Un hecho insólito ocurrió en el estadio de Patronato de Paraná. En el partido que protagonizaron el local y Defensa y Justicia por la fecha 17, los entrenadores interpretaron un escándalo que derivó en una gresca generalizada que incluyó a los propios jugadores.
El episodio fue unos instantes antes de que el árbitro Yael Falcón Pérez marcara el entretiempo. En la última jugada del primer tiempo, el visitante consiguió el empate parcial del caliente encuentro que se disputó en Entre Ríos. El gol de Nicolás Tripicchio selló el 2-2 previo al descanso y Sebastián Beccacece celebró con euforia fuera de su zona, con gritos de desahogo y bronca. Y la mirada puesta hacia el sector del banco de suplentes local.
Aquellos festejos desmedidos fueron interpretados por Iván Delfino como una provocación. Y cuando el juez señaló el cierre de la primera etapa, el estratega local corrió hacia la zona del túnel para tomar del cuello al ex DT de Racing e Independiente. Lo llamativo fue que Beccacece pensó que le iba a dar un abrazo para hacerle un comentario, pero el entrenador del local no pudo contener su bronca y agredió a su colega.
La escena también despertó una pelea entre los propios futbolistas, quienes improvisaron una batalla generalizad que incluyó insultos, empujones y amenazas. Naturalmente, ambos entrenadores fueron expulsados y no pudieron salir al complemento para brindar sus conceptos a sus dirigidos desde el campo de juego. Beccacece se quedó en el vestuario siguiendo las acciones a través de un monitor, y Delfino partió hacia otra sala del estadio. Además, las autoridades policiales labraron una contravención por incitar a la violencia.
En cuanto a lo deportivo, el arquero Matías Ibáñez había puesto al dueño de casa en ventaja a través de un penal, pero a los 32 minutos Pizzini había emparejado el pleito a favor del equipo de Florencio Varela. Unos instantes más tarde el uruguayo Junior Arias había vuelto a poner arriba al local, pero Tripicchio concretó nuevamente la igualdad en la última jugada del primer tiempo.
En el segundo tiempo el clima continuó caldeado. La pierna fuerte fue uno de los recursos más empleados por los futbolistas y la temperatura también se elevó en las tribunas, donde se escucharon cánticos reprochables e insultos hacia los integrantes de la delegación visitante. Sobre todo cuando Rotondi puso el 3-2 a favor de los bonaerenses. De todos modos, el cotejo finalizaría 3-3, porque en la última acción Matías Palavecino ejecutó un tiro libre que dio contra el palo y el rebote en la espalda de Unsain concluyó en la red.