"Este disco es el más Patagonia de todos", afirma Franz Funes, cantante y compositor de Patagonia ReVelde, mientras sortea la lluvia del viernes entre entrevistas y logísticas propias de la autogestión. Como suele ocurrir, para el líder del grupo son éstos días agitados: esta noche, y acompañado por Tobías Arribillaga (guitarra y coros), Lisandro Bressi (batería), Nahuel Boglione Martínez (bajo), Ramiro García (guitarra acústica y coros), Alejo Bravo (trompeta) y David Paez (saxo), Funes estrenará en Rosario Bajo el árbol de la verdad, la placa que, reconoce, "suena a lo que la banda suena en vivo".

El flamante material fue lanzado dos meses atrás y llevará a la banda nuevamente a las rutas. El show de esta noche en Teatro Vorterix (Salta 3519), que contará con la participación de Spooks y Los Pérez García como bandas invitadas, será también punto de partida para una agenda que incluirá conciertos en distintas localidades del interior de las provincias de Santa Fe y de Buenos Aires, como así también en Córdoba, San Luis, San Juan, Formosa, Mendoza y el sur argentino. En cada punto, los Patagonia le darán vuelo a un set de obras que fortalecen su vínculo con el rock-canción. "Jamás dejamos de hacer lo que a nosotros nos gusta", apunta entonces Funes, que amplía: "Cada vez que tenemos ganas de movernos, o llevar la canción para un lado que nos gusta, lo hacemos con el mayor de los respetos, con mucha humildad. En cada género que uno aborda ésa es nuestra mirada. Después, la cuestión cancionera siempre estuvo, Patagonia nunca fue detrás de un único palo. Cuando una canción entra a la cocina, a la sala, siempre hemos tratado que tenga su fluidez, su movimiento, que vaya para donde esa energía pide".

- ¿Qué mirada tienen del disco transcurrido ya algún tiempo desde la grabación (realizada entre marzo y julio de 2016) y los procesos de mezcla y masterización?

- Me pasa que tengo un enamoramiento con las canciones. Uno las puede empezar a ver desde otra perspectiva, no tanto con la cabeza en el baile. Se puede escuchar la devolución de la gente, los amigos, la familia. La sensación que me deja el disco es la satisfacción por el esfuerzo de un laburo tan grande, porque a nivel producción hemos tenido la oportunidad de laburar con gente muy capaz (tanto en Romaphonic como en Humahuaca, nuestro estudio), y ver que la cosa llegó a buen puerto, que hicimos buenas elecciones. Es una satisfacción, una alegría, juega por ahí la cosa. Nos sentimos plenos.

- En las letras del disco aparece una mirada más madura, pueden hablar de una experiencia de vida sin perder la mirada sobre lo social, pero quizás desde un lugar más interno, apuntando a cómo posicionarse frente a distintas relaciones.

- Sí... a mí me quedó marcado cuando de chico un gran amigo, Rubén Patagonia, me dijo: 'Franz, cantá, pero no cantes al pedo'. Esta cuestión de cantar y contar lo que a uno le pasa con lo que pasa es una marca que ya viaja, es inevitable. Porque está latente todo el tiempo, la búsqueda arranca siempre por ahí. Sin embargo, también es inevitable la cuestión de que hemos ido creciendo con este proyecto, muchos somos padres, Patagonia es ahora una gran familia. Todo eso se ve reflejado en el disco y las canciones. Porque los discos representan siempre un momento particular de la banda, entonces esta cuestión reflexiva está tan presente en las canciones.