Luego de un sinfín de declaraciones en contra del ala dura de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta se distanció de la idea de un acuerdo postelectoral con el oficialismo. "El Gobierno no ha mostrado ninguna predisposición ni actitud respecto del diálogo", dijo el jefe de Gobierno, que evitó de esta forma decir si él aceptaría participar o no de la idea que lanzó Sergio Massa (de buena relación con Larreta) sobre conversaciones para después de noviembre con la oposición, los empresarios y los sindicatos. "Resulta sorprendente que se acuerden de eso dos semanas antes de la elección", dijo Larreta con cara de pocos amigos, por los problemas internos que le trajo. Debió, de esta forma, dar un giro sobre su discurso de hace apenas unos días en el coloquio de IDEA, cuando habló de cerrar la grieta. El presidente Alberto Fernández cuestionó a quienes no aceptan dialogar.
Todo comenzó hace algunos días con una frase del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa: "Terminada la elección vamos a convocar desde el Gobierno a un acuerdo con la oposición, con los empresarios y con los trabajadores articulando el Congreso y el Consejo Económico y Social". En sintonía con esa propuesta, el jefe de Gobierno habló en el coloquio de IDEA sobre "terminar con la grieta y buscar consensos" para que el país pueda ser gobernable. Larreta reclamó allí "aprender del pasado y no repetir errores, sumar miradas y construir un destino común, más allá de a quién le toque estar en el poder".
Unos días más tarde, ante la posibilidad de una convocatoria al diálogo tras las elecciones (es decir que la convocatoria en sí todavía no se hizo), Larreta cambió de parecer y se mostró inflexible: "El gobierno no ha mostrado ninguna predisposición ni actitud respecto al diálogo. Resulta sorprendente que se acuerden de eso dos semanas antes de la elección y además lo lancen por trascendidos en los medios. Con lo cual no ha habido ninguna convocatoria"- "No sólo eso sino que cada vez que hablan se ocupan de defenestrar a la oposición, de buscar culpables... Con lo cual no vemos ninguna actitud de diálogo", sostuvo Larreta, con el viejo truco de hablar del otro para no decir si él aceptaría o no un diálogo. "Toda convocatoria tiene que ser canalizada institucionalmente en el ámbito de diálogo democrático que es en el Congreso de la Nación. Pero al día de hoy no hemos visto ninguna vocación ni actitud de diálogo por parte del gobierno", insistió el jefe de Gobierno.
El giro
¿Qué ocurrió entre el Larreta que hablaba de cerrar la grieta y el Larreta que puso distancia con el diálogo planteado por Massa? El ala dura de Juntos por el Cambio salió a cascotear cualquier posibilidad de diálogo y recelaron especialmente de lo que haría Larreta. De hecho, anoche Elisa Carrió dijo algo que sonó mucho como un llamado de atención al jefe de Gobierno: "Si algunos son muy amigos de Massa, yo les pregunto: ¿tienen moral o no la tienen? Si no, yo invito al Gordo Valor a mi casa y digo: ¡soy amiga del Gordo Valor de toda la vida! Se lo estoy diciendo a todos". Es conocida la amistad entre Massa y Larreta.
Carrió antes había amenazado con tratar de traidores a quienes aceptaran dialogar con el Gobierno (algo así como traidor el que dialoga). "El caso de Massa se va a tener que discutir, primero porque el presidente de la Cámara no tiene por qué llegar a acuerdos, los acuerdos son entre los presidentes de los bloques. Además, esto de blanquearlo a Massa me parece atroz. ¿Cómo va a ser garante alguien con amigos procesados por narcotráfico?", le disparó Carrió.
El titular de la UCR, Alfredo Cornejo, y el presidente del interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados, Mario Negri, también se habían mostrado en contra del diálogo. "Celebraron el día de la Lealtad pisoteando la memoria de los muertos durante la pandemia. En sus discursos ningunean hasta al Presidente de la Nación. ¿Qué diálogo se puede tener con un espacio roto y violento?", remarcó el primero.
La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, también había salido a rechazar cualquier posibilidad de diálogo: "Pisotean las piedras en memoria de quienes ya no están, Insaurralde insulta a Macri y el ministro estrella del gobierno sigue con sus amenazas mafiosas. Mientras tanto, Massa ofrece diálogo. Ni con señales de humo se puede hablar con esta gente".
Por lo que las cabezas de los tres partidos lo corrieron a Larreta hasta tener que tomar distancia del diálogo a pocos días de que había insinuado lo contrario. Y a su vez, todos parecen corridos por Javier Milei hacia la radicalización de sus posiciones.
El no
El presidente Alberto Fernández planteó la necesidad de construir cuestionó a quienes dicen "no" al diálogo. "Estamos quienes le decimos #Sí a un diálogo sincero y profundo para abordar los grandes retos de la Argentina", dijo el mandatario. "Por el otro, están quienes dicen que no. No quieren sentarse a dialogar. No quieren encontrar soluciones. En su lugar, ponen palos en la rueda que nos impiden avanzar. Pero persistiremos y los convocaremos una vez más. La Argentina se merece que digan que sí”. remarcó.
Por su parte, el candidato a diputado Leandro Santoro se refirió específicamente a la respuesta de Larreta: "Evidentemente para la derecha hablar de diálogo y reclamar consenso es más útil que dialogar y consensuar. Miren si no será cínica la cosa que el FDT de CABA le pidió por carta a Larreta una reunión para articular políticas el 26 de Abril y todavía no nos respondió!", remarcó.
Lo cierto es que, con la respuesta de Larreta, no hay sectores de Juntos por el Cambio dispuestos a dialogar.