La reina británica Isabel II, de 95 años, fue dada de alta este jueves tras pasar la noche del miércoles internada en un hospital para someterse a controles médicos preliminares, después de que los médicos le hubieran pedido "guardar reposo".
"La reina fue a un hospital el miércoles por la tarde para hacerse pruebas preliminares y regresó al castillo de Windsor hoy (jueves) a la hora de comer y mantiene un buen estado de ánimo", informó el parte médico del palacio real en un breve comunicado.
Isabel II, que el año que viene cumplirá 70 años como monarca, debió suspender una visita a Irlanda del Norte después de que los médicos le aconsejaran guardar reposo durante unos días.
“La reina envía sus mejores deseos al pueblo de Irlanda del Norte y desea visitarles en el futuro”, señaló el Palacio en un comunicado, en el que también precisó que la monarca tenía “buen ánimo”, pero que estaba decepcionada por no poder visitar aquel país, donde tenía previsto asistir a una serie de compromisos entre miércoles y el jueves.
A pesar de su edad, de la muerte de su marido Felipe en abril y de la pandemia de covid-19, la monarca británica continuó asistiendo incansablemente en los últimos meses a actos públicos. Tal es así que, el martes estuvo presente en una recepción oficial en Windsor al empresario Bill Gates y al enviado estadounidense para el clima, John Kerry, en la que también participó el primer ministro británico, Boris Johnson.