a que había padecido un abuso. Dijo que le realizó las entrevistas en un zoom de la institución escolar, en que entraba y salía gente, y no estaba dado el contexto para que la adolescente pudiera contarle si había sufrido un abuso sexual. Indicó que narrar esas situaciones es difícil para las víctimas y más con un desconocido que es lo que era ella para la adolescente en aquel momento. Para generar un contexto en el pudiera contar lo que le pasaba la derivaron a una psicóloga del Centro de Salud de Ciudad del Milagro.
También la pedagoga Silvina Areco dio cuenta de los problemas que presentaba la víctima en la institución escolar a la que asistía: "bajo rendimiento y baja autoestima". "Yo no puedo", fue una expresión que le refirió. Dijo que la adolescente necesitaba apoyo, que habló con la madre por este tema.
La próxima audiencia será el martes de la próxima semana. El abogado Marcos Gorriti anunció que Farfán declarará ese día. El 14 de octubre serán los alegatos.