El presidente Alberto Fernández abogó, ante un foro del G20 previo a la cumbre de Roma de fin de mes, en favor de la necesidad de un marco multilateral para la reestructuración de la deuda de los países de renta media como Argentina. Advirtió que estamos ante "el riesgo de una crisis generalizada de deudas externas en los países en desarrollo que se abate sobre el planeta".

En su intervención ante la Cumbre de Finanzas en Común 2021, a través de un mensaje grabado, el presidente argentino señaló que "urge pensar una nueva arquitectura financiera internacional que brinde una respuesta multidimensional a estos problemas". El evento reunió a los representantes de los bancos de desarrollo públicos de todo el mundo, destacándose entre los oradores el presidente del Banco de Inversión Europeo, Werner Hoyer, y la directora gerente de Políticas de Desarrollo del Banco Mundial, Mari Pangestu.

"El rol y el nuevo dinamismo que la realidad impone sobre los bancos de desarrollo será clave para la reconstrucción de la post pandemia", subrayó Alberto Fernández. La Cumbre de Roma será la 16ª reunión del G20 a nivel de Jefes de Estado y de Gobierno y, a diferencia de la realizada el año pasado en Arabia Saudita -fue virtual-, ésta será nuevamente presencial. El evento se celebrará en Roma, el 30 y 31 de octubre, con la participación de los líderes de los países integrantes de ese bloque mundial y de sus homólogos de los países invitados y de los representantes de algunas organizaciones regionales.

Fernández viajará a fin de mes a Italia para participar de esa cumbre, un foro que reúne a las principales economías del mundo y las naciones en desarrollo y que tendrá como eje central la salida de la pandemia por coronavirus. Luego de este evento, el presidente argentino irá a Escocia para intervenir en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).

En su mensaje de este miércoles, Fernández sostuvo que el debate "se entabla en momentos en que una triple crisis de pandemia, cambio climático y deuda golpea duramente a los países de renta media como Argentina".

El primer mandatario analizó que la "prórroga de la Iniciativa de Suspensión de Servicios de Deuda producida por el G20, si bien valiosa, es una medida provisoria que no resulta suficiente". "No ataca de forma definitiva la impostergable necesidad de alivio y reestructuración de deudas insostenibles. Necesitamos en particular un marco multilateral para la reestructuración de la deuda de los países de renta media, cuya falta supone un verdadero vacío dentro de la gobernanza financiera internacional", advirtió.

"Por eso -planteó-, apoyamos la idea de impulsar un acuerdo multilateral inclusivo y sostenible, capaz de abordar de manera acabada las cuestiones referidas a la reestructuración de las deudas soberanas". Por ello, apuntó que "en vísperas de la Cumbre de Líderes del G20 -el 30 y 31 de octubre-, alentamos la ampliación del nuevo Marco Común para el Tratamiento de la Deuda del G20 a países de ingresos medios con vulnerabilidades".

Asimismo, acerca de la Cumbre del G-20 de fines de octubre, sostuvo que "se torna necesario profundizar el debate sobre el nuevo Impuesto Mínimo Global, para que favorezca puntualmente a las economías emergentes y contribuya a una acción de desconcentración de riqueza".

"Esta urgencia de reordenamiento de la arquitectura financiera internacional -puso de relieve Fernández- supone también revisar los mecanismos negativos que propician paraísos fiscales, fuga de divisas, ámbitos de opacidad que cobijan actividades ilícitas de narcotráfico, terrorismo y criminalidad organizada".

También lanzó la idea de "recrear finanzas éticas y sostenibles" que "va de la mano de un incremento de las políticas de ambición climática" y afirmó que "no existe la crisis climática alejada de la crisis social y de la crisis financiera".