Todos los ojos están posados en la Cámara Federal de Mar del Plata, el tribunal que debe definir si el juez Martín Bava sigue al frente de la causa por el espionaje a los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan o si lo aparta, como pretende Mauricio Macri para esquivar la indagatoria por las tareas de inteligencia ilegal que desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) se desplegaron sobre el colectivo de parientes. La clave será si los camaristas emiten una resolución antes del jueves de la semana próxima, cuando el expresidente está nuevamente citado a indagatoria. Ahora sus asesores legales sostienen que “seguramente” se presente, por lo que la tercera podría ser la vencida.
Este jueves, ya había llegado a la Cámara Federal marplatense --que integran los camaristas Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez-- el incidente que se formó después de que el juez Bava rechazara la recusación que presentó Macri, a través de su abogado Pablo Lanusse, para lograr ganar tiempo y estirar la presentación ante la justicia. En el tribunal, la intención es resolver rápido, aunque hay algunas cuestiones que podrían acarrear demoras.
Macri quiere correr a Bava porque dice que prejuzga y no es imparcial. Básicamente, el presidente lo ataca por haber hablado de la sistematicidad del espionaje durante la época en la que él gobernó, cuando la documentación hallada en la AFI demuestra que hubo seguimientos, infiltraciones y ciberpatrullaje sobre quienes estaban buscando respuestas sobre el submarino con el que se perdió contacto en noviembre de 2017.
A las pocas horas de que Macri pidiera apartarlo, Bava rechazó in limine la presentación, y aclaró que él no estaba prejuzgando. Explicó que estaban explicitados los hechos para que Macri supiera de qué se lo acusaba y porque, además, en la misma resolución estaba procesando a nueve personas por el espionaje, incluso a quienes el expresidente designó al frente de la AFI, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. También le recordó a Macri que no estaba bien pedir apartar a un juez porque no le gustan sus decisiones.
Tazza y Jiménez tienen la recusación para resolver. Antes, deberán analizar la prueba que pidió Lanusse para dar cuenta de la supuesta parcialidad de Bava. Eso podría demorar la deliberación. El abogado de Macri pidió que se reunieran copias de la causa que tramitó en los tribunales de Comodoro Py por las pinchaduras de los teléfonos de los familiares del ARA San Juan, de la causa de los Súper Mario Bros y quiere que se averigüe si hay alguna sentencia que acredite que hubo espionaje durante el macrismo, incluso en el Servicio Penitenciario Federal (SPF). Lanusse sabe que no existe tal sentencia. De hecho, las únicas investigaciones que avanzaron lo hicieron en Dolores y en Lomas de Zamora. La de Dolores, que tiene como punto de inicio al falso abogado Marcelo Sebastián D’Alessio, aún no fue elevada a juicio, mientras que la de Lomas de Zamora --que se mudó a Comodoro Py-- está a la espera de que la Cámara Federal porteña revise los 38 procesamientos que dictó en febrero el juez Juan Pablo Augé.
Otro pedido que es clave también es que Lanusse quiere que certifiquen la causa que se inició en los tribunales de Comodoro Py para reclamar la investigación de Dolores. Llevar el expediente del ARA San Juan hacia los tribunales de Retiro es un objetivo que persigue Macri mientras busca dilatar las definiciones en la causa y pone bajo asedio al juez.
La de Macri no es la única recusación contra Bava que los jueces de la Cámara marplatense tienen para analizar. Curiosamente antes ingresó una que presentó el fiscal federal Carlos Stornelli, que quiere correr al juez que está en proceso para elevarlo a juicio oral por sus andanzas con D’Alessio. Al igual que Macri, Stornelli acusó a Bava de pérdida de objetividad y prejuzgamiento. Ese incidente, que se inició el 20 de septiembre, aún no fue resuelto por la Cámara.
En Mar del Plata, también está la apelación del expresidente a la resolución del juez subrogante de Dolores en la que le prohibió salir del país, por lo que Macri estará especialmente interesado en lo que resuelvan Tazza y Jiménez.
Después de que Bava rechazara la recusación, Lanusse dijo públicamente que Macri concurrirá el jueves próximo a la indagatoria. Otros de los asesores legales del expresidente sostienen que "seguramente" se presente. Lo que no queda claro es qué cambió de la estrategia porque, en su escrito de recusación, el letrado dejaba entrever que podría pedir la nulidad de todo lo actuado.
Bava citó a indagatoria a Macri el 1 de octubre. La convocatoria lo halló de paseo por Miami Beach. Nada lo hizo interrumpir su viaje, que se prolongó hacia Qatar y Brasil. El juez postergó la indagatoria para el 20 de octubre. El expresidente llegó un día antes al país. Ese mismo día, su abogado fue a Dolores a ver la causa. Entre otras cosas, le interesaba saber qué había declarado el exdirector Operacional de Contrainteligencia Martín Coste, quien ha estado denunciando a sus exjefes ante la Bicameral de Inteligencia e incluso ratificó sus dichos ante la justicia federal de Lomas de Zamora. El testimonio está reservado. En el entorno del expresidente, dicen que nada de lo que ha dicho Coste lo compromete a Macri.