La defensora de género Liza Medrano es querellante en representación de la víctima de la primera causa por abuso sexual, en el juicio que se sigue contra Lautaro Teruel, adelantó que por dicho caso pedirá una pena de prisión de 15 años para el acusado. Esta semana se prevé que se le dicte la sentencia por los delitos contra la integridad sexual en perjuicio de una niña cuando ella tenía entre 10 y 13 años y de una joven de 19 años.
Medrano relató que comenzó a trabajar con la víctima luego de que su madre radicara la denuncia, en ese momento había contratado un abogado particular pero ante la exposición mediática que éste le dio al caso, optó por revocarle el poder y otogárselo a la defensora. La joven "fue a la Defensoría con su mamá porque era menor de edad, tenía 17 años. Los hechos ocurrieron cuando ella era niña. La madre radicó la denuncia a principios de 2019. Se inició el proceso, la investigación y Teruel quedó detenido", explicó.
Durante el proceso de juicio, la defensoría de género ha garantizado que la víctima reciba contención psicológica. "Está siendo brindada por la psicóloga del Ministerio Público de la Defensa. Por la ansiedad y las repercusiones del juicio, lo que hace es brindarle herramientas de relajación, y cómo llevar estos elementos de crisis", explicó Medrano. Detalló que la psicóloga elaborará un informe con las conclusiones de esta contención para aportarla luego a otrx profesional que continúe el tratamiento a la joven.
"Se hizo lugar (desde el Tribunal de Juicio) al pedido formulado por la defensoría para que la víctima pueda declarar sin la presencia de los acusados, del público y de la prensa sin ninguna objeción. Eso habla de un actuar con perspectiva de género, no solo se ha desalojado la sala, se ha permitido que una profesional la acompañe. No es lo mismo a que se siente sola a declarar. El primer día no estaba bien, la psicóloga pudo advertir que empezó a descompensarse y por ello se pidió que pueda pueda salir y se dispuso un cuarto intermedio", contó Medrano.
La defensora manifestó que "sería bueno que se tome como parte de la práctica judicial" el acompañamiento psicológico a las víctimas de abuso sexual. "La psicóloga no habla, no hace gestos, solo acompaña. Que pueda darle la mano a la víctima o ponerle la mano en la espalda es significativo. No es fácil declarar, menos ir a exponer estas cuestiones tan intímas y dolorosas como las que la víctima padeció desde temprana edad". "Es muy importante, no es la primera vez que pido esta práctica y vemos mucho la diferencia cuando las víctimas declaran solas de cuando lo hacen con una psicóloga o con una persona al lado", explicó.
Medrano resaltó que intentarán que la víctima pueda sostener un tratamiento psicológico después de la sentencia y esperan que Teruel reciba una condena para que la joven pueda "cerrar esa etapa en su vida" ya que "tiene un daño grave en su salud sobre todo psicológica". La defensora dijo que articularán con programas de Nación y Provincia para que la joven acceda a políticas públicas para víctimas de violencia de género, "vamos a pedirlo a los fines de que pueda cumplir el proyecto de seguir sus estudios (…) Todavía no hemos iniciado ese proceso porque ella estaba esperando el debate".
"Esta parte va a pedir 15 años de prisión efectiva para Teruel", sostuvo Medrano, por los daños ocasionados a su representada "porque además de haber (cometido) hechos que afectan la libertad sexual, estamos ante hechos que han afectado el desarrollo normal de la sexualidad de una persona y por las secuelas que vive mi asistida, a ella le va a llevar un tratamiento largo y sostenido (poder sanar)", explicó la defensora.
Respecto a la víctima, expresó que "sigue adelante porque es una joven muy fuerte. Que sabía a lo que se iba a enfrentar, es admirable que se siga sosteniendo a pesar de su corta edad e incluso tenga proyectos". Medrano consideró que ni la condena perpetua redime los daños que causa el abuso sexual en las víctimas "porque han quedado marcadas de por vida".
Teruel declaró el viernes pasado, aunque dijo que estaba arrepentido y que reconoció los abusos sexuales hacia la víctima de la primera causa en los audios que ella grabó y en su declaración ante la fiscalía, la defensora de género consideró que no es así.
Medrano explicó que Teruel dice que cometió "tocamiento" y que luego se detuvo, lo que encuadra en el abuso sexual simple que prevé una condena mínima. Sin embargo, la defensora aclaró que esos hechos no condicen con los relatados por la víctima que encuadran en la calificación fiscal de abuso sexual con acceso carnal calificado por el grave daño en la salud de la víctima en concurso ideal con exhibiciones obscenas agravadas continuadas, en concurso ideal con corrupción doblemente agravada por tratarse de una niña de 13 años y por mediar engaño.
