Un centenar de gendarmes rodeó ayer la manzana en la que está emplazada la empresa Oca, con ingreso principal por La Rioja al 300, en el barrio de Once, para habilitar el ingreso de Patricio Farcuh, titular de la empresa postal que permanece ocupada desde noviembre por trabajadores alineados con el gremio de camioneros, liderado por Hugo Moyano. El operativo, que comenzó por la mañana y se prolongó hasta entrada la tarde, busca permitir que el empresario retome el control del negocio, el que le fue arrebatado por el gremio bajo la acusación de “desmanejos financieros” y bajo el argumento de la defensa de los puestos de trabajo. Por la tarde, en sus primeras declaraciones públicas, Farcuh aseguró que el viernes pasado pidió el concurso de acreedores de la empresa. 

La intrincada trama que rodea el negocio de OCA y sus intereses mezcla nombres como Héctor Colella, Nicolás Caputo, Mauricio Macri, Patricio Farcuh, Cristian Ritondo, Hugo Moyano y Gustavo Elías. Algunos conocidos, otros no tanto públicamente, pero sí en los círculos empresarios de la obra pública, la logística y el transporte, tal como fue descripto detalladamente por este diario en su nota principal de la edición del último 17 de marzo. 

Patricio Farcuh, quien preside el directorio de OCA, tiene su propia interpretación de los hechos que lo llevaron a poder el ejercicio de la conducción de su propia empresa. Según su relato, una serie de amenazas hace que esté impedido incluso de entrar a su oficina. Una de las armas de disuasión se llama Bebote, el grandote de la barra brava de Independiente que merodea las veredas de OCA. Macri tiene otra interpretación. “Todos deben pagar impuestos”, dijo en 2016. Cuando llegó el momento de los ejemplos, dio sólo dos. Uno fue Cristóbal López, el dueño de las tragamonedas. El otro ejemplo fue OCA. 

En noviembre de 2016, el Banco Central dictó una normativa según la que los retails o correos pueden ser sucursales comerciales de bancos con facilidad. No deben pasar por el engorroso mecanismo de adaptación de otras entidades. Si esto se cumpliera estrictamente y ningún obstáculo se interpusiera en el camino, OCA podría ser mañana mismo el séptimo banco de la Argentina. ¿Cuánto vale una empresa de logística ya instalada si además puede transformarse en banco? ¿Cuánto cambia su cotización? 

Ya hay varios interesados, locales y del exterior. El banco de inversiones BTG Pascual en 2016 se acercó a la compañía de transportes para interesarse por la suerte de OCA. BTG es un gigante con sede en San Pablo y despliegue en todo el mundo. Compró incluso el BSI, el Banco della Svizzera Italiana, el banco de la Suiza Italiana fundado en 1873 en Lugano. El BSI se hizo conocido en la Argentina cuando en diciembre último PáginaI12 publicó que Mauricio Macri tenía, o tiene, una cuenta en la sucursal Nueva York. En cuando al BTG, los brasileños lo conocen porque uno de sus ejecutivos está preso por la investigación de las coimas de Odebrecht y Petrobras. 

Un empresario del sector aseguró a este diario que también mostró interés Daniel Llermanos, un ex juez y abogado con fuerte presencia en el área de transportes. Llermanos tiene relación fluida con Hugo Moyano, el jefe de los camioneros que hoy juega en distintos escenarios. En el campo logístico, siempre. Y por supuesto en el ámbito de los transportes, su área desde que el sindicato, conducido hoy por su hijo Pablo, creció en los últimos 20 años gracias primero a la destrucción de ferrocarril por parte de Carlos Menem y luego gracias al aumento del PBI y las exportaciones de soja.  

En La Rioja al 300 hay camionetas de Gendarmería desde hace ya casi dos meses, desde que el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi dio instrucciones al director de la fuerza, el comandante general Gerardo Otero, de custodiar el lugar porque Farcuh quería entrar. Sólo faltaba que Farcuh concretara su visita. Ocurrió ayer.