Luis Spasiano, padre de Renzo Spasiano, uno de los dos argentinos que iban en el yate que desapareció el pasado 28 de septiembre cuando volvía de llevar ayuda humanitaria a Haití, contó este lunes que la búsqueda de la embarcación fue reactivada y se mostró esperanzado con la posibilidad de encontrar a su hijo.
La búsqueda se retomó en las últimas horas "gracias al cónsul y al embajador que hicieron gestiones diplomáticas y tuvimos el apoyo de Argentina", contó este lunes Spasiano.
El consulado argentino en México, por su parte, confirmó a Télam la reactivación de los operativos pero sostuvo que por el momento no hay novedades. "Estuvieron saliendo embarcaciones y el avión de la Marina mexicana, pero sin resultados positivos", explicó.
"Estoy asombrado y agradecido, están haciendo un trabajo increíble", destacó el padre de Renzo, quien elevó en los últimos días, junto a los familiares de Carlos Juárez, el otro tripulante argentino desaparecido, un pedido a la Marina mexicana para que continúe el operativo de rastreo, ya que tras una semana sin pistas se había entrado en un proceso de "búsqueda pasiva".
Ahora "los están buscando intensamente", celebró el hombre. Y añadió: "No sabemos cómo resistimos, pero lo voy a encontrar, sé que lo voy a encontrar".
El último contacto
Según precisó en diálogo con radio La Red, la última información disponible es del 28 de septiembre, cuando el barco estaba llegando a Cozumel, luego de haber pasado por el puerto de Jamaica para recargar combustible.
"Venían derecho de Jamaica a Cozumel, ya estaban llegando y el posicionamiento dio su última señal a unos 230 kilómetros aproximadamente, ya estaban llegando", señaló el padre del tripulante.
Renzo Spasiano (20) viajaba a bordo del yate M.O.I Guadalupe, que pertenece a la empresa de Carlos Juárez (45), el otro argentino desaparecido.
El barco iba al mando del capitán cubano Denis Manuel Fernández Díaz y había partido desde Puerto Aventuras (en México), el pasado 17 de septiembre para llevar ayuda a las víctimas del terremoto que en agosto causó más de 2.200 muertos en Haití. El cuarto tripulante es Martín Alejandro Vega Argaez, un marinero de origen mexicano.
El yate contaba con un teléfono satelital y quienes estaban en contacto con la tripulación "estuvieron llamado durante horas y sonaba pero no contestaban", recordó Spasiano, quien se pudo comunicar con su hijo por última vez "cuando estaban en el puerto de Jamaica".
El padre de Renzo, mecánico marítimo de profesión, afirmó que la embarcación tenía todos los sistemas aptos y estaba en condiciones. Además, la nave "mide 83 pies, si se hunde, se incendia o se parte al medio, siempre flota algo", dijo sobre la esperanza de encontrar a su hijo con vida.
El mar, según pudo constatar luego de sobrevolarlo varias veces en estos días, está calmo, "una plancha, no hay manchas blancas de espuma y las condiciones hasta ayer eran excelentes. El barco debería estar flotando", insistió.