Desde Santa Fe.

 

El ex presidente del Uruguay José "Pepe" Mujica dijo que Mauricio "Macri no ganó" las elecciones de 2015, las "perdió el peronismo por sus líos internos", consideró al justicialismo como "una parte esencial" del pueblo y "nadie que haga política en la Argentina debería olvidarse de eso, le guste o no. La realidad es como es". Y acerca del plan económico de Macri renovó el alerta por el acelerado endeudamiento externo y la fuga de capitales ("algún día van a tener que pagar las cuentas y ahí viene el ajuste, ya vimos esa película") y sus consecuencias sociales, que "no desemboquen en una confrontación abierta" entre los extremos del "blanco o negro". "Nadie tiene la verdad absoluta". La violencia política "ya ha pasado en la historia del pueblo argentino, es lo que más me preocupa", advirtió.   

Mujica provocó un revuelo en Santa Fe. Cientos de santafesinos se convocaron en el centro cultural ATE Casa España, que socialistas, peronistas, sindicalistas y empresarios suelen utilizar para sus actos. Ayer, muchos de ellos volvieron a encontrarse en un auditorio desbordado por una concurrencia ciudadana, plural, en la que sobresalieron los militantes jóvenes. Al lado de Mujica se ubicaron el presidente de Apyme, Mario Galizzi ‑mentor del encuentro‑, el secretario general de ATE Jorge Hoffmann y el ministro de la Producción de la provincia Luis Contigiani. "Pepe, no puedo darle la bienvenida porque ésta es su casa", le dijo Hoffmann. Y subrayó su liderazgo político como "un faro que nos ilumina para mejorar la sociedad, encontrarnos en una América Latina unida y luchar contra el neoliberalismo". "Pepe es de los trabajadores", lo llamó. Antes, los cuatro habían compartido un desayuno con dirigentes sindicales de la CGT y la CTA, donde hablaron sobre las "políticas de ajuste y despidos" de Macri.

Después, en una ronda de periodistas, Rosario/12 le planteó la pregunta que se repite desde hace un año y medio: "¿Qué pasó en la Argentina para que ganara Macri?".

‑Visto desde el otro lado, para nosotros no ganó Macri, perdió el peronismo por sus líos internos ‑contestó Mujica. Y definió al justicialismo como "un caudal brutal del pueblo argentino, desconocer la existencia de ese animal gigantesco y heterodoxo que conforma una parte de la historia argentina es comerse una película, una fantasía. Eso existe, pero presa de sus contradicciones que expresan tal vez las contradicciones de clase del propio pueblo argentino uno encuentra que es un movimiento que se fue desfigurando en un montón de  fracciones y no pudo dar una batalla conjunta. No sé si lo podrá hacer". "Ahora bien, no quiero decir que solo eso es el pueblo argentino. Lo que quiero decir es que ese todo es una parte esencial y que nadie que haga política en la Argentina debería olvidarse de eso, le guste o no le guste. A mi no me gustan las arrugas que tengo, ni las canas, pero hay que bancarlas. La realidad es cruel, es como es", agregó.

Un colega le pidió un análisis del país gobernado por Macri. "La gran virtud de la Argentina es su defecto mayor, es muy rica, demasiado rica. Y por demasiado rica a veces ha tenido muchas volteretas históricas. Argentina no es un país más para nosotros, es la vidriera grande donde miramos la peripecia humana y refugio natural cuando disparamos del Uruguay. Entonces, a mi país le va fenómeno cuando a la Argentina le va fenómeno y al revés, cuando se resfría la Argentina, nosotros nos engripamos", dijo.

Y planteó tres cuestiones:

  • La "solidaridad con el acontecer del pueblo argentino".
     
  • "Cierto temor por la historia, entraron en el espiral de endeudarse y algún día van a tener que pagar las cuentas y ahí viene el ajuste que ya sabemos. Ya vimos esa película, me vine viejo viéndola".
     
  • "Que no desemboquen en una confrontación abierta. Que puedan tener muchas diferencias, que luchen en el marco de esas diferencias, pero que la sociedad globalmente no pierda su tolerancia de convivencia. Porque la confrontación nos lleva a aquello de lo blanco o negro. Cuando uno tiene 20 años razona con el blanco o el negro, pero a mi edad concluye que lo único que no existe es el blanco y el negro, lo que existe son los matices distintos.  

    "Eso significa que hay que tener política", "negociar" y "aprender a ceder por la conveniencia colectiva", sugirió Mujica. "No creo que nadie tenga la verdad absoluta, la verdad es errática". Y como la violencia "ya ha pasado en la historia del pueblo argentino, es lo que más me preocupa", concluyó.
     

 

Patria Grande y masa crítica

 

Mujica dijo que la integración latinoamericana "es una necesidad histórica" y una de las urgencias es frenar la fuga de talentos. "Necesitamos masa crítica, cerebros que trabajen en el campo del conocimiento y nos den identidad internacional. A nuestros mejores hijos se los llevan, los contratan afuera y perdemos nuestra nata. Eso les pasa a todos los países latinoamericanos. Si no integramos la inteligencia de América Latina, jamás nos vamos a integrar. Hay una batalla en el seno de las universidades. Los jóvenes tienen la tarea de integrar la Patria Grande y deben cargar con esa responsabilidad histórica", pidió. 

"Los latinoamericanos llegamos tarde a la historia. El mundo se está organizando en gigantescos bloques y somos un puñado de repúblicas, cada una sola frente a ese mundo que se nos viene encima es nadie. Más claro: geopolíticamente somos boleta si no tenemos la inteligencia de generar un alero común que nos sirva para defendernos en ese mundo que no va a tener piedad con los débiles", planteó.

"Y aunque somos ricos en recursos naturales, tenemos una deuda social y la inteligencia desperdigada. El único recurso inagotable es el conocimiento, pero nuestras universidades ni se miran, no tenemos una masa crítica. Debemos buscar la forma de integrarnos con el centro, la izquierda, la derecha, con lo que venga. Aceptemos la realidad como es, pero luchemos por estar juntos, banquemos nuestras contradicciones, nuestros líos, tengamos la perspectiva de mirar lejos porque si no nos unimos no somos nadie en este mundo".

"Hay 60 empresas que tienen un PBI superior al de 160 países, no están en la ONU, no tienen himno ni bandera, sólo tienen intereses, que están en todas partes". La integración hemisférica "depende de lo que hagan o no hagan la Argentina y Brasil", los demás "tenemos que acompañar para construir" la Patria Grande.