La Corte Suprema de Estados Unidos anunció que tratará las impugnaciones a la ley de aborto de Texas el próximo 1 de noviembre, como resultado de una escalada de demandas políticas y legales desde que el gobernador texano Greg Abbott firmó una norma que prohíbe la interrupción voluntaria después de la semana seis, cuando la mayoría de las mujeres no tienen certeza de estar embarazadas, incluso en caso de violación o incesto.
El máximo tribunal tomó la decisión de tratar las impugnaciones, pero se negó a bloquear la norma hasta que tener una resolución sobre el tema. A principios del mes pasado, el presidente estadounidense Joe Biden prometió lanzar un "esfuerzo de todo el Gobierno" para revocar la ley firmada en mayo por el gobernador republicano.
Con ese objetivo, la Casa Blanca demandó al estado de Texas en busca de declarar la normativa como inconstitucional. El Departamento de Justicia y las otras partes involucradas en el caso tuvieron tiempo hasta el 27 de octubre para presentar los resúmenes de los alegatos que pronunciarán el 1 de noviembre.
La ley de Texas es la más restrictiva sobre el aborto desde que entró en vigor el fallo de Roe v. Wade, la emblemática decisión de la Corte Suprema, que en 1973 reconoció el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en el país. Aquella decisión histórica concede el derecho a las mujeres mientras el feto no sea viable fuera del útero, lo que suele ocurrir hacia las semanas 22 a 24 de embarazo.