Un incendio acontecido de madrugada en un edificio residencial y comercial de la ciudad de Kaohsiung, en el sur de Taiwán, dejó al menos 46 muertos y 41 hospitalizados. Es uno de los siniestros más mortíferos en un bloque de viviendas desde hace 20 años en el mundo.
La portavoz gubernamental Li Litai confirmó a Efe en conversación telefónica que la última actualización de la cifra de víctimas, a las 16.30 hora local, es de 87, de las cuales 46 perecieron y el resto permanecen hospitalizadas.
Las edades de estas últimas --precisó Li-- están comprendidas entre los 8 y los 83 años, todas rescatadas por un operativo de salvamento compuesto por 159 efectivos y 75 vehículos, y cuyas labores habían concluido hacia las 17.
Desde el Departamento de Bomberos de Kaohsiung consideraron que la operación había sido "complicada", y que la alta cifra de fallecidos se debió parcialmente a que el edificio siniestrado --de 13 pisos-- estaba habitado por un gran número de ancianos y personas con demencia y discapacidad, lo que les habría dificultado la huida.
"Cuando los bomberos llegaron (al lugar del suceso) vieron que había un gran fuego en la planta baja", relató Li por teléfono.
Los rescatadores consideraron el incendio "virulento", según un comunicado publicado por el cuerpo, cuyos empleados estuvieron combatiendo el fuego durante unas cuatro horas y media hasta lograr extinguirlo por completo.
Muertes por intoxicación
Según la fuente el fuego terminó por devorar y destrozar los interiores del edificio entre la planta baja y el cuarto piso del bloque, en el que se estima que habitan unas 130 personas y que se encontraba en un mal estado de conservación.
Las fotografías publicadas por la prensa local muestran esa parte del edificio, ubicado en la avenida Fubei, totalmente carbonizada.
La prensa taiwanesa añadió que la gran columna de humo provocada por el incendio en las plantas inferiores fue responsable de muchas de las muertes, por intoxicación, en los pisos superiores.
La portavoz taiwanesa Li indicó asimismo que "se ha comenzado una investigación para conocer las causas" del fuego y que por el momento no se han hecho públicas conclusiones preliminares.
Por su parte, testigos citados por la prensa local afirmaron haber oído una fuerte explosión antes de que comenzara el incendio.
La agencia oficial taiwanesa de noticias CNA apuntó que los bomberos habían llevado a cabo dos rondas completas de búsqueda y rescate de supervivientes en el edificio.
"Tuve mucha suerte"
Un residente apellidado Mao narró a CNA cómo él y algunos de sus vecinos, residentes en el noveno piso, pudieron salir por su propio pie.
El superviviente describió su despertar en mitad de la noche a consecuencia del ruido y el griterío fuera del edificio, y pudo observar por la ventana un humo negruzco en el exterior.
"Salí de casa de inmediato con mi móvil y tomé un ascensor sin pensarlo dos veces", dijo, pero una vez que llegó a la planta baja se encontró con que el fuego bloqueaba las salidas. Al final, él y otros vecinos lograron salir del edificio desde uno de los sótanos. "Tuve mucha suerte. Espero que otros vecinos salieran sanos y salvos también", apuntó.
El edificio siniestrado se construyó hace 40 años y contaba con dos plantas subterráneas que estaban vacías, locales comerciales --muchos de ellos ahora abandonados-- en los primeros niveles y viviendas en los pisos superiores. Según la prensa estatal china, había un total de 120 viviendas en el edificio.
Las autoridades no han descartado la posibilidad de que el incendio haya sido intencionado, añadió. Se trata del más mortífero en Taiwán en varias décadas. El último incendio con un saldo similar se remonta a 1995, cuando 64 personas murieron en un club de karaoke abarrotado de gente.