Tras la muerte de Denisse Cortés Saavedra durante una manifestación a favor de las reivindicaciones del pueblo mapuche, el presidente chileno, Sebastián Piñera decretó el Estado de Excepción durante 15 días con la participación de las Fuerzas Armadas. El mandatario además se refirió a las protestas de comuneros mapuches en las provincias de Biobío y Arauco (región de Biobío) y en las provincias de Malleco y Cautín (región de La Araucanía) como una “grave alteración al orden público”.
En conferencia de prensa, Piñera justificó que el decreto se debe a los “graves y reiterados hechos de violencia vinculados al narcotráfico, al terrorismo y al crimen organizado". Además explicó que el Estado de Excepción tendrá una duración de 15 días prorrogables por otros 15 días más.
La medida fue ampliamente criticada en el país andino. El gobernador de la región de La Araucanía, Luciano Rivas, afirmó que la medida del mandatario conservador "responde a un fracaso que ha venido ocurriendo por parte del Estado hace muchos años en temas de seguridad". “No han estado a la altura de la situación", añadió.
En Twitter, Daniel Jadue, alcalde de la comuna capitalina de Recoleta, afirmó que "(Piñera) busca desviar la atención de sus oscuros negocios descubiertos por los Papeles de Pandora, la militarización de la zona es el camino errado y tendrá duras consecuencias".
El pasado 10 de octubre durante una marcha por la resistencia indígena murió la estudiante de derecho y colaboradora de la ONG Defensoría Popular, Denisse Cortés Saavedra, de 43 años. Su muerte despertó una ola de indignación ante las versiones de Carabineros que apuntaban a culpabilizar a las personas que participaron en la marcha. Representantes de los pueblos originarios y candidatos presidenciales respaldaron la apertura de una investigación sobre las circunstancias de la muerte de Cortés.