A 54 años del fusilamiento de Ernesto Guevara en Bolivia, su imagen y modo de vida, transformada en emblema, referencia y soporte de identidades políticas, aún persiste en el campo de la disputa por el sentido y se rehúsa a sellar un significado único.
En comunicación con AM750, Juan Martín Guevara contó cómo se enteró de la muerte de su hermano, repasó sus último días y dijo que el legado del Che seguirá vigente mientras siga existiendo la desigualdad en el mundo.
"Muchos en Argentina piensan que el Che era más cubano que argentino. Él en un discurso dijo que no había que extrañarse de que un argentino hubiera ido a luchar a Cuba porque allí vivió Martí y Martí hablaba de la América Unida. El Che siempre dijo que se sintió mexicano en México, guatemalteco en Guatemala y peruano en Perú, pero en su esencia era argentino y nunca se pudo olvidar del mate y del asado", expresó Juan Martín en diálogo con Felicitas Bonavitta en Las 40.
-¿Cómo te enteraste de la noticia de la muerte del Che?
-Yo me enteré al día siguiente cuando vi su foto en los diarios. En aquel momento trabajaba en el reparto de productos lácteos. Me levantaba muy temprano y muy temprano vi su imagen en los diarios. Todo ese día tuve que trabajar pensando en si esto era o no verdad porque muchas veces habían dado la misma noticia. Pero esa vuelta para mí fue impactante porque inmediatamente me dio la sensación de que sí. Cuando terminé de trabajar me encontré con mi familia y discutimos si era una noticia falsa o no. Ahí se decide que mi hermano Roberto vaya a Bolivia para intentar reconocer el cuerpo. Él viajó pero los militares bolivianos no quisieron mostrarle el cuerpo. Luego, desde Cuba nos comunicaron que ellos tenían la seguridad de que el cuerpo era del Che.
-¿Qué pudiste reconstruir de los últimos días del Che?
-Donde funcionan tantos servicios de inteligencia como funcionaron en ese momento en Bolivia, es difícil llegar a la verdad exacta. De lo que estoy seguro es que el Che fue asesinado y no murió en combate. Se sabe que a los Estados Unidos llegó el mensaje de que "habían capturado a papi" y desde Estados Unidos dan la orden de fusilar al prisionero.
-¿Fue cambiando la imagen que tenías de tu hermano a través del tiempo?
-Más que ir cambiando la imagen de mi hermano se me fue acentuando. Yo siempre digo que yo soy hermano de sangre de Ernesto Guevara pero soy compañero de ideas del Che. Mi cercanía con él es con sus ideas, acciones y pensamientos. Con lo que escribió y e hizo. Cuando él habla del pueblo habla de la explotación del hombre por el hombre. Este es su concepto y por eso es un enemigo mortal del capitalismo, de la apropiación de los demás por parte de unos pocos.
-¿Qué se decía en tu casa sobre el camino que eligió el Che?
-El camino del Che fue todo un proceso. No se convierte en Che Guevara de un día al otro. Hay todo un camino que él va haciendo que fuimos conociendo a partir de sus cartas. En ese camino hay dos momentos cruciales en el que uno, mirando para atrás, se dan cuenta que lo marcaron. Uno es en Guatemala con el golpe de (Juan Jacobo) Árbenz. Ahí el empieza a tomar contacto con algunos compañeros cubanos. El otro momento es cuando conoce a Fidel y a los demás compañeros en México y se involucra en lo que es el 26 de julio. En México ya deja de escribirnos y de contarnos lo que está haciendo hasta que en un momento nos enteramos que cae preso con sus compañeros días previos a salir en expedición rumbo a Cuba. Ernesto fue el último en salir en libertad porque a él lo acusaban de comunista. Cuando salieron inmediatamente se suben al Granma y se van. Ahí tenemos la certeza de que el se embarca en esta decisión de luchar por la libertad de Cuba.
-¿Quién se hace cargo hoy del legado del Che Guevara?
-Siempre digo que la imagen del Che aparece en todos lados porque la situación del mundo es igual o peor a la del mundo que el Che quería cambiar. Esta peor en el sentido de la inequidad, en el sentido de la desigualdad, en el sentido de los poderosos y de la explotación del hombre por el hombre. Por todo lo que luchó el Che está igual o peor. Su legado es la lucha. No se consigue nada sin unidad, organización, lucha, decisión, estrategias. Ése el legado. Por supuesto se necesita valor y calidad ética. Galeano tiene un hermoso poema donde dice que al Che no lo pudieron hacer desaparecer porque él lo que pensaba lo decía y lo que decía lo hacía. Ese es el ejemplo del Che. Hay que luchar para conseguir la libertad, la soberanía, la independencia si a eso se quiere llegar. El camino es largo y difícil.