"Salir del cepo en 2015 fue facilísimo porque los argentinos habían acumulado dólares como locos, y eso se repite ahora", señaló el ex titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, en una reciente entrevista. “Liberás los flujos y vas a tener un exceso de dólares, no lo contrario”, agregó el economista, olvidando la fuerte escalada del dólar oficial que generó eliminar las restricciones a la compra de divisas en diciembre de 2015.
Para sostener esa medida, Macri había cerrado un acuerdo con las cerealeras para que liquiden stocks acumulados por cerca de 3200 millones de dólares. Pero esos fondos liquidados parcialmente fueron insuficientes para detener la depreciación de la moneda, por lo que el Gobierno acordó con los fondos buitres, cediendo a todas sus pretensiones, con el objeto de acceder a los mercados financieros de crédito.
La posterior toma descontrolada de deuda externa permitió estabilizar momentáneamente el mercado de cambios y acumular reservas en el segundo trimestre de 2016. “De hecho, nunca me preocupé en mi gestión por las reservas, en todo caso podemos discutir si compré demasiadas”, sostiene Sturzenegger sobre aquel proceso de endeudamiento del Estado y atracción de capitales especulativos que le permitió una momentánea acumulación de reservas en los primeros años de su gestión.
Esa política generaría una crisis de sobreendeudamiento y una brutal corrida cambiaria desde que el 25 de abril de 2018 se dejó que dos grupos financieros extranjeros "amigos" del gobierno de Macri, el JPMorgan y Merril Lynch, se llevaran en un sólo día 1430 millones de dólares de las reservas.
“Acá el problema es la idea generalizada de que si el tipo de cambio se mueve, los precios se van a mover”, sostiene el ex funcionario de Macri contra la opinión de todes les economistas argentines de cualquier escuela y pertenencia política. "Es una idea insólita, porque los datos de Argentina te la desmienten todos los días", agrega, olvidando la disparada de la inflación luego de cada devaluación a lo largo de la historia económica argentina, incluyendo la que siguió a la eliminación del cepo en diciembre de 2015.
"Por ejemplo, hace un año que el dólar blue no se mueve y la inflación está en el 50 por ciento", analiza Sturzenegger sin considerar que es el dólar oficial el que tiene impacto en los precios, aunque ello no significa que la inflación no tenga una dinámica propia dada por otros motivos. De hecho, la inflación argentina tiene un fuerte componente inercial cuyo piso sube al calor de cada devaluación del peso.
"La inflación tiene que ver con los desequilibrios monetarios, no con el tipo de cambio", insiste el funcionario que fracasó cada vez que intentó fijar "metas de inflación". Tampoco parece registrar que tras el fracaso de su gestión sobrevino un experimento aún más ortodoxo de emisión cero bajo la tutela del FMI, que terminó con los máximos niveles de inflación del presente siglo.
@AndresAsiain