"Hoy es un día peronista". La frase fue repetida una y otra vez por los militantes que se acercaron a la Plaza de Mayo en el Día de la Lealtad, 76 años después de la jornada fundacional del movimiento político que cambió la historia argentina. "Vinimos a defender los derechos que conseguimos. Pero también a manifestarnos y dar nuestro apoyo al gobierno por primera vez porque con la pandemia no se podía", señaló a PáginaI12 María, recién llegada a las inmediaciones de la plaza desde Florencio Varela. Miles de personas, muchas familias completas, junto con columnas de agrupaciones y sindicatos de distintos lugares colorearon el centro porteño en un nuevo aniversario del 17 de octubre de 1945, cuando los trabajadores se movilizaron para pedir que liberen al entonces coronel Juan Domingo Perón.
"Acá está toda la familia. Nadie se quiso quedar en casa. Estamos cansados de estar encerrados y ver lo que está haciendo la oposición. Necesitábamos salir a decirles al presidente y a Cristina que los apoyamos", aseguró José Luis rodeado de su esposa y sus tres hijos. Los cinco están sentados en el borde de la fuente donde hace 76 años los trabajadores movilizados por Perón combatían el calor remojando sus pies en el agua. "Vinimos de Avellaneda como pudimos. Durante la pandemia me quedé sin trabajo y ahora hago las changas que van saliendo. Está difícil pero con el Gobierno anterior estábamos peor", apuntó el jefe de familia mientras los suyos asentían con la cabeza. De fondo no cesa el desfile de personas enfundadas en remeras con símbolos del peronismo como el mismo Perón, Evita o Néstor Kirchner.
Los bombos retumban en cada rincón de la plaza marcando el ritmo a la jornada. Las oleadas de gente llegando a la Plaza de Mayo están marcadas por los abrazos entre ellos, descargando las emociones contenidas durante el encierro obligado de la pandemia. "El peronismo es el único que nos puede sacar adelante con todos adentro. Por eso estamos acá. Todos vacunados y cuidándonos porque el coronavirus sigue dando vueltas y no queremos que se enferme nadie", destacó envuelta en una bandera argentina con la imagen del expresidente Néstor Kirchner, María Elena, que tiene 25 años pero dice que "a los 15 años me hice peronista". Son siete chicas quienes la acompañan "todas compañeras de militancia del secundario. Ahora militamos en los barrios", aclaró detrás de los anteojos negros que resaltaban el marrón de sus ojos.
El peso de la historia
"Fusiles y machetes, por otro diecisiete", lanza al aire un grupo de diez muchachos cerca de la Casa Rosada, evocando algunas de las consignas históricas que el peronismo fue acuñando en sus 76 años. La marcha peronista aparece en escena cada tanto en los parlantes del acto a modo de arenga y hace brotar el fervor de los manifestantes que la entonan a viva voz, con una sonrisa en la cara y la V, el tradicional símbolo justicialista, en la mano levantada. Sobre Balcarce, las rejas de la casa de gobierno sostienen una enorme bandera con la leyenda "Imposible apagar tanto fuego - Néstor Vive", mientras el humo de los puestos de hamburguesas y choripán van ganando espacio en la tarde.
Las miles de personas que participaron de la marcha comenzaron a llegar a la plaza de Mayo desde las 15, y antes también, a pesar de que la convocatoria del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner era a las 16. "Estamos acá para reivindicar la historia del peronismo. Porque nos cambió la vida y nos mostró que los pobres también tenemos derechos", afirmó Juan Fernando apoyado en su bastón. A sus 86 años explica que decidió salir "a apoyar porque soy peronista de toda la vida y todo lo que hay enfrente no sirve para nada y están apretando para que este gobierno se vaya". A su lado, uno de sus hijos y tres de sus nietos lo acompañan y lo cuidan de los manifestantes que por momentos pasan a las apuradas sin prestar atención.
La política en primer plano
Mientras en el escenario montado por las Madres de Plaza de Mayo sobre la avenida Rivadavia se turnaban los oradores, a medida que pasaban las horas la histórica plaza se fue llenando de gente. Se mezclaban militantes de distintas agrupaciones como lo de la Tupac Amaru, que reclamaban por la liberación de su lideresa, Milagro Sala, detenida durante el macrismo en Jujuy y que continúa con presa, con prisión domiciliaria. "Es la política la que puede liberar a la compañera Milagro, no la justicia. Las causas con todos inventos del gobernador (Gerardo) Morales para mantenerla en la cárcel, si él es el dueño de la justicia jujeña", aseguró Josefina, cargando una imagen de Sala en su mano izquierda que reclama su liberación inmediata.
La extensa columna de La Cámpora fue aplaudida al llegar por la mayoría de los manifestantes, así como la de la agrupación de derechos humanos HIJOS. Los aliados del Frente de Todos también participaron de la marcha por el Día de la Lealtad peronista. La agrupación radical Los Irrompibles, que conduce el candidato a diputado por la ciudad, Leandro Santoro, se dio cita en avenida de Mayo y 9 de julio para acompañar la movilización popular. Cuando ya estaban en la Plaza dirigentes del FdT y funcionarios del gobierno nacional, algunas personas se retiraban después de saludarlos. "Mañana tenemos otro 17 así que hay que regular las energías", le apuntaba un militante a otro dando por cerrada la jornada y recordando el acto que la CGT va a hacer mañana.