“Hago mi descargo porque siento que van a entender mi enojo, bronca e indignación. Hoy fui al colegio Guadalupe Valle Viejo como Coordinadora de Políticas Juveniles de la Municipalidad de Valle Viejo para invitar a los jóvenes a una actividad. En la entrada me dijeron que no podía pasar por usar solera”, comienza el relato de Ornella Aguirre, acerca de un hecho que se repite aún hoy en otras instituciones de la provincia.
Se trata del Colegio Privado Nuestra Señora de Guadalupe, de San Isidro, Valle Viejo. “Las chicas que me acompañaban si podían pasar pero yo no, porque uso solera. ¿Porque muestro los brazos?”, se pregunta.
“Estoy indignada; en pleno 2021 sufrí discriminación por cómo me visto, por mi condición de mujer”, aseguró. La funcionaria se mostró preocupada por lo que implica la medida: “Me preocupan y asustan las cabezas que se construyen en instituciones así, que hoy están formando jóvenes”, lamentó.
Aguirre aseguró que hoy presentará una denuncia en el INADI (Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo): “Como joven y mujer, no lo voy a dejar pasar. Hoy me pasó a mí, pero no puede seguir pasando”, advirtió.
“Estamos luchando por un montón de derechos, reconocimiento, espacios y que no me dejen ingresar a una institución por cómo me visto cuando suceden cosas terribles es increíble”, criticó.
El mismo Colegio fue noticia hace algunos años cuando un profesor de tecnología, Mario Villalba, fue acusado de abusar de tres niñas que entonces tenían 8 años. La institución le permitió seguir cumpliendo funciones, bajo el argumento de que tenía “derecho a trabajar”.
Madres y padres se movilizaron en ese entonces en los medios para denunciar el hecho. Algunos hasta cambiaron a sus hijos de la institución. El docente fue finalmente declarado culpable, aunque con prisión en suspenso.