Entre llamamientos al boicot, los palestinos celebraron ayer en Cisjordania sus primeras elecciones municipales desde el 2012. Es la segunda convocatoria consecutiva en la que Gaza se queda fuera por decisión de Hamas.

“Todo se desarrolló con normalidad y no se han producido problemas significativos”, comunicó una de las portavoces de la Comisión Central de Elecciones, Juliana Zanayed, sobre la jornada, que no es festiva en los territorios, aunque hubo trabajadores que cesaron su actividad al mediodía para poder votar en su correspondiente centro electoral de los once habilitados. Con el voto elegirán entre los 4.411 candidatos que se presentaron en 536 listas electorales, informó el presidente de la Comisión, Hanna Naser, quien instó a la participación y pidió a todas las partes involucradas en los comicios “respetar las condiciones que garantizan el desarrollo del proceso electoral de acuerdo a la normativa y a la ley”. 

Un 58,4 por ciento de los candidatos pertenecen a listas independientes y el resto están afiliados a partidos políticos, siendo el nacionalista Al Fatah el que presenta el mayor número de candidaturas. En total, se disputan 1.561 asientos en 145 ayuntamientos, mientras que 181 municipios serán gobernados por los únicos candidatos que se presentaron y en 65 no habrá comicios porque no hay candidaturas. Estas particularidades hicieron que de los 1.134.636 palestinos con derecho a voto, sólo 787.386 puedan ejercerlo. 

La participación electoral en los comicios fue del 50 por ciento, informó ayer la Comisión Central Electoral (CEC) después de que cerraran las urnas. En la mayoría de los distritos de Cisjordania únicamente se presentó una sola lista, por lo que no se votó, sino que habrá una proclamación directa de los candidatos. En total la población acudió a las urnas solo en 145 distritos, algo más de un tercio del total del territorio. Los resultados se conocerán hoy y se estima que los ganadores serán del partido gobernante Al Fatah o aliados. 

Nasser, el presidente comisión electoral, del dijo en conferencia de prensa en Ramalá que la participación en las ciudades fue mucho menor que en los pueblos. En Nablus, la mayor ciudad de Cisjordania, la participación fue sólo del 20 por ciento, mientras que en Al Bireh fue del 28 por ciento y en Hebrón, la segunda mayor ciudad, fue del 30 por ciento. Los resultados de la participación electoral fueron similares a los del 2012, que también fueron boicoteados por Hamas.

El motivo del boicot es el enfrentamiento fratricida que divide desde hace años a Al Fatah y Hamas. El movimiento extremista se negó a participar también en las elecciones municipales del 2012. La última vez en que lo hicieron juntos fue en las parlamentarias del 2006 y resultó victorioso Hamas, que es considerado un grupo terrorista por Israel, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos. Un año después Hamas tomó el poder por la fuerza en la Franja de Gaza y todos los intentos de reconciliación desde entonces fracasaron.

A pesar de los llamamientos de boicot de Hamas, que asegura que no participará ni en estas ni en otras elecciones hasta que no termine la división interna que mantiene con Al Fatah desde 2007, es posible que consigan cierta representación en el territorio cisjordano por el apoyo informal que dieron a algunos candidatos. Otros partidos políticos, como la Jihad Islámica o el Frente Popular para la Liberación de Palestina, también decidieron boicotear los comicios. 

Una postura a la que se sumó el Comité Nacional de Apoyo a la Huelga de Prisioneros palestinos, que representa a los 870 reclusos en cárceles israelíes, según cifras del Servicio de Prisiones israelí, que permanecen en huelga de hambre desde hace 27 días para exigir una mejora en las condiciones de su encierro. El Comité pidió hace días que se cancelaran las elecciones en solidaridad con la multitudinaria protesta, mientras que los actos de apoyo al colectivo eclipsaron la campaña electoral. 

Por su parte, voces en Gaza que desaprueban la celebración de elecciones municipales sólo en Cisjordania,temen que este sea el principio de un aislamiento mayor del resto de los territorios palestinos. En Gaza ninguno de sus dos millones de habitantes pudo votar. El analista político Hani Habib asegura que dejar a Gaza al margen de las elecciones “significa que los dos rivales que encabezan la división no tienen intención de ponerle fin ni de lograr una reconciliación que acabe con el sufrimiento de la población en este enclave”.