Desde Santa Fe
Después de un piquete político de casi un año, la Cámara de Diputados aprobó ayer la ley de Conectividad que tenía media sanción del Senado desde noviembre de 2020 y la giró a la Casa Gris para que Omar Perotti la promulgue en las próximas horas. El proyecto del Poder Ejecutivo salió con 32 votos a favor y 11 abstenciones de los radicales y Amalia Granata. “Hemos dado un enorme paso hacia el futuro”, fue la primera reacción de la Casa Gris apenas se aprobó la norma. “La ley constituye una política de estado que va más allá del gobierno de Perotti” –aplaudió el presidente del PJ Ricardo Olivera- porque su objetivo es superar el atraso de Santa Fe que carece de conectividad en el 70% de su territorio. Su colega Rubén Giustiniani rescató el “consenso político” para destrabar la ley más reclamada por el gobernador, pero le pidió al mandatario “un reconocimiento de este gesto que no es menor en campaña electoral” y sugirió construir otros acuerdos para salir de la “suma cero” en iniciativas legislativas que están varadas.
El proyecto autoriza al PE a tomar un crédito de 100 millones de dólares del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para la construcción de más de 4.000 kilómetros de fibra óptica y otras obras de infraestructura. Las condiciones del crédito y la baja tasa de interés fueron valoradas en el debate por varios legisladores, entre ellos el diputado Fabián Palo Oliver, el único radical que votó a favor.
El resultado dejó a la vista otro hecho político: la fractura del Frente Progresista que cambió el escenario en la Cámara de Diputados, donde 14 socialistas y aliados votaron la ley, mientras que sus socios de la UCR -que se pasaron al macrismo- se abstuvieron. Las diez abstenciones fueron la del jefe de bloque Maximiliano Pullaro y sus colegas Fabián Bastía (presidente de la comisión de Acuerdos), Juan Cruz Cándido (presidente de la comisión de Seguridad) , Silvana Di Stéfano (presidenta de Asuntos Laborales) Jimena Senn, Marlen Espíndola, Marcelo González, Georgina Orciani, Silvia Ciancio y Sergio Basile.
La situación comenzó a cambiar a mediados de semana, cuando el ministro de Gestión Pública Marcos Corach invitó a la comisión de Asuntos Constitucionales, que era la última en dictaminar. El objetivo era que la Cámara votara la media sanción del Senado para evitar más demoras. Así, salieron dos dictámenes: el de mayoría con las firmas de su presidente Palo Oliver, dos peronistas (Olivera y Oscar Martínez), dos socialistas (Lorena Ulieldin y Nicolás Aimar) y la macrista Ximena Sola. El despacho de minoría reunió a Bastía y Granata.
Ayer, Corach celebró la votación “¡Santa Fe tiene ley de conectividad! Finalmente, después de tanto trabajo, diálogos y debates, hemos dado un enorme paso hacia el futuro”, dijo el ministro. “La alegría de hoy es por la ley. Y la ley es el punto de partida para la alegría de los miles que verán cómo su vida cambia para bien”. Corach publicó el resultado de la pizarra del recinto: 28 votos positivos y 15 abstenciones. En realidad, fueron 32 votos a favor -porque cuatro legisladores participaron de la sesión en forma virtual- y 11 abstenciones.
Olivera dijo que los 4.000 kilómetros de fibra óptica beneficiarán en forma directa a 200 poblaciones de la provincia y a 165 en forma indirecta. Más, 164 barrios populares de Rosario y Santa Fe que tendrán wifi gratuito, donde viven 200 mil personas. El plan de infraestructura –financiado con los 100 millones de dólares- incluye el “fortalecimiento del sistema educativo” con la construcción de 17 jardines de infantes, 7 escuelas primarias, 17 secundarias y 3 escuelas con capacidades diferentes, entre otras cosas.
Giustiniani ponderó el “consenso” que permitió la sanción de la ley. “Un gesto político para que saliera hoy (por ayer)”, tal como la sancionó el Senado. “Y le pidió a Perotti un “reconocimiento de ese gesto, que no es menor en campaña electoral. Le damos al Poder Ejecutivo la herramienta necesaria para avanzar en un tema fundamental que es la conectividad de la que carece el 70% de la provincia”.
“Debe interpretarse este gesto positivo”, insistió Giustiniani. Podría ser un punto de inflexión para salir del “ping pong que nos da suma cero” y avanzar con otras iniciativas –como la ley de Educación, la ESI y el acceso a la información pública- que van a un cajón”, donde quedan varadas. Lo que no dijo el legislador es que ese “cajón” es del Senado y opera desde hace años.
En esa línea, Giustiniani valoró las condiciones del crédito del Banco de Desarrollo de América Latina. Si bien cuestionó el artículo 7 de la ley –que votó en contra junto con su colega Agustina Donnet- porque en caso de litigio cede “la jurisdicción a tribunales extranjeros” y la “inmunidad soberana” de la Argentina-, admitió que la “tasa de interés es muy inferior en moneda extranjera” al endeudamiento por 500 millones de dólares que Santa Fe tomó durante el gobierno de Miguel Lifschitz que la gestión de Perotti comenzará a pagar el año que viene. “El interés del 2,4% en dólares es conveniente. Es correcto que esta Legislatura le dé el voto favorable a esta ley”, concluyó.