El ex jefe del Ejército Martín Balza lamentó que “ninguno de los altos mandos” de la dictadura “pidió perdón a la sociedad” y consideró que ocultar la información sobre el destino de los desaparecidos “es un desprecio hacia el pasado y la tradición del Ejército”. El militar retirado destacó que “no hay reconciliación con impunidad” y que “la única solución es la justicia, no el rencor, no el odio, no la venganza pero sí la justicia, porque la impunidad es el germen para nuevas violaciones de derechos humanos”.
Consultado sobre el fallo de la Corte Suprema a favor del 2x1 a los represores, el ex jefe del Ejército y embajador argentino en Colombia durante la presidencia de Néstor Kirchner opinó que “la aberración fue esa ley 24.390 vigente entre 1994 y 2001, que tenía un vacío sobre los delitos de lesa humanidad” porque entonces “estaban todos indultados” y descartó que alguno de los cortesanos “haya tenido la intención de lesionar esa esencia de lo que es un crimen de lesa humanidad”. “Con esta nueva ley, que se promulgó recientemente, aprecio que se van a plantear nuevas contingencias judiciales”, evaluó.
Balza analizó también que los sectores afines a la represión ilegal actualmente “tienen repercusión mediática”, pero dijo que “los nostálgicos del pasado dramático que vivimos” son “un sector minoritario”, dijo. Por otro lado, destacó que “la respuesta de la sociedad (al fallo) fue contundente”.
El militar retirado lamentó que entre sus camaradas “poder de decisión” durante la dictadura “ninguno se ha arrepentido”. “Muchos altos mandos se han ido de este mundo sin dar respuesta, y los pocos que quedan -quiera Dios que me equivoque- se van a ir sin dar respuesta”, estimó.
Consultado sobre la posibilidad de que militares entreguen información sobre el destino de los desaparecidos, dijo no dudar de que “caracterizados victimarios, si se decidieran a hablar, permitirían acabar con ese dolor subliminal” de los familiares. No hacerlo “es un desprecio hacia la sociedad, un desprecio al pasado y la tradición del Ejército”. “No hay reconciliación con impunidad. Quien cometió crímenes de lesa humanidad tiene que ser juzgado y se debe responder con todo el rigor y las garantías de la Justicia”, concluyó.