El gobierno porteño no abre aún la inscripción para que les niñes de entre tres y 11 años sin comorbilidades reciban la vacuna contra el coronavirus. "Tenemos muchas consultas y demandas por parte de las familias en relación a cuándo comienza la campaña", dice a Página/12 Oscar Trotta, directivo y miembro del Consejo de Administración del Hospital Garrahan. Este martes publicó un tuit en el que exigió a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta que incluyera a toda esa franja etaria en la vacunación, ya que se ha avanzado únicamente con los chicos que tienen factores de riesgo, y "no hay ninguna razón" para la segmentación.
La explicación del gobierno porteño
"No entendemos a qué se debe la demora. Con el vacunatorio del Garrahan y otros centros, la Ciudad tiene la capacidad operativa para vacunar a la población sin factores de riesgo. Además, Nación proveyó de las dosis a Ciudad, que las retiene sin dar comienzo", explica Trotta.
Había expectativas de que los anuncios del gobierno porteño de este martes incluyeran novedades al respecto. No fue así. No se anunció la apertura del empadronamiento para la vacunación pediátrica general ni se dieron plazos. "No es que no queremos vacunar chicos, sino que siempre en la Ciudad hacemos un orden de mayor a menor grado de vulnerabilidad o compromiso", respondió ante la consulta de este diario el subsecretario de Atención Primaria, Gabriel Battistella, en sintonía con declaraciones que había hecho el ministro Fernán Quirós. "Estamos vacunando con segunda dosis a los mayores de 18 años; llegamos al 70 por ciento. Quedan poquitos adolescentes con comorbilidades para su segunda dosis. Abrimos adolescentes sin comorbilidades en paralelo con niños de tres a 11 con comorbilidades. El grupo que queda, niños de tres a 11 sin comorbilidades, es el que tiene menor riesgo. Cuando terminemos con adolescentes, que probablemente será cerca del fin de semana, empezaremos con el empadronamiento de los niños", indicó.
Oposición ideológica
A Trotta la explicación oficial no lo convence: "Adolescentes pueden recibir Pfizer o Moderna". Ante la existencia de grupos de padres en las redes sociales que piden esperar a que se apruebe la vacuna de Pfizer para les chiques, Trotta destaca la seguridad de la Sinopharm, la que se aplica para el rango de tres a 11 años.
"La plataforma tecnológica a virus inactivado es la misma que se utiliza contra la polio o la gripe. Tecnología que conocemos mucho. La tenemos en el calendario de vacunas, es efectiva para generar anticuerpos con pocos efectos secundarios graves", explica. "Parece haber una oposición ideológica. Tenemos décadas de experiencia en el uso de vacunas a virus inactivado", coincide el bioinformático Rodrigo Quiroga. "Han mostrado un perfil de seguridad mucho mayor que las vacunas a ARN mensajero. Si pudiera haber elegido una para mi hijo sería Sinopharm: la que le coloqué", aporta el investigador del Conicet, y aclara que la de Pfizer no está aprobada para uso pediátrico todavía en ningún lugar del mundo.
Variante Delta
"En las últimas semanas tenemos un aumento de la dominancia de la cepa Delta sobre otras. Esto puede afectar a la población que no esté vacunada. Hay reportes internacionales del Reino Unido, Canadá, Israel, acerca de focos de concentración de la Delta en la población pediátrica, escolar", resalta Trotta. "Estuvimos haciendo simulaciones computacionales que indican una gran diferencia en cuanto a la magnitud y velocidad de aumento de casos por Delta estando o no vacunados los niños. Con una vacunación del 50 por ciento de los niños el tamaño de la ola disminuye significativamente. Es fundamental vacunarlos, no sólo por protección propia. El efecto indirecto de aumentar la inmunidad colectiva es importantísimo. Lo necesitamos no sólo para frenar la Delta sino para empezar a pensar en la luz al final del túnel, siempre y cuando no aparezca otra variante que nos vuelva a complicar", añade Quiroga.
Vacunación pediátrica en el resto del país
"Ojalá no sea una decisión política, pero podría serlo", desliza Quiroga. Un gráfico elaborado por él en base a datos recogidos por Martín Barrionuevo muestra cuáles son las jurisdicciones que avanzan más lentamente con la vacunación pediátrica: Mendoza tiene 0 por ciento de niñes de entre tres y 11 años vacunades; Entre Ríos, 1; Chubut, 2; CABA, 3; Catamarca, Chaco, Tucumán y Santa Cruz, 4. Hay 362 mil niños de ese rango etario en la Ciudad, de los cuales el 90 por ciento, se calcula, carece de factores de riesgo.
"Vamos a tener un compás de espera de una semana para ver cómo resuelve la situación CABA, y si no vamos a consultar al Ministerio de Salud los pasos a seguir para dar respuesta a las familias. La Argentina tiene una cultura familiar muy ligada a la vacunación de los más chicos", concluye Trotta. También se refirió a este tema el secretario general de la CTA de la Ciudad, Eduardo López. "La pandemia se combate con dos abordajes: cuidados y vacunas. El gobierno porteño boicoteó todos los cuidados y no consiguió ni una sola vacuna. Ahora boicotea la campaña de vacunación de niños y niñas. Exigimos que la habiliten", protestó el gremialista y docente. Para Trotta, en este contexto resulta "contradictorio" que el gobierno de la Ciudad haya anunciado que ya no es necesaria la utilización del tapabocas en los recreos escolares.
Definiciones de Vizzotti
Por su parte, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, resaltó que a una semana del inicio de la vacunación de niños y niñas de entre tres y 11 años se alcanzó el 10 por ciento de la población objetivo con una dosis. Fueron 663 mil los chicos que se acercaron a los vacunatorios. La campaña se inició el 12 de octubre con dos dosis de la vacuna Sinopharm, tras la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Se distribuyeron 2.006.300 dosis y hay 9 millones en stock exclusivamente destinadas a garantizar la vacunación pediátrica.