Un Grupo A recargado. Así imaginan los próximos dos años desde buena parte de Juntos por el Cambio: un período en el cual todas las iniciativas del Gobierno sean bloqueadas. Algunos de sus dirigentes salieron a apuntalar esto ante la idea que dejó correr el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, de convocar a la oposición a un diálogo postelectoral. La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, condenó que algunos manifestantes pisotearan el domingo las piedras que conmemoran a los muertos en la pandemia y a continuación dijo: "Ni con
señales de humo se puede hablar con esta gente". El presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, compartió la idea: "¿Qué diálogo se puede tener con un espacio roto y violento?". Elisa Carrió tampoco es de la idea de aceptar ningun consenso y ya amenaza con tratar de traidor a quien diga lo contrario. Horacio Rodríguez Larreta mantiene silencio.
Una aclaración necesaria: no hubo, hasta ahora, ninguna convocatoria por parte del Gobierno a la oposición, algo que este diario confirmó con sectores de Juntos por el Cambio. Lo que hubo fue una frase de Massa: "Terminada la elección vamos a convocar desde el Gobierno a un acuerdo con la oposición, con los empresarios y con los trabajadores articulando el Congreso y el Consejo Económico y Social. Lo hablé con el Presidente, no es que se me ocurre a mí. Y el Presidente tiene la decisión de hacerlo. Lo hablé con la vicepresidenta".
Bastó con eso para que el ala dura de Juntos por el Cambio saliera a dinamitar cualquier puente y a dispararle a las cenizas, por las dudas. A la cabeza, estuvo Bullrich, quien imagina un revival del Grupo A, que en 2010 dejó sin presupuesto al gobierno nacional. La presidenta del PRO mencionó que, durante el acto del 17 de octubre, tres personas pisaron las piedras que conmemoran a los muertos por coronavirus y dijo: "Pisotean las piedras en memoria de quienes ya no están, Insaurralde insulta a Macri y el ministro estrella del gobierno sigue con sus amenazas mafiosas. Mientras tanto, Massa ofrece diálogo. Ni con señales de humo se puede hablar con esta gente".
En la misma sintonía fue la mano derecha de Bullrich, Gerardo "Jerry" Milman, que insistió en unir los dos hechos: “El último gobierno kirchnerista hacía rato que les había perdido el respeto a los vivos, hoy lo hizo con nuestros muertos. ¿Alguien cree posible el diálogo?”.
Pero no se trata solo del grupo que integran Bullrich, el ex presidente Mauricio Macri y algunos sectores cercanos. El presidente del PRO, Alfredo Cornejo, también asoció lo ocurrido en Plaza de Mayo con la imposibilidad de aceptar un diálogo: "Celebraron el día de la Lealtad pisoteando la memoria de los muertos durante la pandemia. En sus discursos ningunean hasta al Presidente de la Nación. ¿Qué diálogo se puede tener con un espacio roto y violento?".
"¿Cuál es el Gobierno? ¿Alberto, Cristina? Hoy el Gobierno está deshilachado. Deben tener la certeza de que nosotros no empujamos a nadie, pero tampoco a nosotros nos usa nadie", se sumó al rechazo el titular del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri.
Los tiempos en los que declamaban "diálogo y el consenso" parecen haber terminado y la idea que estos sectores están promoviendo es la del Grupo A. Hasta trascendió que, en un encuentro con empresarios, un candidato a senador se sinceró y dijo cual será su agenda en los próximos años: "No vamos a proponer nada. Lo que vamos a hacer es no dejarlos gobernar. Rechazarles todo lo que propongan". Las declaraciones en público apenas difieren de las privadas.
Carrió, que habitualmente se alínea con Larreta y María Eugenia Vidal, en esto está de acuerdo con Macri y Bullrich: considera que no hay que aceptar ningun diálogo. Sostiene que CFK los convocó otras veces y que fue una trampa. “Juntos por el Cambio tiene que comprometerse a no traicionar”, retó a sus socios la líder de la Coalición Cívica, mientras sus principales dirigentes repudiaban lo ocurrido con la leyenda "Miserables".
Si se ven las respuestas a episodio de las piedras, está claro que Larreta lo repudió, pero sin meter a Massa ni el tema del diálogo en el medio.
Larreta no dijo nada aun sobre la posibilidad de una convocatoria --mantiene un estudiado silencio al respecto, lo que hace recelar a sus aliados--, pero considera que la decisión será de la mesa nacional de Juntos por el Cambio. El resto de los sectores de Juntos por el Cambio sospechan del discurso presidencialista que Larreta desplegó en IDEA y en algunos medios, en el que dijo que buscará gobernar para el 70 por ciento, haciendo alianzas con el peronismo, a diferencia de lo que hizo Macri en sus cuatro años como presidente, en los que se recostó en el núcleo duro. Imaginan que Larreta puede diferir con la lectura que hacen sus socios. Todo se discutirá después de las elecciones, si bien las tensiones ya existen.