Hace unos días, el presidente de la Cámara baja en el Congreso Nacional, Sergio Massa, presentó un proyecto de ley cuyo objetivo es convertir los planes sociales en empleo genuino, y de esa manera incluir a quienes reciben esas ayudas del Estado en el mundo del trabajo, pero a la vez generar alivio a las pequeñas y medianas empresas de todo el país. La iniciativa, también incluye y capacitación laboral a los empleados.
La iniciativa de Massa, impulsa la creación del Programa Un Puente al Empleo, con el objetivo de transformar, “de manera gradual y con un criterio federal”, los planes, programas sociales y prestaciones de la seguridad social en empleo formal. A la vez establece facilidades como el mantenimiento de los planes sociales por 12 meses como complemento del salario y el acceso a obra social y ART. Pero a la vez, obliga a los beneficiarios a recibir capacitaciones y completar cursos de formación para acceder a dichos puestos laborales. También podrán participar empleados de cooperativas municipales y de organizaciones sociales.
Para las empresas propone la reducción de hasta el 100% de las contribuciones patronales para las nuevas relaciones laborales por hasta 24 meses por cada empleado, considerando como tope máximo la suma equivalente a dos salarios mínimos por cada uno y con una nómina tope incremental de 5 a 20 empleados.
De manera complementaria, promueve un esquema de protección y regularización de situaciones laborales precarias, para que las MiPyMES puedan regularizar relaciones laborales vigentes e iniciadas con anterioridad a la ley. De esta forma, las empresas podrán rectificar la remuneración real o la fecha real de inicio de la relación laboral sin que se le puedan iniciar acciones penales por el no pago de aportes y contribuciones, entre otros beneficios. Pero para poder acceder a estos beneficios, no podrán reducir la nómina laboral ni tener ningún empleado no registrado.
“Busca ser una herramienta que permite a las PYMEs, provincias, municipios, y a los actores de la economía popular tomar el plan como parte del salario y que el trabajador tenga el acceso a la obra social, al aporte jubilatorio y a su seguro”, detalló Massa.
La medida, explicaron, busca acompañar el aumento del empleo en la salida de la pandemia, considerando que los puestos de trabajo declarados en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), registran un crecimiento de 140.742 entre junio del año pasado y de este año, lo que representa un 1,8% de aumento en los puestos laborales. La construcción y la industria manufacturera son los sectores de mayor desarrollo, concentrando 2 de cada 3 de estos nuevos puestos de trabajo, lo que los hace grandes beneficiarios de esta iniciativa.
¿Qué dicen los funcionarios salteños?
Para la ministra de Desarrollo Social, Verónica Figueroa, el proyecto está orientado a lo que primigeniamente se tenía pensado cuando se crearon los planes, “porque era una respuesta de emergencia ante una situación de crisis económica y laborar y para evitar el hambre y la pobreza”, objetivo que se perdió en el transcurso de los años.
La funcionaria destacó que Un Puente al Empleo, busca de manera gradual incluir en los sectores de la economía formal a ese sector de la población, “pero además busca que las pequeñas empresas regularicen a aquellos trabajadores irregulares”. Pero reconoció que aún es difícil de creer para el común de la gente que se pueda concretar.
Figueroa descontó que “mercado hay” para incluir, sobre todo en los sectores de la construcción y de la industria manufacturera, “pero en Salta no hay aún tanta pequeña empresa con capacidad de tomar tanta mano de obra”. Se calcula que hay alrededor de 40.000 personas que reciben planes del Estado en Salta.
Pero señaló que para que se pueda hacer realidad, se deberá pensar “en gente que gestione ese puente con una mirada realmente federal y que tenga en cuenta las características regionales, con una amplitud suficiente para contemplar la diversidad existente en cada una de las provincias”.
“Es un proyecto para revertir esa mirada que existe que el gobierno lo único que hace es dar planes sin generar trabajo y también para los empresarios que a veces dicen que no consiguen mano de obra porque la gente prefiere recibir planes”, concluyó.
