El flamante secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, asumirá este martes en reemplazo de Paula Español, luego un fin de semana largo que se tomó para armar equipos que, cuentan en su entorno, serán un misterio hasta tanto tome funciones ejecutivas. Todo es veloz para el nuevo cuadro, que tiene punteada una agenda con un título central: bajarles la fiebre a los alimentos. Según confiaron a Página I12 desde su entorno, todo girará sobre ese eje. La premisa es clara para Feletti: si no hay baja en precios de alimentos, no hay aumento de salarios que alcance.
Más allá de que ya había rumores circulando -sobre todo por lo espesa que se había tornado la relación entre Español y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, tras la renuncia fallida de la ex secretaria- Feletti se enteró de su designación el jueves, luego de un llamado del hiperactivo Jefe de Gabinete de ministros, Juan Manzur. En esa charla, el tucumano le aclaró que era un pedido del presidente Alberto Fernández que quedara al frente de un área espinosa, la de la articulación del conflicto distributivo con un sector privado obsesionado con las remarcaciones.
Si bien recién el martes tomará estado de situación, los que frecuentan a Feletti aseguran que la visión es que hay una tendencia, más del lado de los proveedores que de los supermercados, de corregir por precios y no esperar volúmenes. En su equipo creen que hay condiciones dadas para un despegue económico similar al del 2002-2003 que incremente ventas y genere un mercado robusto protegido; y en paralelo existe un contexto fiscal favorable, con una negociación avanzada del ministro de Economía, Martín Guzmán, con el FMI tras el cierre del acuerdo por la deuda privada. No se ve, según su entorno, un contexto que justifique las presiones actuales sobre mayores aumentos. Lo que creen que se está dando es una presión monopólica que hay que ordenar.
“Hay que hacer un acuerdo racional, donde se respetan los márgenes de ganancia, donde se respete la posibilidad de expandir la producción y el consumo”, dijo Feletti en la despedida que hizo el domingo último de “Caníbales”, el programa de C5N en el que fue columnista. Aclaró además que en toda esta historia “hay una sola víctima, que es el pueblo argentino que no llega a fin de mes”. Agregó en la misma línea que el país “está en un momento difícil y no puede haber mezquindades”. Este último punto explica su idea antes planteada de discutir el tema de precios lejos de las especulaciones.
Más allá de las construcciones periodísticas a la carta, la visión que el sector privado tiene de Feletti describe bastante más acabadamente al personaje en cuestión. “Un tipo con disciplina económica y convicción ideológica”, dijeron varios empresarios a este diario. Cerca del secretario, no ven esa semblanza con malos ojos y aclaran que la idea inicial es que el problema de los precios urgentes se resuelva en una mesa con todos los actores. Naturalmente, sus equipos creen que no todo es coyuntura local y que también aún hay impacto de los precios internacionales. Sobre todo, producto de exportaciones muy por encima de los cupos, en un mundo que demandó muchos alimentos en pandemia. "Hay que hablar racionalmente de costos y de márgenes de ganancias", fue otra de las frases que dejó en su paso por la TV, también en consonancia con la idea general del plan que se viene.
Buena parte de los sectores con los que lidiará, supermercados y proveedores, lo conocen de los años de su gestión en Nación y en el municipio de La Matanza. En ese distrito, precisamente se vio el pragmatismo. Con el macrismo en Nación, Provincia y la Ciudad, planteó con Verónica Magario un esquema de solvencia fiscal para sostener la autonomía política, ante la guerra de Cambiemos con municipios peronistas.
Cuando entre formalmente a la secretaría, se verá cuál es el relacionamiento que tiene con funcionarios nacionales de relevancia. Aunque esa tensión la viene administrando el propio Manzur, Feletti manejará entre dos ministros que el presidente Fernández sostiene celosamente y que, de una u otra manera, tienen responsabilidad en el combate a la inflación: con Guzmán, tiene pendiente sentarse a charlar cuando el ministro regrese de los Estados Unidos. A Kulfas lo conoce desde bastante antes, cuando compartieron directorio en el Banco Nación.