Cuando más necesitaba de un buen resultado, San Lorenzo volvió a defraudar, esta vez ante Lanús y como local, y su entrenador Paolo Montero quedó en la cuerda floja de cara al clásico del fin de semana ante Huracán. Fue 3-1 para el Granate, que comenzó perdiendo e incluso no se distrajo por el enojo del Pepe Sand al ser reemplazado cuando la historia iba 1-1.
Los hinchas locales explotaron en insultos y reclamos hacia la dirigencia y el técnico una vez concretada la caída, la tercera en fila del Ciclón, que se ubica 20° con 17 puntos. Como si fuera poco, fue la octava derrota en los últimos 14 partidos, cifra completada por apenas dos éxitos y cuatro empates.
Por su parte, Lanús, que venía de sumar sólo cuatro de los últimos 15 puntos en juego y quedó tercero con 30 unidades, respaldó el triunfo en lo mostrado durante el segundo tiempo y los aciertos de Luis Zubeldía en los cambios.
San Lorenzo salió a abrir la cancha, con un sistema táctico flexible (cinco en el fondo, con dos laterales-volantes) según la situación y la ubicación de la pelota, aunque se lo notó nervioso frente a un ambiente caliente que logró enfríar con la conquista de Herrera antes del primer cuarto de hora.
El lateral-volante derecho aprovechó un rebote corto y la falta de coordinación del fondo granate -como en todo el torneo- y marcó el 1-0. Su festejo y el de Montero reflejaron el momento complicado que atravesaron en los últimos días, combinando euforia con bronca.
Lanús se mostró desorientado, con asociaciones deslucidas en ofensiva y con dificultad para recuperar la pelota, pero una sucesión de infortunios azulgranas habilitó la igualdad granate. Alexis Sabella comandó mal un ataque y la visita lanzó un contragolpe mortal que ni las patadas del Ciclón pudieron detener. Ya en posición de gol, Malcorra se aprovechó de la lentitud del colombiano Zapata y sacó un zurdazo cruzado que Torrico alcanzó a manotear, pero ya no había nadie para impedir que Acosta empujara para el 1-1.
Así, el local se iba al entretiempo entre insultos, principalmente hacia Marcelo Tinelli, el "hombre fuerte" de la dirigencia de San Lorenzo.
Ambos elencos necesitaban el triunfo y, al ser dos de las defensas más goleadas del torneo, la segunda parte se presentaba atractiva. Montero mandó a los pibes Martegani y Peralta Bauer a la cancha, con poco más de media hora por jugarse, sin embargo el esquema mantuvo a los cinco del fondo -por momentos línea de tres- y al doble cinco con Gordillo y Ortigoza, muchas veces superados por los veloces jugadores granates.
Los dos renunciaron al mediocampo e hicieron un desarrollo de ida y vuelta, lo que favoreció a Lanús. A los 79, Burdisso mandó un centro pasado desde la banda -así de desordenado estaba el encuentro- y encontró solo a De La Vega, quien había reemplazado antes a un Sand muy enojado por la decisión del DT. Ya en el descuento, con San Lorenzo mal parado, Angel González sacó a bailar a Zapata y puso el 3-1 final para el estallido de los hinchas.
"Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo", bajó de los cuatro costados del Nuevo Gasómetro. El clásico del domingo ante Huracán, bisagra. En especial para Montero, quien suspendió la conferencia de prensa post derrota y mantuvo una reunión en el vestuario con el mánager Mauro Cetto y el presidente Horacio Arrecerygor, que lo convencieron de continuar al menos por una fecha más.