El secretario de Industria, Comercio y Empleo, Nicolás Avellaneda, que hasta hace poco fue precandidato a diputado nacional en las filas del Juntos por el Cambio+, fue un poco más escéptico, y si bien reconoció que le parece “muy buena la idea” planteó reparos en cuanto a la posibilidad de su aplicación: “beneficios yo veo, porque permite a las empresas tomar gente con beneficios pagos, pero hay que ver cómo lo van a tomar las empresas”.
El funcionario relató que uno de los principales pedidos de los emprendedores salteños está relacionado a eliminar las dobles indemnizaciones “y eso puede jugar en contra, porque si se toma a una persona porque te beneficia un determinado plazo, pero después si no te fue útil o hubo una situación en la que la tenés que despedir, la doble indemnización termina siendo un perjuicio”. De todas maneras, el secretario de Industria y Empleo adelantó que habrá que estar expectante a los avances de la ley en su tratamiento en las comisiones, “porque se pueden incluir modificaciones”.
“Hace muchos años que los gobiernos vienen repitiendo que están preocupados por el sistema de programas y proyectos que tenemos, que ya los denominamos planes descansar, y con generaciones enteras que no conocen lo que es trabajar”, manifestó el delegado de la Secretaría de Trabajo de Nación en Salta, Jorge Guaymas. Y por eso mismo celebró este tipo de proyectos: “es una herramienta superadora para entender que la dignidad de la gente se consigue a través del trabajo genuino, con formación y capacitación”. “Pero mucho más importante es darle continuidad, para que más allá de los gobiernos que vengan se sostengan”, agregó.
“El Estado debe ser el generador de empleo, entendiendo la problemática del capitalismo y los empresarios, que cuando vienen estas crisis que tuvimos, tiene que articular con esos sectores para que juntos se comienza a generar la reactivación”, e informó que al asumir su cargo, uno de cada dos trabajadores en Salta era informal, “por lo que este tipo de leyes buscan ir por el camino de la regularización y recuperar la dignidad del empleo apoyando a los empresarios para que tomen nuevos puestos y lo hagan de manera regular”, finalizó.
Para el senador del Frente de Todos Javier Mónico, integrante de la comisión de Legislación general, del trabajo y régimen previsional “es bueno ir reemplazando los planes en el camino de incorporar a mucha gente en la cultura del trabajo, para que cada argentino, como decía Perón, produzca al menos lo que consume”. Y lo contrapuso con la idea de los sectores de Juntos por el Cambio que proponen eliminar las indemnizaciones como el camino para fomentar mayor seguridad en el empresariado. “Pero personalmente creo que hay que intentar buscar un punto intermedio, con condiciones para generar trabajo genuinas, para que el empresario pueda generar nuevos puestos de trabajo”, dijo.
El representante por Rosario de La Frontera, sostuvo que se pueden ir ajustando algunos temas como el plazo de gracia y la relación laboral de los nuevos trabajadores, “porque pasados los 12 meses por ahí se hacen muy pesadas las cargas sociales y patronales para un pequeño emprendedor como para sostener nuevos empleados”.
En cambio el diputado de Ahora Patria e integrante de la comisión de Asuntos laborales y previsión social, Julio Moreno, analizó que “está muy bien que el proyecto busque aumentar el empleo en esta salida de la pandemia acompañando la reactivación de la economía y generando un alivio económico a las Pymes”. Aunque para el olmedista, el problema de la generación de empleo es “la gran presión tributaria que tiene la Argentina”, que según los datos que maneja, la ponen al tope en Latinoamérica, “y así es muy difícil crear inversiones productivas y generar el círculo virtuoso de un capitalismo productivo, pero además explica la baja natalidad empresaria”.
“Pero si a esto le agregamos la inflación y la falta de confianza porque las reglas del juego no son claras, se hace muy difícil la creación de nuevos puestos laborales”, expresó. Por eso consideró que el proyecto “es una de las patas, pero faltan muchas más para hablar realmente de reactivación”. El problema, concluyó el legislador por la capital es “¿a dónde lo van a emplear si el mercado no está creando nuevas empresas y nuevos puestos laborales”.