La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) anunció este viernes que 136 países dieron su aval para la implementación de un impuesto mundial a las multinacionales del 15 por ciento, que se cobrará a partir de 2023.

"El histórico acuerdo (...) redistribuirá a países de todo el mundo más de 125.000 millones de dólares en beneficios de unas 100 de las multinacionales más grandes y rentables del mundo, que pagarán su justa parte de impuestos", sostuvo la OCDE en un comunicado. Los países que dieron el aval a la creación del impuesto global abarca a todas las naciones que componen el Grupo de los 20 (G20), del que forma parte la Argentina, la Unión Europea y la OCDE.

El jueves, el ministro de Economía, Martín Guzmán, había ratificado que "la Argentina se ha comprometido a acompañar la propuesta", al participar en una conferencia de prensa en el marco de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional.

Guzmán, no obstante, volvió a repetir que la tasa debería ser mayor, de entre 21 y 25 por ciento, debido a que "la elusión impositiva de las corporaciones multinacionales es uno de los aspectos más tóxicos de la globalización y la digitalización de la economía".

En la misma sintonía, el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, recordó que "la Argentina ha solicitado una tasa impositiva efectiva mínima más alta, de al menos el 21 por ciento, pero preferiblemente del 25. Sin embargo, la mayoría de los miembros apoyan un impuesto no superior al 15 por ciento".

El entendimiento alcanzado en torno al impuesto global se produce luego de varios años de incumplir los plazos y discutir sobre cómo manejar la situación tributaria de empresas tecnológicas como Facebook y Google.

La OCDE, que ha presidido las conversaciones, estimó que una tasa mínima podría finalmente aumentar los ingresos gubernamentales en 150 mil millones de dólares al año, mientras que las nuevas reglas reasignarían 125 mil millones de dólares para que sean gravados en naciones donde las grandes corporaciones generan ingresos, a pesar de tener poca presencia física.

El entendimiento alcanzado contempla también un compromiso de esos países de no imponer nuevos impuestos a los servicios digitales a partir de ahora. El acuerdo se basa en un entendimiento preliminar alcanzado en julio cuando los gobiernos acordaron aspectos clave del plan, como las empresas que estarían sujetas a las reglas de reasignación de ganancias.

Las negociaciones, que se han prolongado por años en la organización con sede en París, se dividen en dos pilares. El primero trata sobre la asignación de los ingresos tributarios, mientras que el segundo busca crear una tasa impositiva corporativa mínima global. De los países involucrados en las conversaciones que alcanzaron un acuerdo preliminar en julio, Kenia, Nigeria, Pakistán y Sri Lanka no ratificaron el entendimiento.