En otro capítulo más de las contradicciones de Juntos por el Cambio, la candidata porteña María Eugenia Vidal elogió las indemnizaciones por despido que su propia fuerza política quiere eliminar, en caso de llegar al poder.
El insólito hecho ocurrió durante una entrevista en la que la exgobernadora bonaerense y ahora candidata a diputada porteña acusó una y otra vez al gobierno nacional por “no escuchar” las demandas de la población, y contó una historia que pone en jaque a una de las principales iniciativas de la oposición de derecha.
Vidal contó la historia de Samanta, una mujer con la que fue a tomar un café tras recibir un mensaje por las redes sociales.
“Me escribió por Instagram para decirme ‘trabajé 20 años y usé la indemnización para ponerme un centro de estética porque soy masajista, maquilladora y sé hacer uñas. Y vino el 2019, perdí todo y estoy buscando trabajo desde ese día” y “no quiero un plan ni una jubilación anticipada. Quiero trabajar”.
Es decir que, lo que la mujer le contó fue que tenía un trabajo formal hasta que fue despedida durante el último año de ajustes de los gobiernos de Mauricio Macri como presidente y de Vidal como gobernadora, y que a raíz de eso cobró una indemnización por despido con la cual pudo recomenzar un emprendimiento propio.
Lo llamativo es que la historia de Samanta cuestiona los efectos de las políticas puestas en marcha durante el gobierno de Juntos por el Cambio y a la vez realza la importancia del cobro de una indemnización por despido, que es el derecho que esa misma fuerza política quiere quitarle a los trabajadores.
Sin el porcentaje que le corresponde a una indemnización por 20 años de trabajo, tal vez no habría emprendimiento posible. Tampoco con el cobro del seguro que un despedido recibiría en caso de que las indemnizaciones fueran abolidas, tal como lo propone el macrismo.
La propuesta del macrismo para las indemnizaciones por despido
A instancias del jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, la oposición presentó en las cámaras de Diputados y de Senadores dos proyectos que eliminan la indemnización por despido y la reemplazan por un sistema de aportes que hacen que el propio trabajador sea quien financie su posible despido.
La iniciativa no solo contradice lo establecido en la Constitución Nacional y los acuerdos internacionales con rango constitucional en materia laboral, sino que también deja en el desamparo a la persona despedida, so pretexto de proteger a los empresarios de posibles juicios laborales y gastos por resarcimientos.
El proyecto recibió el rechazo de sindicatos, fuerzas políticas y del gobierno del Frente de Todos, al que Vidal cuestiona por “no escuchar a la gente y no hacer lo que hice yo, que fui a tomar un café con Samanta”.