La suba de los precios internacionales es uno de los factores que explican la alta inflación de este año y además amenaza con convertirse, en los próximos meses, en un elemento todavía más relevante de la dinámica local. La salida de la pandemia provocó a nivel global un descalce entre la demanda, que se recupera relativamente rápido en los países centrales y Asia, y la oferta, que sufre problemas logísticos además de los recientes apagones eléctricos en las principales ciudades manufactureras de China. Lo que comenzó como un nuevo boom de los commodities se dispersó a todo el abanico de productos manufactureros, que empujaron el piso inflacionario a nivel mundial.

La mayor tensión inflacionaria en el comercio internacional es un fenómeno palpable, así como también el hecho de que la suba de los precios locales viene con una gimnasia de hace muchos años que le imprime un sello propio. A la hora de analizar la inflación interna hay elementos de relevancia como la fragilidad de reservas internacionales, la emisión monetaria, la brecha cambiaria, la puja distributiva y la incertidumbre sobre el rumbo económico.

La palabra prohibida

Según los datos del Indec, la serie de precios de las importaciones desde 2002 muestra el mayor aumento anual de los valores en 2008, con el 12,7 por ciento. Le siguen 2004 y 2005, con 8 y 7,8 por ciento, respectivamente. En nueve meses de 2021, la suba de precios de las importaciones es, al igual que en 2008, del 12,7 por ciento y en particular en septiembre pasado el incremento interanual fue de 19 por ciento.

En Estados Unidos, la inflación está en el 5,4 por ciento anual, su mayor valor en 13 años y en Alemania está en el nivel más alto del siglo XXI, con el 4,1 por ciento. En Brasil, la inflación llegó al 10,25 por ciento anual, en la línea del pico de febrero de 2016, cuando se llegó a los máximos valores desde el 2003. "La pregunta más importante es si es una inflación transitoria o no", dijo el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire.

De Londres a Villa Crespo 

La multinacional Unilever, que domina el mercado mundial del segmento de higiene personal y subió sus precios a nivel global un 4,1 por ciento en dólares en el tercer trimestre, el alza más fuerte desde 2012, a raíz de los mayores costos de transporte y de materias primas. La firma espera que el pico de suba de precios sea en la primera mitad del año que viene. Su principal competencia, Procter & Gamble, dijo que "la presión inflacionaria es amplia y sostenida" y aplicó aumentos del 5 al 20 por ciento en dólares en productos como cremas faciales, dentífricos y pañales.

Nestlé subió sus precios en dólares un 2,1 por ciento en el tercer trimestre, a raíz de los "mayores en energía, transporte y materias primas". Mark Schneider, el CEO de la compañía, dijo que se trata de un contexto en donde "la inflación de costos sube más que el traslado a los precios al consumidor". Por su parte, Danone dijo en su último reporte trimestral de ganancias que "lo que empezó con una mayor inflación en los costos de los materiales evolucionó hacia restricciones múltiples que impactan en la cadena de suministros".

Guillermo Freund, dirigente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL) comentó a Página/12 que "la suba de los precios de los importados viene sucediendo desde hace un año, desde que comenzó la pandemia, ya sea asociados a las materias primas como a la tecnología, por las subas en microprocesadores y memorias. En particular, la logística se encareció y se entorpeció. Un contenedor de 20 pies costaba antes de la pandemia alrededor de 1700 dólares en China. Este último tiempo hemos pagado hasta 12 mil dólares, es delirante".

China

En septiembre, la inflación medida a precios de fábrica en China alcanzó un 10,7 por ciento interanual, el mayor valor desde que comenzó esa serie estadística, en 1995. El impacto todavía no se tradujo a los precios finales.

Un reciente artículo de la agencia Bloomberg llamado "¿China está exportando inflación?" detalla que firmas cómo por ejemplo Zhejiang Zhendong Leisure Products, que fabrica sillas para la terraza o el jardín, con ventas en todo el mundo, subió sus precios un 10 por ciento en dólares. Asimismo, Shaoxing Gaobu Tourism, que le vende sombrillas, carpas y paraguas a Walmart y Carrefour remarcó sus precios un 20 por ciento. Los importadores norteamericanos de productos chinos registran subas de sus compras de entre el 20 y el 30 por ciento en rubros como electrónica, juguetes y textiles.