Un atentado contra un autobús militar en Damasco y un bombardeo del ejército poco después contra una ciudad del noroeste de Siria dejaron al menos 27 muertos. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) todos los muertos eran soldados.
Al menos 14 personas murieron y tres resultaron heridas cuando dos bombas que habían sido colocadas en un autobús militar explotaron al pasar cerca de un puente en el centro de la capital siria. El ataque aún no fue reivindicado.
Las imágenes divulgadas mostraron un colectivo en llamas y un equipo que se ocupaba de desactivar un tercer explosivo plantado en la misma zona. Se trata del ataque más mortífero en Damasco desde un atentado que se atribuyó el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra el Palacio de Justicia en marzo de 2017, y que dejó unas 30 víctimas mortales.
Cerca de una hora después de la explosión el ejército bombardeó la ciudad de Ariha, en la provincia de Idleb. Al menos 13 personas murieron en el ataque que se produjo en un área concurrida de la ciudad y en el horario de entrada a la escuela. Según el OSDH tres de las víctimas eran niños.