La defensora explicó que Teruel le admitió además a la abuela de la víctima que la obligaba a practicarle "sexo oral" cuando era una niña y que esto es coincidente con el relato de la víctima, por ello la calificación fiscal. Sin embargo para Medrano, Teruel buscó a la abuela de la víctima y le contó sobre los abusos a la nieta, asustado luego de que otra joven, la segunda denunciante, lo escrachara en facebook y desde el principio buscó que no lo denuncien. Medrano consideró que Teruel solo dice que se arrepiente porque con eso busca que se le atenúe la condena.
Medrano recordó que Teruel dijo durante su declaración "más daño que nosotros lo hicieron cuatro personas", refiriéndose a la mamá de la víctima que lo denunció, al fiscal y a su auxiliar y al anterior abogado particular de la causa. "Al fiscal Obeid lo pone como que lo dañó pero no hizo más que cumplir con su labor", sostuvo Medrano.
La defensora recalcó que cuando el padre Mario Teruel declaró en la audiencia, dijo que (la abuela de la víctima) le contó lo que Lautaro le confesó (los abusos sexuales contra la niña), y sostuvo "hablamos y lloramos, y yo pensé que esto iba a quedar ahí. Después me dice (que la mamá de la víctima) está haciendo lío". "Eso es minimizar, creer que con hablar y pedir disculpas esto ya pasa. De repente la madre de la víctima es la culpable, cuando en realidad como madre cumple una obligación. En los hechos (Lautaro) Teruel no se hace cargo, sigue culpabilizando a una madre", sostuvo Medrano.
Para Medrano las pruebas para condenar a Teruel están y en la segunda causa, que tiene además como coimputados a sus amigos Silvio Rodríguez y Gonzalo Farfán consideró que también hay elementos de cargo para que los tres sean condenados "queda deteminar hasta que grado está la connivencia de los tres".
La defensora explicó que ante los casos de abuso sexual, la víctima, además es testigo único de los hechos que vivenció, "cuando el testimonio es claro, sostenido, coherente y sin contradicciones, esos son elementos suficientes para sustentar una condena".
"Desde la defensa están tratando de decir, que en la causa en que intervengo es mentira porque lo que la víctima quiere es dinero. Respecto a la otra causa, no se le encuentra ninguna motivación más que pedir justicia", sostuvo Medrano. La defensora contó que su asistida expresó que desea que con su denuncia pueda proteger a otras niñas y mujeres, además señaló que ella le cree a la segunda denunciante en todo lo que relató que le hicieron. Además aclaró que su asistida está en derecho de pedir un resarcimiento económico pero no lo ha hecho.
"Hablar es el primer paso”, manifestó Medrano ante los casos de abuso sexual. Señaló la importancia de que la sociedad identifique estos hechos como delitos y sepa cuáles son las consecuencias. Además señaló que ambas víctimas en las causas contra Teruel pasaron por secuelas psicológicas, algunas similares, porque callaron esos abusos por mucho tiempo. "Esto puede permitir que otras jóvenes tengan en cuenta estos hechos o si les paso algo similar, que sepan que esto no es algo insignificante. Que sepan que es un delito, que callarlo genera daño", expresó.
La defensora aclaró ante planteos de familiares de Teruel a la prensa en lo que argumentaban que debía hablarse de "supuesta víctima" y no de víctima, algo que también sostuvieron los abogados defensores, que "la ley 27372, de derechos y garantías a las víctimas de delitos, las menciona como víctimas, no supuestas, ni en potencial, aún antes de una condena (…) Pero mucho más en este caso en particular se puede hablar de víctima, en que este imputado es confeso", aseveró.
Las defensorías de género se crearon en 2016 en Salta, funcionan dentro del Ministerio Público de la Defensa. En Capital hay dos, (una está a cargo de Medrano), y una en Orán, Metán y Tartagal. Están a cargo de abogadas con formación y perspectiva de género que el Estado dispone para la asistencia y representación gratuita a las víctimas de escasos recursos que no pueden pagar una representación letrada privada.
Medrano resaltó que desde 2016, tiene 3000 legajos en trámite, "en cuanto a las querellas, son por abuso sexuales en su mayoría, y a niñas", informó.
Las defensorías de violencia familiar y de género, asisten a requerimiento y se puede solicitarla de lunes a viernes, de 8 a 13 en horario de atención al público. También disponen de la línea 3874084561 que funciona de lunes a lunes de 8 a 20 horas para asesorías urgentes.