Científicos de la Universidad de Nueva York (NYU), en Estados Unidos, lograron unir temporalmente y de forma exitosa un riñón de cerdo con un cuerpo humano. Esto, indicaron, sería un avance para acortar el tiempo que los pacientes deben esperar para un trasplante de dicho órgano.
“Tuvo una función absolutamente normal -dijo el doctor Robert Montgomery, quien encabezó el equipo quirúrgico que llevó adelante la operación en el centro médico Langone Health de la NYU-. No se tuvo este rechazo inmediato que temíamos”.
Los cirujanos unieron el riñón del cerdo a un par de vasos sanguíneos fuera del cuerpo de un receptor -una mujer con muerte cerebral- para poder observarlo durante dos días. El riñón pudo cumplir con sus funciones fisiológicas -filtrar los desechos y producir orina- sin que el cuerpo lo rechazara.
Los cerdos eran objeto de investigación para los trasplantes, pero el obstáculo principal con el que se topaban los científicos era un tipo de azúcar que existe en las células porcinas y resulta extraña al cuerpo humano, causando el rechazo inmediato del órgano.
El riñón de un cerdo manipulado genéticamente
Para este experimento, el riñón provino de un animal manipulado genéticamente para eliminar ese azúcar y evitar un ataque del sistema inmune producido por la compañía Revivicor, subsidiaria de United Therapeutics.
La empresa manipuló genéticamente a 100 cerdos para que carezcan del gen que produce alfa-gal, el azúcar que provoca un ataque inmediato al sistema inmune humano.
“Este es un paso importante para concretar la promesa de los xenotrasplantes, que salvarán miles de vidas cada año en un futuro no muy distante”, dijo la directora general de United Therapeutics, Martine Rothblatt, en un comunicado.
Un experimento exitoso
Montgomery destacó también que el experimento es prometedor ya que en Estados Unidos hay más de 90 mil personas en lista de espera para recibir un riñón y 12 personas mueren a diario esperando el trasplante.
En diciembre, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) autorizó la alteración genética en los cerdos de Revivicor y los consideró aptos para consumo humano y uso médico en humanos. Sin embargo, la FDA dijo que los desarrolladores necesitan entregar más documentación antes de que los órganos de cerdo puedan ser trasplantados en personas vivas.
En el caso de los científicos de la NYU, mantuvieron funcionado el cuerpo de una mujer que tenía muerte cerebral con un respirador después de que la familia autorizara el experimento ya que la mujer deseaba donar sus órganos, pero éstos no eran aptos para una donación tradicional.
A pesar del rechazo de muchos activistas ambientalistas, esta no es la primera vez que se utilizan partes de cerdo para tratamientos médicos en humanos: las válvulas de corazón de cerdo se han utilizado durante décadas en personas, el anticoagulante heparina se obtiene de los intestinos de cerdo, los injertos de piel porcina son utilizados en quemaduras y cirujanos chinos han utilizado córneas de cerdo para restaurar la vista.