Desde Roma
Por orden de la fiscalía de Nápoles, la policía italiana lanzó una intensa campaña en todo el país para descubrir y desmantelar una organización neonazi que actuaba en distintas localidades y que, entre otras cosas, tenía buenas relaciones con el movimiento No Vacs -los que se niegan a recibir las vacunas y sobre todo la anticovid- de donde reclutaban militantes. Lo que no parece una casualidad es que la semana pasada hubo agresivas manifestaciones en Roma -y otras ciudades- donde estuvieron inmiscuidos neofascistas, No Vacs y No Green Pass (el certificado verde emitido después de la segunda vacunación anticovid que es obligatorio en todos los lugares de trabajo) que protestaban teóricamente contra la obligatoriedad del Green Pass desde el 15 de octubre. Por un violento asalto a la sede de la más importante central sindical de izquierda, CGIL, de Roma, fueron arrestados varios neofascistas de Forza Nuova.
Este martes y miércoles fue el turno de los neonazis. La policía realizó numerosos allanamientos en los domicilios de al menos 26 personas acusadas de “asociación subversiva de matriz neonazi, supremacista y antisemita” y 15 de ellas están siendo indagadas. La investigación fue llevada a cabo por la DIGOS (División de Investigaciones Generales y Operaciones Especiales) de la policía y por el Servicio de Contraste al Extremismo y al Terrorismo en Italia, en áreas cercanas a ciudades importantes del centro-sur como Nápoles, Caserta, Avelino, Ragusa y Lecce, y del centro y norte como Roma, Siena, Turín y Ferrara.
Indagados
Los 15 indagados eran miembros del ”Orden de Hagal” una organización de neonazis que hacía propaganda en Internet, donde tenían su propio portal. Pero también la hacían a través de las redes sociales como Whattsapp y Telegram, donde publicaban sistemáticamente sus avisos y mensaje “no vacs”. En el portal aparecía un mensaje negacionista que decía que la vacuna anticovid “no es una vacuna sino una terapia génica experimental que modifica el ADN de manera irreversible y perpetua”, según publicó la prensa italiana. Según los investigadores además, muchos de los mensajes anti vacuna covid eran usados para atraer nuevos militantes a la causa nazi y negacionista.
Las personas consideradas jefes del grupo son Maurizio Ammendola y Michele Rinaldi, de 40 y 46 años respectivamente, los cuales también han sido acusados de posesión ilegal de armas. La organización tenía contactos con formaciones ultranacionalistas de Ucrania como “Batallón Azov” y “Centuria” entre otras. La fiscalía de Nápoles investigaba el “Orden de Hagal” desde mayo, ya que según los investigadores el grupo tenía armas y estaba dispuesto a cometer actos violentos. Con los allanamientos se descubrió que, entre otras cosas, tenían armas, que normalmente usan balas de goma, pero que habían sido modificadas para que dispararan balas verdaderas. También encontraron algún lanza granadas, muchos símbolos del nacionalsocialismo y una numerosa literatura sobre Hitler. La organización hacía entrenamientos militares en zonas de campaña de Nápoles y de Caserta y a veces sus militantes viajaban al exterior para aprender a manejar armas de distinto tipo.
Hacía tiempo que en Italia no se hablaba de los grupos neonazis que parecen estar retomando poder en varios países de Europa, tal como destacó el miércoles hablando ante la asamblea plenaria del Parlamento Europeo, la diputada europea del Movimiento Cinco Estrellas, Laura Ferrara. “Los recientes eventos de Roma han re-encendido la atención sobre la peligrosidad de los grupos de extrema derecha que usan la violencia, física y moral. Son el enésimo señal además del crecimiento de este fenómeno en los países la Unión Europea”, destacó.
Otro grupo extremista
La última vez que se habló insistentemente de estos grupos extremistas fue en 2019 cuando se descubió otro grupo de extrema derecha, “Orden Ario Romano”. En ese momento se habló de la principal indagada, una chica de 26 años que vivía en las afueras de Milán, Francesa Rizzi. En su casa se encontraron armas, bustos de Benito Mussolini, el creador del fascismo, y libros antisemitas. Rizzi se hizo famosa ese año porque ganó una suerte de concurso online llamado “Miss Hitler”, que hacía la red social rusa VK. La mujer italiana tiene un tatuaje en la espalda - prácticamente de hombro a hombro- del águila y la svástica, símbolos del nazismo, y en uno de los brazos otro que dice Dux (o Duce, como se llamaba a Mussolini).
En aquel momento se la acusó, a ella y a otros, de pertenecer a una “asociación para delinquir cuyo fin es la propaganda y la instigación por motivos de discriminación étnica y religiosa”, según el informe policial. Según la policía, ella quería fundar el “partido nacional socialista italiano de los trabajadores”, claramente inspirado en el nazismo, tenía contacto con varios de los investigados para definir quien ocuparía los cargos principales del partido cuya intención era subvertir el actual orden democrático del país, incluso haciendo uso de armas.