Después de semanas de internas expuestas y heridas abiertas, la foto de unidad del Frente de Todos se produjo frente a los movimientos sociales. El acto en Nueva Chicago fue una apuesta a recuperar la mística y potencia territorial que había estado ausente en el último año de gobierno, pero también fue un gesto hacia la militancia que venía arrastrando una importante cuota de enojo y desilusión con el gobierno nacional. Luego de la derrota en las PASO, las organizaciones sociales llamaron a las autoridades a "escuchar más" y atender las demandas de los sectores que, en los últimos dos años, habían dejado de acompañar al oficialismo con su voto. En diálogo con PáginaI12, referentes de distintas organizaciones sociales insistieron en la necesidad de una mayor presencia de les funcionarios en el territorio y llamaron a acelerar la agenda de demandas populares de cara a noviembre. Muches, además, se mostraron preocupados por la circulación de discursos que estigmatizan los planes sociales. "Nosotros vamos a ir casa por casa a buscar los votos para dar vuelta la elección. La gente no quiere volver atrás, pero la salida de la crisis es desde abajo hacia arriba", advirtieron varios a este diario.
"Empezamos a transitar un nuevo tiempo, el tiempo de la desdicha y la enfermedad se ha quedado atrás, ha llegado el momento de empezar a militar como siempre militamos", arengó Alberto Fernández frente a más de 40 mil militantes en la cancha de Nueva Chicago el jueves. El evento, organizado por Barrios de Pie y el Movimiento Evita, había sido una bocanada de aire fresco para el gobierno nacional luego de semanas de tensiones internas, y se presentó como una excelente ocasión para dar comienzo a una nueva etapa de campaña con mayor cercanía con el territorio. "Nos dimos cuenta que con la unidad sola no alcanzaba, había que dotarla de una serie de respuestas ante la difícil situación que nos dejó la pandemia y volver a motorizar la militancia con la señal de que íbamos a recorrer barrio por barrio a dar vuelta esta elección", analizó Daniel Menéndez, candidato a diputado y coordinador de BdP. El vínculo con las organizaciones sociales venía siendo áspero, ya que los movimientos advertían que el termómetro en Casa Rosada no era el mismo que en los barrios, por lo que la participación del Presidente en el plenario sirvió también para reconectar al Gobierno con sus bases. Estas le correspondieron con un potente gesto de apoyo que, sin embargo, no estuvo exento de algunas recriminaciones.
"Todavía falta mucho por hacer para el sector de los desocupados, precarizados y trabajadores de la economía popular. No se colmaron las expectativas basadas en las grandes necesidades que existen y por eso el resultado del 12 de septiembre", sostuvo Fredy Mariño a este diario, dirigente de la Corriente Clasista y Combativa de La Matanza que durante el acto habló en defensa del Gobierno. "El Gobierno puso iniciativa en la pandemia, poniendo un peso en el bolsillo de los más pobres con la AUH, el IFE, la Tarjeta AlimentAA. Pero poner un peso no alcanza cuando la inflación se lo come en unos días. No fue suficiente y la gente votó decepcionada porque en el 2019 estaba esperando otra cosa, otras políticas que no consistieran solo en poner plata en el bolsillo sino en invertir es nuestras unidades productivas y cooperativas", indicó.
En este sentido, la batería de medidas económicas anunciadas en las últimas semanas -- como el aumento del salario mínimo y las asignaciones familiares o la jubilación anticipada-- fue recibida con escaso entusiasmo. "Son cosas que están bien pero que tienen poco impacto. Que te aumenten 600 pesos la asignación te sigue haciendo sentir que sos pobre y estás viviendo de las migajas del Estado", explicó Toto Marcioni, referente de Corriente Pueblo Unido que también habló durante el acto de unidad en Mataderos. Marcioni, al igual que todes les referentes consultados, insiste en que hay una demanda concreta de trabajo y que el Gobierno debe responderla fortaleciendo la economía popular. "No hay que romperse la cabeza buscando grandes planes inabordables, hay que recurrir a políticas que ya se probaron y funcionaron, como las del primer kirchnerismo. Ahí hubo una decisión política de emplear para un porcentaje de la obra pública a los vecinos y vecinas sin trabajo de las cooperativas, y funcionó", razonó y agregó: "La discusion no es convertir planes en trabajo, sino que la gente que cobra o no planes tenga trabajo reconocido y pagable".
En las últimas semanas, en el Gobierno comenzó a ganar terreno un discurso que machaca con que "hay que reemplazar los planes sociales por trabajo genuino". La semana pasada, Sergio Massa presentó un proyecto en este sentido --denominado "Un puente al empleo" -- que, lejos de generar consenso, despierta cierta inquietud entre los movimientos sociales. "Eso es un discurso de derecha que desmerece el trabajo que nosotras venimos haciendo. ¡Pero si somos laburantes! Que vengan a conocer nuestras experiencias y el laburo que hacemos cocinando en los merenderos, haciendo cloacas. Se enfocan en hablar de los planes, ¿por qué no empezamos a hablar de quienes especulan constantemente con los alimentos?", cuestionó, indignada, Dina Sánchez. Dina es secretaria adjunta de la UTEP y referenta del Frente Popular Darío Santillán y no fue al acto del jueves enojada por la proliferación de discursos que "invisibilizan el trabajo de muchas compañeras". "La economía popular llegó para quedarse y es momento de fortalecerla y dotarla de derechos. ¿Por qué cuando se piensa en empleo se piensa en grandes empresas? ¿Por qué no empezar a pensar en cooperativas, PYMEs o fábricas recuperadas?", resaltó.
A pesar de los cuestionamientos, existió cierto concenso entre las y los entrevistados de que el Presidente había "recibido el mensaje" y que las organizaciones sociales redoblarían los esfuerzos para dar vuelta el resultado de cara a noviembre. "Yo creo que escuchó y me parece bien porque, a pesar de todo el enojo, nosotros vamos a seguir trabajando para lo que sucedió en las PASO no vuelva a suceder. Pero me gustaría que todos los funcionarios que trabajan detrás de un escritorio vengan y empiecen a conocer más", indicó Dina Sánchez. "La gente está desencantada y con apatía, pero escuchando a ver si el gobierno toma el mensaje. Todos tenemos en claro lo que expresa la oposición y el desastre que implicaría una vuelta atrás, hay que acelerar la reactivación económica y sintonizar la velocidad de los reclamos de la gente con la velocidad de la respuesta del Estado", sostuvo, por otra parte, Menéndez. Del otro lado, coinciden todes, está el macrismo, y lo que no une el amor lo une el espanto.