“Lo que nos mantiene unidos es seguir tocando”. Jubiloso, entusiasta, Claudio O´Connor traza el presente activo del remozado Malón, uno de los grupos de la dinastía Hermética. El buen ánimo del cantante y compositor es hijo de un retorno largamente esperado: el de los conciertos en vivo, combustible inevitable para cualquier banda de rock and roll que se precie, claro. El de la banda que hoy completan el “Tano” Romano en guitarra, Karlos Cuadrado en bajo y el baterista Javier Rubio --en reemplazo del Pato Strunz--, ya se consumó días atrás en Mar del Plata y Córdoba, pero quedan dos bien pesados: el de este sábado a las 21, y otro recientemente agregado para el miércoles 8 de diciembre, ambos en el Estadio Obras (Libertador 7395). “Obras significa el templo del rock, es un icono y tocar ahí es jugar en las ligas mayores… estar en el presente glorioso del pasado”, determina O`Connor.
Lo central del reencuentro parte de su nombre: “La H no murió”, en obvia referencia a Hermética, banda emblema del rock pesado argentino, que pervivió durante seis años (1988-1994) y tres formidables discos en estudio: Hermética, Acido Argentino y Víctimas del vaciamiento. Y lo de retorno también lo es porque ya hubo otros en la simbiosis Hermética-Malón. Poco antes de la pandemia, en efecto, la banda atiborró durante cinco noches el Teatro de Flores, además de lograr lo mismo en el inolvidable Obras de diciembre de 2019, en que homenajearon los 25 años de Víctimas del vaciamiento. “Lo que diferencia ambos momentos es que hoy, por primera vez, estamos saliendo de una pandemia, y por otro, que tenemos nuevo baterista”, afirma O`Connor. “Y la verdad es que Javier se acomodó muy bien. Afortunadamente no tuvimos que hacer un casting de bateristas, ya que a él lo conocemos desde la década del noventa, cuando tocaba en Trepanador. Siempre mantuvimos un contacto cercano, y por eso todo fluyó naturalmente. Estamos muy bien con la cofradía que se armó a nivel humano, porque se sabe que tocar no es lo único… también tiene que haber un cariño especial entre los integrantes, y eso por suerte está más fuerte que nunca”, enfatiza el cantante, que evita reparar en el saliente Strunz, a la vez que niega una supuesta convocatoria a Ricardo Iorio, líder fundador de la H, que ya había sacado un comunicado sobre su no participación en los homenajes. “Nunca hubo un rechazo de parte de Ricardo porque jamás le mandamos la invitación”, se ríe O`Connor. “La verdad es que la H no muere porque el Tano y yo la mantenemos viva”.
--¿Cómo han sido los shows en Mar del Plata, Villa María y Córdoba Capital?
--Destaco que fue muy emotivo el reencuentro con el aplauso, el vernos las caras, y el volver a tocar después de tanto tiempo, ya que no tocábamos desde marzo 2020. Estamos felices de volver a los escenarios, reencontrarnos con la gente, y sentir que la pandemia ya se va a terminar.
--Pasaron, más menos, unos treinta años desde que Hermética generó temas como “Memoria de siglos”, “En las calles de Liniers” u “Olvídalo y volverá por más” que se transformaron en motor de amor y lucha para una generación pesada, comprometida ¿En qué sentido creés que tales –u otros-- siguen vigentes?
--Respecto a cómo se arman las composiciones, la verdad es que jamás me doy cuenta de si son atemporales o no, porque no puedo ver lo que se ve desde afuera, y seguramente nunca lo pueda ver. Más bien, lo veo desde adentro, y gracias a Dios que es así, porque eso es lo que nos permite seguir sobre el escenario haciendo lo que apostamos desde pibes. Por eso, respecto a la vigencia de los temas, lo que creo es que todos están vigentes, porque la gente los canta y se siente identificada. Es mi humilde opinión, y es lo que diviso desde el escenario cuando veo la mirada del público.
Virando el eje hacia el quehacer estricto de Malón, O`Connor anticipa que la agrupación está preparando un nuevo disco, el sucesor de Nuevo orden mundial, publicado en 2015. “No puedo adelantar mucho sobre él, pero sí que va a ser un discazo… me atrevo a decir el mejor de Malón. Pero bueno, tómenlo con pinzas”, se ríe el cantante, que durante la pandemia despuntó el vicio mediante un dúo con su esposa Berenice. “Tocábamos con una guitarra criolla pegada con parsec”, vuelve a reír. “El primer video que subimos a instagram fue cuando falleció Sergio Denis… cantamos un tema de él. Después, casi sin ensayos, hicimos un streaming acústico, ya con una guitarra electroacústica cero kilómetro. Obvio que no fue un negocio, pero nos hizo bien psicológicamente el hecho de poder hacer lo único que se podía hacer con respecto a la música. Por el momento es un proyecto”, cuenta.
--Otra cosa sugestiva que pasó durante los últimos tiempos fue que le dieron a Malón el Estrella de Mar 2019, en el rubro “Recital”. ¿Qué significó tal reconocimiento?
--Por supuesto que es importante que nos reconozcan, pero en realidad nosotros, a lo que más importancia le damos es al aplauso y al cariño del público, al respeto de nuestros colegas, y al de la prensa en general. Esto es lo que más en cuenta tenemos a la hora de grabar o de hacer un espectáculo. En eso pensamos siempre, en ser fieles al aplauso de la gente.