Francisco habilitó este miércoles la beatificación de Juan Pablo I, quien fuera Papa durante 33 días en 1978, al autorizar el dictado de un decreto que reconoce como milagro la intervención del exjefe de la Iglesia católica en la curación de una niña en Argentina.

Según precisó el Vaticano, el milagro reconocido por el Papa se trata de la curación de una niña de 11 años en Buenos Aires, el 23 de julio de 2011, que padecía "encefalopatía inflamatoria aguda severa, enfermedad epiléptica refractaria maligna, shock séptico".

La medida de Francisco que allana el camino a la beatificación y fue dada en el marco de una audiencia que concedió este miércoles a la mañana al cardenal Marcello Semeraro, en la que autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar un decreto que reconozca ese milagro.

La fecha de la beatificación, una vez cumplidas las instancias administrativas, será fijada por el Papa.


El milagro de Juan Pablo I en la Argentina

En 2011, una niña oriunda de Paraná, Entre Ríos, padecía un cuadro clínico grave con numerosas crisis epilépticas diarias y un estado séptico causado por una bronconeumonía. La niña estaba internada y los médicos le dijeron a su madre que no había nada más que hacer.

La mujer acudió a un párroco de una capilla cercana a la clínica que la había contenido durante la internación. Fue él quien le sugirió rezar e invocar la figura del papa Juan Pablo I. A partir de ese momento, contaron, la salud de la niña mejoró.

Juan Pablo I y su legado

Albino Luciani nació el 17 de octubre de 1912 en Forno di Canale, Venecia, y fue Papa entre el 26 de agosto de 1978 y el 28 de septiembre de ese mismo año. Hubo muchas hipótesis en torno a su muerte hasta que recientemente documentos oficiales confirmaron su deceso a causa de un infarto.

En noviembre de 2017, el papa Francisco había reconocido las "virtudes heroicas" de Juan Pablo I, y lo dejó a las puertas de la posibilidad de convertirse en beato, el paso previo a la santidad.

Juan Pablo I se convertirá en el cuarto Papa beatificado por Francisco después de Pablo VI, en 2014, y Juan XXII y Juan Pablo II, canonizados ese mismo año.