“La Justicia argentina tiene un solo ojo tapado o, para usar otra imagen, parece haber sufrido una hemiplejia. Y se sigue confundiendo la justicia con la venganza; así se hace imposible la reconciliación y la concordia. Estas sólo llegarán cuando toda la sociedad argentina se decida al perdón, a pedirlo y a darlo. Insisto: pedirlo y darlo. Eso es el Evangelio”, dijo el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, en su cruzada por poner al mismo nivel al terrorismo de Estado y a la guerrilla.
En referencia al repudiado fallo de la Corte Suprema que pretendió otorgarle el beneficio del 2x1 a genocidas, el obispo consideró que la acordada “se ajusta plenamente a derecho” y calificó de “inválida” la ley que votó el Congreso para conjurar los efectos de ese fallo.
Aguer, uno de los referentes más conservadores de la Iglesia Católica, no se privó de reivindicar la teoría de los dos demonios y la idea de reconciliación que los obispos habían promovido días antes del fallo. “La opinión unánime es que el fallo de la Corte Suprema se ajusta plenamente a Derecho, y que está en juego el principio constitucional de la aplicación de la ley penal más benigna, que no admite excepciones”, afirmó en declaraciones a AM 1220 haciendo caso omiso de las multitudinarias marchas de repudio a la decisión de los cortesanos.
El prelado criticó las reacciones contrarias a lo dictaminado por el voto de los jueces Elena Highton, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. “Habría que distinguir declaraciones y manifestaciones masivas, unas de otras. Por empezar, me parece gravísimo desde el punto de vista institucional que no se respete íntegramente la división de poderes”.